13ª Flor

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Puede ser un poco fuerte el capítulo.  

La estuve esperando un buen rato bajo el árbol. No podía evitar pensar el hecho de que Alek me había cogido manía, aunque me daba igual; esta vez nadie se metería en mi camino. Si tenía que matar, mutilar o amenazar me daba igual hacerlo ya que estaba más que acostumbrado a ese tipo de prácticas.

Ya que no pude proteger a mi madre, la protegería a ella.

Vi a lo lejos un vestido azul que venía corriendo hacia mí. Y se paró justo enfrente de mis ojos. Arqueó su espalda sobre sus piernas intentando recuperar el aliento.

-Llegué tarde- intentó recuperar el aliento.

-Un poco- dije serio.

-Tie-nes m-mucho... Tienes mucho que c-contar-contarme- respiró entrecortada.

-Vamos- me sentó bajo el árbol y ella se sentó delante de mí y la abracé por la espalda.

-¿Qué quieres saber?- pregunté.

-Quiero saberlo todo sobre ti- se recostó sobre mi pecho.

-No podemos vernos tanto como queremos porque eso nos pondría en peligro, tenemos que disimular- le di un beso en el cuello.

-Por eso me trataste así- se giró y me miró-- Realmente me sentí muy mal- me miró con gesto reprobatorio. Yo le di en los labio un beso suave y dulce para calmarla.

-Tenemos que ser muy cuidadosos- la atraje hacia mí.

-Eso lo sé- hundió su cara en mi pecho.

-Ahora lo entiendes- le susurré al oído. Ella asintió.

Alzó la cara.

-Le pediré a mi hijo que sea nuestro Cupido- esbozó una sonrisa.

-Lo veo difícil, no le caigo bien a tu hijo- la rodee con mis brazos-. Algo se nos ocurrirá- le acaricié y le di un beso en la cabeza.

-No quiero separarme de ti- susurró.

-Ni yo- cerré los ojos y la abracé con más fuerza.

-Tengo curiosidad de algo- se separó un poco de mí, pero yo seguía agarrándola.

-¿Qué es?- dije cortante.

-¿Por qué nos odias tanto, a los americanos?- preguntó inocente.

Yo bajé los brazos y la solté.

-Eso no es asunto tuyo- dije tan helado como un témpano de hielo.

-Realmente no confías en mí- se levantó y me dio la espalda. Yo me levanté y la abracé-. Quieres estar conmigo pero me ocultas cosas -se giró y me empujó para que la soltara-. Quiere que esté contigo pero me ocultas algo tan simple como eso. ¿Sabes que odias una parte de mí?- dijo al borde del llanto.

Realmente me debilitaba cuando me miraba así, solo podía ceder.

-Está bien- su cara se iluminó, te diré por qué odio a los americanos- dije-. Los odio porque... -las lágrimas, tuve que girar la cara.

-¿Qué ocurre?- preguntó preocupada.

La miré a los ojos directamente serio, apreté los puños y dije:

-Un americano violó a mi madre cuando tenía casi seis años.

Ella se puso pálida y las piernas le fallaron. Yo me puse a su lado rápido y le ofrecí mi hombro para que se apoyara en mí, ella con un movimiento rápido me pasó los brazos por encima y me atrajo hacia sí.

-Lo siento- sollozaba-. Seguro que no querías recordar eso- empezó a llorar en mi hombro.

-Vamos- la ayudé a levantarse y nos sentamos los dos bajo el árbol. La miré y ella me devolvió la mirada. Había decidido confiar en ella, así que le revelaría una de las experiencias más traumáticas de mi vida.

-Un día estábamos en casa, faltaban dos días para mi cumpleaños y a ella sintió algo extraño. Me dijo que me escondiera en un armario y no saliera hasta que ella me lo dijera. De repente, escuché un golpe en la puerta y después la caída de esta, sonido de cristales y cosas cayendo- Rose me agarró la mano con fuerza-, tela rasgándose, gritos, insultos, amenazas, las súplicas de mi madre, más gritos. Me quedé en shock. Era pequeño, pero sabía perfectamente lo que ocurría. A los dos, tres,cuatro, no sé cuántos días pasé en ese armario, pero recuerdo que mi padre me sacó temblando y me llevó con él. En ese momento, cambié- las lágrimas empezaron a surgir de mis ojos y enterré mi cara en las manos. Rose me abrazó dejando caer mi cara en su pecho-. No pude hacer nada- pasé mis brazos por su espalda y agarré con fuerza su uniforme.

-Eras un niño, no fue culpa tuya- me acarició la cabeza-. Todo está bien. Seguro que tu madre ahora está bien- me dio golpecitos en la espalda.

No sé cuánto tiempo estuve así. Solo sé que era la primera vez que le mostraba mi debilidad a alguien.

Las Flores del Sakura( Saga de las Flores I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora