El serafín de cabellos dorados era observado por los demás ángeles...
Se había corrido el rumor de que había sido emancillado por el primer humano y le habían prohibido regresar a verlo. Al menos hasta que él comenzará a cumplir con su deber de repoblar la tierra.
Al parecer su hermano había logrado hacer que su castigo no fuera tan fuerte como el destierro o la misma muerte.
- Luzbel... Sígueme... - La voz de Sera lo hizo volver a sus pensamientos.
El pequeño serafin de cabellos dorados solamente asintió y siguió a la contraría. Ya no quería causar más problemas, al menos estaba aliviado de que a Adam no lo habían castigado por haberlo hecho pecar.
El rubio estaba de nuevo sumido en sus pensamientos cuando sintió que lo jalaban hacía una habitación.
Cayó de rodillas mientras abría sus ojos como platos, era más que seguro que estaban a punto de castigarlo.
- Eres una desgracia para nuestra raza... Cómo te atreviste a seducir a la creación más perfecta? - La voz de Sera se escuchó en aquella habitación.
El rubio ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, su cuerpo estaba rodeado de cadenas doradas, esas mismas le impedían el poder moverse con libertad, ni siquiera podía liberarse de ellas.
- Don...Dónde está Mi-Miguel... Mi hermano? - Preguntó el pequeño serafín mientras buscaba a su hermano por todos lados.
- Su alteza Miguel está ocupado... No permitiremos que te metas en problemas mientras él se encarga de otros asuntos más importantes... Te vas a quedar aquí hasta que Adam tenga a su primer primogénito con Eva... Esa mujer Lilith es igual un caso perdido como tú... - La voz cortante de Sera fue lo último que escucho aquel serafín puesto que solamente vió como salían de aquel lugar dejandolo completamente solo.
El pequeño serafin logró hacerse bolita en aquel lugar, cerró sus ojos mientras sentía como sus lágrimas comenzaban a caer.
- Mi... Miguel... Hermano... - Dijo el rubio entre sollozos mientras permanecía en aquella posición.
Pasaron los días y el rubio se negó a comer, inclusive había dejado de dormir. Su estado de salud comenzó a empeorar, tenía espasmos y algunas veces sentía ascos pero no lograba vomitar dado a que su estómago estaba completamente vacío.
Su condición comenzó a preocupar inclusive a la misma Sera, quién mandó que revisarán al pequeño serafín, llevándose una sorpresa que ninguno esperaba.
El pequeño serafin se encontraba encinta del mismísimo primer hombre. Sin duda alguna aquello sería un gran escándalo para el cielo.
- Por nuestro padre... Qué haremos contigo? - Dijo Sera mientras ponía su mano en su cien, ahora era mucho peor de lo que imaginaban.
El pequeño serafin no podía creerlo, se encontraba embarazado de su mejor amigo.
Quienes lo tenían preso no tuvieron más remedio que liberarlo y mandarlo a su habitación, el rubio no sabía que hacer.
En cuanto pudo salir de ahí rápidamente creó un portal individual y escapó al Edén... Tenía que ver de nuevo a Adam.
Voló rápidamente, hasta que pudo verlo a lo lejos, estaba riendo con Eva mientras Lilith permanecía distanciada de ambos.
El rubio sintió un dolor en su corazón, parecía que el castaño solamente lo había utilizado para "practicar".
El castaño lo diviso a lo lejos y lo saludo con una sonrisa, parecía que entre los dos no había sucedido nada y seguían siendo mejores amigos.
- Dónde estabas Luzbel? Te estuve buscando por todos lados... - Dijo el castaño mientras se acercaba al serafín y lo abrazaba.
Luzbel sintió como su corazón latía rápidamente y al poco tiempo se apartó de él.
- Estás bien? - Preguntó preocupado el castaño.
El rubio solamente negó con su cabeza mientras sentía como sus lágrimas comenzaban a salir.
Cómo iba a decirle al primer hombre que estaba embarazado de él?
- No estoy molesto porque no viniste a verme... Sé que pudiste estar... - Dijo el castaño hasta ser interrumpido.
- Ya no voy a poder venir a verte... Yo... Tengo que irme... - Dijo el rubio entre sollozos mientras intentaba limpiar sus lágrimas.
- Ya no quieres ser mi amigo? - Preguntó el castaño mientras daba un pasó hacía atrás y lo miraba fijamente.
- Huye conmigo... Por favor... Tu no tienes por qué hacer lo que dicen... - Dijo el serafín mientras volteaba a verlo, esperanzado que le dijera que sí.
El primer hombre se quedó desconcertado... No cumplir con su misión? Era algo que era imposible.
- Cómo que huya? Nuestro padre me dió una encomienda y la estoy cumpliendo... No le pienso desobedecer... Tú mismo me lo dijiste. - Dijo el castaño con voz un tanto molesta.
El rubio sintió de nuevo un pinchazo en su corazón. Sin decir más se alejó de él, llegando a un árbol donde se sentó en su sombra y comenzó a llorar.
Tenía sentimientos encontrados, quería que el castaño supiera que en su vientre tenía el fruto de lo que habían hecho y cambiar todo pero sabía que era algo imposible.
- Te encuentras triste? - Una voz femenina lo hizo levantar su mirada y ver hacía aquella rubia que se acercaba a él y sentaba a su lado.
El rubio no dijo nada, solamente comenzó a escuchar como ella comenzaba a cantar, haciendo que de alguna manera comenzará a sentirse mejor.
El pequeño serafín talló sus ojos, mientras intentaba limpiar sus lágrimas y la miro de nuevo.
- Eres muy lindo como para llorar... - Dijo la rubia mientras con su mano le ayudaba a limpiar sus lágrimas.
Sus palabras de cierta manera sonrojaron al rubio quién solamente sonrió de manera triste mientras la miraba.
- Li-Lilith? - Le pregunto el rubio... Había escuchado a Sera hablar sobre ella, era también un caso perdido como él.
La rubia solamente asintió mientras volvía de nuevo a cantar como una manera para reconfortar al pequeño serafin que tenía frente a ella.
💭: Ella también es diferente... Como yo...
Dijo el pequeño serafín entre sus pensamientos. Vió como una lágrima corría por la mejilla de aquella rubia y se acercó a ella para limpiarla.
Momentos después la abrazó, quería también serle de consuelo.
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Fruto prohibido (AdamApple/AppleAdam)
FanficLuzbel, un serafín con mucha curiosidad por alimentar... Decide conocer a Adam, el primer hombre para hacerse su amigo, sin darse cuenta del caos que ocasionaría.