Tal y como el serafín le había prometido a su hermano, iría a hablar con Adam acerca de su misión.
Odiaba tener qué hacerlo, estaba completamente seguro que si él castaño tenía la libertad de elegir se reusaria.
Se acercó hacía dónde estaba y saludo al castaño con una sonrisa.
— Ei... Luzbel... Hoy llegaste temprano. — Dijo el castaño quién estaba dándole de comer a los animales.
— Sí... Bueno... Me dieron permiso de venir temprano... Es que... Quería hablar contigo sobre algo Adam... — Dijo el serafín mientras desviaba su mirada un tanto avergonzado.
Era difícil para alguien que jamás lo había hecho el tener que hablar sobre esas cosas con su mejor amigo.
— Hablar conmigo? Claro... Qué sucede? — Dijo el castaño mientras miraba fijamente al rubio.
El serafín volteó a verlo y sus ojos se encontraron con los del castaño y eso hizo que ambos se sonrojaran y desviarán su mirada.
— Bueno... Es sobre lo que dijiste que tenías que hacer con Lilith y Eva... Me dijeron que aún no comienzas a hacer la misión que te dieron... — Dijo el rubio mientras comenzaba a jugar con sus manos, era algo incómodo para él el tener que hablar sobre eso.
— Oh... Eso... Bueno... Es que... No sé cómo hacerlo... — Admitió el castaño mientras rascaba su cabeza un tanto nervioso.
— Pero... Es fácil... Creo... — Dijo el pequeño serafín mientras seguía sin mirar los ojos del castaño.
— De verdad? Podrías explicarme? No quiero echarlo a perder... Por favor Luzbel... — Dijo el castaño mientras se acercaba al rubio y tomaba sus manos.
Eso hizo que el rubio se sonrojara aún más y lo mirara a los ojos, podía sentir los propios latidos de su corazón.
Estaba completamente seguro que se escuchaban tan fuertes que llegaban a los oídos del castaño.
— De... De acuerdo... Bueno... Podrías comenzar con... Bueno... Besar... — Dijo nervioso aquel arcángel.
— Besar? Cómo se hace eso? — Preguntó el castaño un tanto curioso... Era un tema totalmente nuevo para él.
— Es unir tus labios con alguien más... O algo así... Igual puedes saltarte eso... Solamente necesitas usar tu... — El rubio ni siquiera podía decir el miembro del castaño... Solamente lo señaló.
— Mi cosa? Dónde voy a usar mi cosa? — Dijo el curioso castaño, quería aprender todo lo que pudiera de su mejor amigo.
— En un agujero que tiene Lilith o Eva... Ambos lo van a disfrutar hasta que... — El rubio no pudo decir más, estaba tan avergonzado que tapó su rostro con sus alas.
El castaño sonrió al verlo así, se acercó aún más a él y tomó sus alas superiores para descubrirlo y mirarlo a los ojos.
El rubio sentía como su corazón latía rápidamente miró los labios del castaño e inconscientemente mordió su propio labio inferior.
El primer hombre se acercó dudoso al rubio, tanto que sus labios se unieron.
Aquello tomó por sorpresa al pequeño serafín, quien cerró sus ojos y comenzó a intentar corresponderle de manera torpe.
El castaño tomó su cintura con sus manos y lo levanto para que quedará prácticamente a su misma altura.
Al poco tiempo ambos se separaron por la falta de oxígeno del castaño.
El serafín sentía como su corazón latía rápidamente, todo había sucedido casi como en su sueño.
— Luzbel... Me ayudarías a practicar? Por favor... — Dijo el castaño mientras lo presionaba a su cuerpo, haciendo que el rubio sintiera su erección.
El rubio se sonrojo aún más y solamente asintió, iba a ayudar a su amigo para cumplir con su misión.
El serafín sintió como torpemente el castaño acariciaba sus muslos y subía su túnica, mientras lo ayudaba a recostarse sobre aquel pasto.
El castaño se acercó a los labios del rubio para volver a besarlo mientras sentía como el serafín rodeaba con sus piernas su cintura.
De un movimiento entro en el interior del serafín, haciéndolo separarse de aquel beso y gritar de dolor mientras se aferraba a sus hombros.
— Aaaaaaaah... Du...Duele... — Gritó el rubio mientras sentía como el castaño comenzaba a mover sus caderas, comenzando a embestirlo.
Poco a poco ambos comenzaron a sentir como el placer inundaba sus cuerpos.
Sus gemidos y el sonido de sus pieles podría ser fácilmente escuchado por todo el Edén.
El castaño desesperado comenzó a desgarrar la túnica del serafín.
Al poco tiempo ambos se encontraban totalmente desnudos mientras sus cuerpos seguían uniéndose en aquel acto, bajo el cielo azul.
El castaño comenzó a morder los hombros del rubio, ocasionando que la sangre dorada comenzará a brotar de aquellas pequeñas heridas.
Pasaron los minutos y el castaño terminó corriendose en el interior del serafín, era algo nuevo para él pero le encantaba.
El rubio también terminó por venirse, sentía como su interior palpitaba mientras sentía como su respiración estaba acelerada.
El serafín abrió sus ojos y miro al castaño, quién también estaba con su respiración acelerada y su cuerpo estaba totalmente lleno de sudor.
El castaño acarició la mejilla del serafín y se acercó para volver a besarlo.
El rubio cerró sus ojos para corresponderle pero sintió como algo lo jalaba y escuchaba el sonido de un portal siendo abierto.
Abrió sus ojos y vio a su hermano quien lo miraba con cara de desaprobación.
— Luzbel... Qué crees que has hecho? Te dije que le explicarás no que lo... Maldición... Vístete... Después hablaremos de esto... — Dijo el arcangel claramente molesto mientras le daba su espalda para darle privacidad a su hermano.
El serafín se sentía culpable, su hermano le había dado una tarea y había caído en la tentación.
Luzbel comenzó a cambiarse, mientras notaba como su cuerpo estaba lleno de marcas las cuales el castaño le había hecho mientras hacían el amor.
Sintió como una lágrima corría por su mejilla, la había cagado en serio...
— No sé si podré ayudarte con esto... Difícilmente se puede ocultar cuando uno de nosotros peca... Al menos veré como restarle importancia... Confía en mí. — Dijo el arcángel mientras revoloteaba sus cabellos dorados intentando calmarlo.
El pequeño serafin solamente asintió su cabeza, su cuerpo le dolía, además de que sentía como de su intimidad seguía escurriendo el líquido que el castaño había introducido en su interior.
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Fruto prohibido (AdamApple/AppleAdam)
FanfictionLuzbel, un serafín con mucha curiosidad por alimentar... Decide conocer a Adam, el primer hombre para hacerse su amigo, sin darse cuenta del caos que ocasionaría.