POV. HARRY
Ya era la noche y después de algunos consejos por parte de Sky y Ron, dio la hora. Me sentía sumamente nervioso, aunque un poco seguro con ellos.
—Once y media —murmuró finalmente Ron—. Mejor nos vamos ya.
Ya casi habíamos llegado al retrato, cuando una voz habló desde un sillón cercano.
—No puedo creer que vayas a hacer esto, Harry. —exclamó Hermione Granger.
—¡Tú! —dijo Ron furioso—. ¡Vuelve a la cama!
—Estuve a punto de decírselo a tu hermano —contestó enfadada Hermione—. Percy es el prefecto y puede detenerlos.
—Vamos —dije a Ron y a Sky algo molesto mientras salía del dormitorio.
—No les importa Gryffindor, ¿verdad? Sólo les importa lo suyo. Yo no quiero que Slytherin gané la copa de las casas y ustedes van a perder todos los puntos que yo conseguí de la profesora McGonagall por conocer los encantamientos para cambios.
—Her… es importante para Harry, prometo que no perderemos puntos…
—Vete.
—Muy bien, pero les he avisado. Recordar todo lo que les he dicho cuando estén en el tren volviendo a casa mañana. Son tan…
Hermione estaba retrocediendo hasta el retrato de la Dama Gorda, para volver, y se dio cuenta que la tela estaba vacía.
—¿Y ahora qué voy a hacer? —preguntó.
—Ése es tu problema —dijo Ron—. Nosotros tenemos que irnos o llegaremos tarde.
—Guarden silencio los dos, escuché un ruido… —dijo Sky. Y efectivamente se escuchaba un ruido.
—¿A lo mejor es la señora Norris? —pregunté. Pero era Neville, estaba sentado en el piso.
—¡Gracias a Merlín que me han encontrado! Hace horas que estoy aquí. No podía recordar el nuevo santo y seña para irme a la cama.
–Ohh Nev, ¿llevas mucho tiempo aquí? —preguntó Sky, mientras lo ayudaba a pararse.
—No hables tan alto, Neville. El santo y seña es «hocico de cerdo», pero ahora no te servirá, porque la Dama Gorda se ha ido no sé dónde.
—¿Cómo está tu muñeca? —preguntó Sky.
—Bien —contestó, enseñándole a nosotros — La señora Pomfrey me la arregló en un minuto.
—Bueno, mira, Neville, tenemos que ir a otro sitio. Nos veremos más tarde…
—¡No me dejen! —dijo Neville —.No quiero quedarme aquí solo. El Barón Sanguinario ya ha pasado dos veces.
—Si nos atrapan por su culpa, no descansaré hasta aprender esa Maldición de los Demonios, de la que nos habló Quirrell, y la utilizaré contra ustedes. Hermione abrió la boca, tal vez para decir a Ron cómo utilizar la Maldición de los Demonios.
Subimos rápidamente por una escalera hasta el tercer piso y entramos en el salón de los trofeos. Malfoy y Crabbe todavía no habían llegado.
—Se está retrasando, tal vez se ha acobardado —susurró Ron. Entonces un ruido en la habitación de al lado los hizo saltar.
—Olfatea por ahí, mi tesoro. Pueden estar escondidos en un rincón. Era Filch, hablando con la Señora Norris.
Aterrorizados, rápidamente nos aproximamos a la salida lejos de Flich, cuando escucharon de nuevo la voz de él.
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Sky Swift y La Piedra Filosofal
FanfictionSky esta por descubrir un mundo completamente diferente al que está acostumbrada a estar, nuevos amigos, nuevas aventuras y tal vez el amor. Sky y Harry se encontrarán nuevamente, serán tan cercanos, tan importantes el uno para el otro, pero hasta...