La relación de ambos había comenzado a florecer, en poco tiempo aquel lugar desolado comenzó a llenarse de pecadores, los cuales respetaban a ambos soberanos.
El rubio siempre intentó tratar a la rubia de una manera caballerosa... Tomaba su mano y siempre depositaba besos en su torso.
Sabía que no la amaba pero el cariño que le tenía podría convertirse en amor. Ante todos los pecadores, ambos estaban locamente enamorados.
El vientre del pequeño serafín comenzó a hincharse, delatando el estado del soberano. Para su mala suerte, los ascos y cambios de humor lo estaban afectando pero la rubia siempre estaba al tanto de él.
— Lo siento, mi reina... Hoy no tengo ganas de levantarme. — Dijo el rubio mientras estaba recostado en su cama, la cuál compartía con su esposa, ella yacia recostada a su lado.
— Mi Luci... No me gusta verte así... — Dijo la rubia mientras tomaba las mejillas del rubio y se acercaba para besar sus labios dulcemente.
El rubio cerró sus ojos y comenzó a corresponderle, sintió como la rubia se pegó a su delgado cuerpo.
Sus lenguas comenzaban a entrelazarse mientras ponía sus manos en los hombros de la rubia. Aún le parecía extraño al rubio el estar de esa manera con quién era su mejor amiga y ahora era su esposa.
El rubio no podía entender cómo había sucedido todo tan rápidamente, ahora se encontraba viviendo junto a ella.
La rubia tomó las manos del rubio y las guío a sus pechos, eso hizo que él se sonrojara y se separara de aquel beso y la mirará totalmente avergonzado.
— Vamos Luci... Tócame... Aún no tenemos nuestra luna de miel... — Dijo la rubia mientras incitaba al rubio a tocarla.
El rubio sentía como su corazón latía rápidamente, tragó duro y dejó que ella lo guiará.
Comenzó a acariciar sus pechos de manera dudosa, era la primera vez que estaba con una mujer... Además de que su primera vez había Sido con el castaño.
La rubia volvió a besarlo mientras ella misma bajaba su vestido, mostrando sus pechos desnudos.
El pequeño serafín sintió la piel de la rubia bajo sus dedos... Sintió como la rubia tocaba su miembro y soltó un pequeño jadeo.
Aquello era totalmente extraño para el rubio, jamás había sentido algo así... Se separó de aquel beso, mordiendo por accidente el labio de la rubia.
El pequeño serafin vió como ella seguía acariciando su miembro mientras él continuaba jugando con sus pechos.
Era una experiencia totalmente nueva para él, cerró sus ojos mientras comenzaba a dejarse llevar.
La rubia dejo de acariciar el miembro del pequeño soberano y se arrodilló frente a él.
El rubio abrió sus ojos mientras la miraba, sentía como su corazón latía rápidamente y su respiración era acelerada.
Lucifer abrió sus ojos al sentir como la rubia introducía su miembro a su boca, cerró sus ojos mientras disfrutaba de aquel trato especial que su esposa le daba.
La rubia comenzó a succionar aquel miembro, mientras sentía como comenzaba a ponerse cada vez más grande, signo que el soberano estaba disfrutandolo.
— Aaaaaaagh... Li-Lilith... — Se escuchó el jadeo de Lucifer mientras llevaba sus manos a los cabellos de la rubia y seguía con sus ojos cerrados.
No podía creer que ella fuese capaz de hacer algo como eso, ni siquiera sabía que su boca podía ser usada de esa manera.
El pequeño soberano abrió sus ojos y miro a aquella rubia, era una escena demasiado erótica para alguien que no tenía mucha experiencia sexual.
No pudo aguantar mucho tiempo y terminó corriéndose en la boca de la rubia, abrió sus ojos como platos y se sintió culpable de no haber podido aguantar.
— Lo... Lo siento... Perdón mi reina. — Dijo el rubio mientras aún intentaba recuperar el aliento.
— No pasa nada mi amor... Tu leche es dulce... Quiero más... — Dijo la rubia con una sonrisa traviesa mientras comenzaba a tocar de nuevo el miembro del rubio.
El pequeño monarca cerró sus ojos ante aquellas caricia.
— Es-Espera... Aaaaaagh... Esta muy sensible... — Dijo el rubio entre jadeos mientras sentía como su esposa seguiría tocándolo.
— Relajate mi amor... Es nuestra luna de miel... Haré que lo disfrutes muchísimo... — Se escuchó la voz de la rubia mientras continuaba estimulando a su marido.
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Fruto prohibido (AdamApple/AppleAdam)
FanficLuzbel, un serafín con mucha curiosidad por alimentar... Decide conocer a Adam, el primer hombre para hacerse su amigo, sin darse cuenta del caos que ocasionaría.