𝐅𝐚𝐊𝐚 𝐞𝐧 𝐉𝐮𝐞𝐠𝐚 - 𝑃𝐎𝑅𝑇𝐞 𝐌𝐌

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Valentino se reclinó en su silla de cuero negro. El humo del cigarro que sostenía en sus dedos serpenteó en el aire de su oficina. Sus ojos, afilados y calculadores, observaban a Striker con una mezcla de frustración e impaciencia. La atmósfera en la oficina estaba cargada de tensión, amplificada por la reciente reunión con Vox y la consecuente situación caótica que habían enfrentado.

De pie frente al escritorio, Striker mantenía una postura firme. Sus ojos no se apartaban del soberano frente a él, listo para recibir instrucciones. El tema actual era un nuevo conflicto que había surgido, y el gato que se suponía iba a ser su principal objetivo en el show ahora no iba a presentar su espectáculo, tal y como había escuchado hace un par de días.

―Además, el jefe Vox no está nada feliz con la idea de causar un escándalo. Dijo que solo me infiltrara para averiguar qué está planeando Alastor, exactamente. Nada de peleas, ni asesinatos― añadió el imp a su discurso, cruzándose de brazos―. Creo que tendrás que cambiar tu plan.

El gruñido de frustración de Valentino resonó en la oficina.

―¡Todo esto es culpa de la perra estúpida de Velvette! ― espetó, apretando los dientes―. ¡Ella y su idea de mierda arruinó todo!

Striker se quedó allí, observando con una mezcla de desdén y aburrimiento mientras Valentino dejaba escapar su frustración. Los gritos y maldiciones del demonio soberano llenaban la oficina, haciendo eco en las paredes decoradas con lujosos muebles y arte infernal. Su contraparte había alcanzado un nuevo nivel de irritación, y su habitual compostura se había desmoronado por completo.

El imp lo vio arrojó papeles, bolígrafos y otros objetos de su escritorio al suelo en un movimiento furioso. Cada golpe resonaba como un tamborileo de su enojo.

―¡Necesito matar a ese puto cantinero! Quiero su cabeza en una maldita caja y mandársela a la putita malagradecida de Angel directo al hotel.

El sicario frente a él, con los brazos cruzados y una expresión de desdén en su rostro, rodó los ojos. Había aprendido a manejar las explosiones de Valentino, pero eso no hacía que fueran menos molestas.

―No creo que sea buena idea ir por una confrontación directa, jefe― aunque su tonalidad salió plana, parecía dispuesto a elaborar un plan decente―. Matarlo frente a todos será un problema.

―¿Y qué carajo sugieres entonces? ― bufó la polilla.

Una sonrisa calculadora se esbozó en los labios del imp:

―Secuéstralo.

Valentino frunció el ceño al escuchar la propuesta, aún envuelto en su enojo, pero empezando a captar la dirección de la sugerencia.

―¿Secuestrarlo? ― repitió, reflejando tanto sorpresa como interés―. ¿Y luego qué?

El imp sonrió con astucia, inclinándose hacia adelante con una confianza calculada.

―Sí, secuestrarlo. Si yo estuviera en tu lugar, lo haría. Puedes tenerlo bajo control, grabar la acción y enviarle el video a Angel. Sería un recordatorio contundente para él sobre quién manda― observó al demonio soberano contemplar la sugerencia―. Además, sería mucho más satisfactorio si lo matas con tus propias manos. Imagina el placer de vengarte personalmente y de asegurarte de que no quede ninguna duda de quién tiene el control aquí.

Valentino, aún pensativo, se llevó una mano al mentón, murmurando para sí mismo mientras procesaba la idea.

―Eso... podría funcionar. Secuestrar al gatito el día del show, cuando todos estén distraídos. Vox no se enteraría...

🕷🕞 • 𝑁𝑒𝑀 𝑠𝑖𝑑𝑒 𝑜𝑓 𝑚𝑒 • 🎰🂡 - (𝐻𝑢𝑠𝑘𝑒𝑟𝑑𝑢𝑠𝑡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora