Con todos los intentos de la princesa el exterminio había llegado, para su suerte tenía a su padre de su lado, quién le había demostrado lo mucho que la amaba.
Aunque él se había equivocado muchas veces, estaba dispuesto a apoyarla.
Lucifer se encontraba en su castillo, tenía sumamente prohibido intervenir en los exterminios pero nada decía que no podía involucrarse si los exterminadores infligian las reglas.
Estaba al tanto de la pelea, miraba como su hija y sus amigos luchaban por detener a aquellos exterminadores.
Por más que deseaba ayudarles debía ser paciente y confiar en que ellos podrían vencerlos, su plan era bueno.
Logró ver cómo aquel castaño había vencido a aquel demonio de la radio y esté había escapado mal herido.
— Maldito venado... Cobarde... — Murmuró entre dientes mientras seguía observando la pelea.
Vió como aquel castaño iba tras su hija y se puso rápidamente en alerta... No iba a permitir que la lastimara.
Lucifer vió como comenzó a golpearla, mostrando su habilidad en el combate y rápidamente decidió intervenir.
El monarca logró separar al castaño de su hija, por más que lo amará no iba a permitir que le hiciera daño a la luz de sus ojos.
Ambos comenzaron a pelear, mostrando como el pequeño monarca era superior al angel de cabellos castaños.
Cegado por el enojo Lucifer estaba a punto de matar al castaño cuando su hija lo detuvo.
Miro lo que había hecho y se sintió mal, había dejado mal herido a aquel castaño quién seguía maldiciendolos.
Sin esperarlo aquel castaño fue atacado por la pequeña Niffty, dejándolo casi al borde de la muerte.
Lucifer no podía creerlo, intentó ignorar el dolor de su corazón al ver a quien amaba y al padre de su hija prácticamente muerto.
A pesar de todo el daño que había recibido aquel hotel, había la esperanza de repararlo.
Lucifer regreso a su castillo y fue directo hacia aquella habitación, una que estaba totalmente oculta para cualquier persona que logrará atravesar su barrera de seguridad.
Vió a aquel castaño sentado en su cama, y al verlo frunció el ceño.
— Cuánto tiempo vas a tenerme aquí, perra? Era mejor que me dejarás morir antes de estar en este lugar de mierda... — Dijo claramente molesto aquel castaño.
Después de haber intentado ayudar a Charlie a limpiar los escombros de aquel hotel, Lucifer había ido a buscar a aquel castaño y lo había llevado a su castillo para intentar curarlo, no iba a permitir que muriera.
— Aún estás muy herido... Y no me permites tocarte para curarte... — Dijo aquel monarca mientras se acercaba un poco a él.
— Tocarme con tus sucias manos? Ni loco... Por cierto... Dónde está tu esposa? Escuché que te abandono... Ilógico... Tú me la arrebataste y ahora ella también te dejó a ti... A eso yo le llamo karma... — Dijo burlándose aquel castaño...
Lucifer cerro su puño mientras escuchaba sus palabras, odiaba que aquel castaño pensará eso de él cuando en realidad no había sucedido eso.
— Tu no sabes nada... No sabes lo que realmente sucedió... — Dijo aquel monarca entre dientes mientras intentaba luchar con sus deseos de golpear al castaño.
— Entonces qué putas sucedió? Dime... Después de obligarme a coger contigo... Y desaparecer... Volviste y te llevaste a mi esposa... — Dijo el castaño molesto.
Lucifer recordó aquel hecho y se sonrojó y desvío su mirada avergonzado.
Adán vió la reacción del rubio y de cierta manera también se avergonzó... Había recordado lo que habían hecho y la conexión que había sentido con él... Con ninguna de sus esposas se había logrado sentir de esa manera.
Con el transcurso del tiempo el castaño se había dado cuenta de lo que habían hecho... Y aunque no lo admitiera sentía algo por aquel enano de cabellos dorados.
— Como sea... Quiero largarme de aquí... No soporto verte... Tú y tú maldita hija... Los maldigo... También maldigo a su madre, a esa mujer... — Dijo molesto el castaño.
— Idiota.... — Dijo aquel monarca mientras sentía como sus ojos comenzaban a cristalizarse.
Aquello sorprendió al castaño, se sintió de cierta manera mal de hacer llorar a ese idiota, aunque se lo merecía por la paliza que le dió.
— Eres un completo idiota... Cómo te atreves a maldecir a Charlie? — Dijo aquel pequeño monarca, claramente alterado.
— Solamente es un decir... No te lo tomes tan a pecho... Solamente maldigo a Lilith... maldigo su vientre que la dió a luz. — Dijo aquel castaño mientras desviaba su mirada hacía la cicatriz que tenía en su pecho.
Lucifer no dejaba de llorar, le dolían aquellas palabras, aparentemente estaba maldiciendo el vientre de Lilith pero en realidad estaba maldiciendolo a él.
— Yo fuí el que dió a luz a Charlie!!! Ella nació de mí, idiota!!! — Dijo entre gritos aquel monarca.
Aquellas palabras sorprendieron al castaño, no podía imaginar que aquel monarca era en realidad la madre de Charlie.
— No digas pendejadas... Tú no pudiste dar a luz a la princesa arcoiris... Lilith no pudo haberte preñado porque no es hombre... — Dijo el castaño mientras miraba al monarca con el seño fruncido.
Lucifer estaba bañado en llanto, no podía parar sus lágrimas, intentó limpiarlas pero cada vez brotaban más y corrían por sus chapitas rojas.
— Porque ella no me embarazo... Maldito idiota... Ella es tu hija, cabrón... Tu me embarazaste... — Dijo entre gritos aquel castaño.
— Pero qué mierda? — Exclamó el castaño mientras miraba incrédulo al ángel caído. Aquella revelación impresionó al castaño... No podía creerlo... Charlie no podía ser su hija...
— Olvida que lo dije... Olvídalo todo... — Dijo el pequeño monarca mientras seguía intentando limpiar sus lágrimas y se daba la vuelta.
Adam vió como Lucifer iba a huir y rápidamente tomó su mano.
— Espera... No puedes soltar una mierda como está y después fingir que no pasó nada... — Dijo el castaño mientras lo miraba fijamente.
Si lo que aquel angel caído decía era cierto, entonces le había ocultando algo tan importante... Le había ocultando que ella era su hija...
Lucifer sintió como Adam intentó retenerlo, volteó a verlo y con un impulso abrazó al castaño.
— Lo siento... Te lo oculte... No te dije que estaba embarazado de tí... Perdón... — Dijo entre sollozos aquel monarca mientras el castaño intentaba digerir lo que había descubierto.
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Fruto prohibido (AdamApple/AppleAdam)
FanfictionLuzbel, un serafín con mucha curiosidad por alimentar... Decide conocer a Adam, el primer hombre para hacerse su amigo, sin darse cuenta del caos que ocasionaría.