H2O sirenas del mar - One shots

Charlotte Watsford

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Charlotte Watsford

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La cuarta sirena se encuentra admirando su habitación para luego admirar a su acompañante T/n, es una chica que la conoció en personas que alquilan para ser tu pareja, en ese caso solo la llama para cuando necesita cariño y apoyo a pesar que sale con Lewis; pero este no expresa su amor por ella, siempre tiene excusas para no ir a sus invitaciones. Siempre comunicándose con la chica para soñar que las acaricias y palabras que le da sea Lewis; pero al despertar de su realidad se desanima.

— ¿Cómo te sientes?

—No sabría que decirte.

—No es mejor hablar con él, sobre tus inseguridades y así poder conseguir un punto fijo en la relación.

—Lo hago; pero él siempre está ocupado o simplemente rompe promesas—Se acomoda de la cama para sentarse mirando el suelo.

T/n se sentó a su lado dándole leves caricias en la espalda de Charlotte, la pelirroja se puso tensa al sentir los mimos que le otorgaba de la chica, Charlotte soltó varios suspiros de alivio para mirar a la chica dándole un casto beso a T/n quien le empezó a dar masaje en el hombro. Sin embargo el momento fue interrumpido al escuchar una alarma fuerte de uno de los celulares de las chicas.

—Creo que nuestro tiempo se terminó—T/n fijo su mirada en el celular.

Eso causo un sentimiento vacío en su pecho; pero se dijo mentalmente que es lo mejor, además que esa misma tarde tendría una cita con su novio Lewis, el chico causante de sentir mariposas en el estómago. Charlotte miro de reojo a la chica que recogía sus cosas para salir de la habitación de la chica sin siquiera despedirse de la pelirroja.

...

Charlotte llevaba puesto un hermoso vestido blanco adornado de flores rosadas, tacones pequeños rosados claro, un collar de perlas decorado en su cuello, sus labios pintados de un rojo suave mezclado con un brillo, su hermoso cabello con un estilo de trenza holandesa y sus manos jugaban con su pequeño bolso, el viento movía lentamente su atuendo, los rayos del sol reflejaba toda su cara su piel radiante. Espero en silencio la llegada de su novio.

Paso una hora nada que había llegado, se tomó el tiempo de caminar un poco por el lugar y distraerse de ver los productos que vendían en algunas tiendas, mientras esperaba a su dulce amado, de vez en cuando mira el celular esperando una notificación del rubio.

Si la había dejado plantada otra vez, Charlotte simplemente se soltó a llorar, lo único que quería es recibir amor y tener amistades verdaderas; pero nada le funcionaba, cuando le decía a Lewis que dejara estar siempre con las chicas, la única razón es para que le prestara atención en su relación; sin embargo no funcionaban todas sus advertencias eran en vano, cada vez que intentaba integrarse con las chicas, las apartaban a pesar de que esta quería generar confianza en ella. Llamo rápidamente a la única persona que la comprendía y que la hacía sentir algo, esperando su llegada sin poder soltar más lágrimas.

— ¡Charlotte! — T/n se acercó dónde estaba la joven, sentándose a su lado y poniendo la cabeza de la pelirroja en su pecho para acariciar su pelo con suavidad, escuchando como esta comenzaba a sollozar—Ya estoy aquí tranquila, me imagino que no ha venido tu novio, pensaste en todo lo que está pasando de sus tratos y de esas chicas ¿Verdad? Te sientes miserable, rota.