CAPÍTULO 16. LA VERDAD SOBRE EL DRAGÓN.

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POV. HARRY.

Habían pasado los exámenes estábamos exhaustos, así que fuimos hacia el lago y nos dejamos caer bajo un árbol. Los gemelos Weasley y Lee Jordan se dedicaban a pinchar los tentáculos de un calamar gigante que tomaba el sol en la orilla, Sky tenía su cabeza recargada en mis piernas.

—Basta de repasos —suspiró aliviado Ron, estirándose en la hierba—. Puedes alegrarte un poco, Harry, aún falta una semana para que sepamos lo mal que nos fue, no hace falta preocuparse ahora.

—¡Me gustaría saber qué significa esto! —estalle enfadado—. Mi cicatriz sigue doliéndome. Me ha sucedido antes, pero nunca tanto tiempo seguido como ahora.

—Ve a ver a la señora Pomfrey —sugirió Hermione.

—A ver Rayito —dijo mientras se acercaba y me acariciaba la cicatriz, otra vez esa sensación.

—No estoy enfermo —dije algo rojo por la caricia—. Creo que es un aviso… significa que se acerca el peligro…

—Harry, relájate, Hermione tiene razón, la Piedra está segura mientras Dumbledore esté aquí. De todos modos, nunca hemos tenido pruebas de que Snape encontrará la forma de burlar a Fluffy. Casi le arrancó la pierna una vez, no va a intentarlo de nuevo. Y Neville jugará al quidditch en el equipo de Inglaterra antes de que Hagrid traicione a Dumbledore.

—Eso son los exámenes. Yo me desperté anoche y estuve a punto de mirar mis apuntes de Transformación, cuando me acordé de que ya habíamos hecho ese examen.

Me puse de pie de un salto.

—¿Adónde vas? —preguntó Sky algo curiosa ya que tuve que moverla para levantarme.

—Acabo de pensar en algo —dije—. Tenemos que ir a ver a Hagrid ahora.

—¿Por qué? —suspiró Hermione, levantándose.

—¿No les parece un poco raro —dije subiendo por la colina cubierta de hierba— que lo que más deseara Hagrid fuera un dragón, y que de pronto aparezca un desconocido que casualmente tiene un huevo en el bolsillo? ¿Cuánta gente anda por ahí con huevos de dragón, que están prohibidos por las leyes de los magos? Qué suerte tuvo al encontrar a Hagrid, ¿verdad? ¿Por qué no se me ocurrió antes?

—¿En qué estás pensando? —preguntó Ron, pero eché  a correr por los terrenos que iban hacia el bosque.

—Hola —dijo sonriente—. ¿Han terminado los exámenes? ¿Tienen tiempo para beber algo?

—Sí, por favor —dijo Ron, pero lo interrumpí.

—No, tenemos prisa, Hagrid, pero tengo que preguntarte algo ¿Te acuerdas de la noche en que ganaste a Norberto? ¿Cómo era el desconocido con el que jugaste a las cartas?

—No lo sé —dijo Hagrid sin darle importancia—. No se quitó la capa. No es tan inusual, hay mucha gente rara en el Cabeza de Puerco, uno de los bares de la aldea. Podría ser un traficante de dragones, ¿no? No llegué a verle la cara porque no se quitó la capucha.

—¿De qué hablaste con él, Hagrid? ¿Mencionaste Hogwarts?

—Puede ser —dijo Hagrid —. Sí… Me preguntó qué hacía y le dije que era guardabosques aquí… Me preguntó de qué tipo de animales me ocupaba… se lo expliqué… y le conté que siempre había querido tener un dragón… y luego… no puedo recordarlo bien, porque me invitó a muchas copas. Déjame ver… ah sí, me dijo que tenía el huevo de dragón y que podía jugarlo a las cartas si yo quería… pero que tenía que estar seguro de que iba a poder con él, no quería dejarlo en cualquier lado… Así que le dije que, después de Fluffy, un dragón era algo fácil.

Sky Swift y La Piedra Filosofal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora