H2O sirenas del mar - One shots

Rikki Chadwick

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Rikki Chadwick

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Rikki se encontraba echándole agua a las plantas en silencio, antes de ir a cerrar el agua de la manguera siente unas manos alrededor de su cintura y como la persona le deja varios besos en el cuello causando que suelte varias risas por la sensación, se quedaron así hasta que la rubia le dio leves palmadas dando entender que necesitaba su espacio personal.

—Buenos días amor—Beso los labios de la rubia que corresponde con una sonrisa.

T/n una chica latina y novia de Rikki se conocieron en uno de los antiguos trabajos que se dedicaban en atender clientes; pero sintieron una conexión al darse cuenta que eran un asco y compartían muchas cosas en común, iniciando muchas salidas de citas para luego iniciar una relación la cual tienen dos años juntos, T/n convenció al padre de Rikki que viviera con ella donde al principio se negó; pero al ver a su hija feliz con él accedió a cambio de visitarlo tres días a la semana para verla sana y a salva.

—Llegaste temprano.

—Hoy el jefe nos dejo salir mas temprano de lo usual, creo que tiene planes o algo así.

Cada mañana, antes de salir a trabajar, Rikki preparaba un desayuno sencillo: un par de tostadas con mermelada y café. T/n siempre se aseguraba de agradecerle con una sonrisa. "Es lo mejor que he probado", solía decirle; aunque sabía que era un simple desayuno. Rikki con sus ojos brillantes, le respondía: "Lo importante es que lo compartimos".

A pesar de las dificultades, siempre buscaban momentos para disfrutar juntos. Después de un largo día de trabajo, T/n regresaba a casa con una bolsa de palomitas de maíz que había conseguido a un precio especial. Se sentaban en la cama, compartiendo risas y sueños, viendo la serie que ambos adoraban. Era su ritual; no necesitaban lujos para ser felices.

Se daban de vez en cuando pequeños besos en los labios, T/n le acariciaba el brazo con suavidad eso le encantaba Rikki la hacía dormir, se levanto con cuidado al ver a la rubia dormida apagando la televisión abriendo un poco la ventana para que entrara el aire fresco que hacia en la noche, se acostó a su lado y arropándose en la manta delgada a la vez suave.

...

Un día, mientras caminaban por el centro comercial para poder despejar su mente, además que T/n de lo que trabaja pudo obtener algo para poder comprar unos helados, ya que, lo demás lo gasta para las necesidades básicas, Rikki notó que T/n se detenía a mirar una vitrina. Había un hermoso collar que brillaba bajo el sol.

—Me gustaría regalarte algo así algún día—Le dijo T/n, con un susurro de anhelo. Rikki sonrió, sabiendo que era un deseo casi imposible en su situación.

—No necesito joyas, amor. Tenerte a mi lado es suficiente.

T/n la miro con una pequeña sonrisa; aunque desde el punto de vista para Rikki le parecía mas una mueca, la rubia le dejo un beso en la mejilla para seguir con su caminata sin borrar esas pequeñas sonrisas.