CAPÍTULO 6: No dudes en tomar mi mano

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Revisó una y otra vez los papeles que tenia esparcidos sobre su escritorio. Restregó sus ojos con su pulgar y dedo índice, para después estirar sus brazos y tronar un poco su espalda en un estiramiento para quitarse la pesadez que traía en todo su cuerpo. Bostezo, estaba exhausto, eso era obvio. Habia trabajado hasta horas de la noche.

Pero unas dudas corcomian su cabeza, haciéndole imposible el conciliar el sueño por su cuenta. Sin saber que más hacer Enji marco el número de su secretaria. Al segundo timbre fue atendida su llamada.

--Dígame... --bostezo-- en que lo ayudo.

--Necesito que canceles mis citas de mañana en la tarde --escuchó del otro lado de la línea como la chica apuntaba rápidamente.

--¿Está seguro señor? Digo, esque tiene unas citas muy importantes para la tarde y...

--Debo atender algo más importante --dio un sorbo a su expresso mientras escuchaba el sonido del lapicero contra el papel--. Pasa mis citas más importantes para la mañana y en la tarde me despejas todo ¿entendido?

Y sin esperar una confirmación de su secretaria. Colgó la llamada.

Se giro en su silla y observó el lucerio de la ciudad desde la ventana de su oficina. Suspiró, volvió a girar la silla esta vez quedando frente a su escritorio. Recorrió con su mirada cada marco de fotos que tenia en su oficina, pero sus ojos turquesa se detuvieron en la foto de su hijo menor, quien en la foto se mantenía con su semblante serio y frío.

(Debo saber si eras tú el que estaba cuidando de katsuki o no)

Pensó al recordar el momento en el que bakugo salió corriendo de su oficina. La silueta de un chico pelirrojo, muy diferente a shoto fue lo que vio ir tras el rubio. Y si shoto no era quien cuidaba a bakugo ¿entonces quien era? ¿donde estaba shoto? Aún no lo sabia pero Enji Todoroki lo iba a averiguar.

****~****

Al sentir el sol en su cara kirishima frunció el ceño, aún no queria levantarse se sentia demasiado calientito ahí. Ya que la época de lluvias había comenzado le daban ganas de quedarse en la cama todo el día. Sin embargo, debia cumplir sus deberes.

Se removió entre las sábanas y al toparse con algo dirigió lentamente su cabeza hacia lo que topo. Sus ojos se abrieron en grande al ver a katsuki dormido en su pecho ¡EN SU PECHO!

El rubio mantenía su mano aferrada a su camisa, las pequeñas lagrimas que adornaban las pestañas rubias y  las mejillas levemente rojizas y mojaditas, solo lo hacían querer abrazarlo y no soltarlo nunca más. Aunque eso no era posible.

--Eres tan hermoso katsuki --susurro, acariciando el flequillo desordenado del rubio--. Quiero probar tus labios, besar tu rostro, acariciar tu pelo, sentir tu calor junto al mio y...

--Joven bakugo --tocaron la puerta--. Su desayuno esta listo --la voz de la cocinera del rubio lo hizo salir de su ensimismamiento.

Kirishima observó a bakugo y este seguía dormido, suspiro aliviado por que asi no habia escuchado nada de lo que habia dicho. Se levantó con cuidado de no despertar al rubio y al lograr salir de la cama, abrió la puerta.

--Bakugo aún no se ha despertado pero déjame el desayuno aquí y yo se lo doy.

--Está bien. Pero, ¿Qué haces en su habitación? No me digas que...

--Claro que no --la interrumpio antes de que pensara cosas que no eran-- ¿No recuerdas como vino? Lloró hasta quedarse dormido y yo me quedé a verificar que no se hiciera más daño --dijo kirishima con una preocupación inevitable.

A TRAVÉS DE TU MIRADA  {KiriBaku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora