Más Fuerte (Sakura)

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Apoyó su mano en mi vientre mientras hablaba en suaves susurros. El bebé aún no podría escucharle, pero no quería interponerme ante aquel gesto tan bello y dulce de parte de Kakashi. Aunque apenas tuviera un mes yá estábamos ansiosos en conocerlo.

-Enterarme de tu existencia me hizo muy feliz, por favor crece sano y fuerte. Fuerte como mamá...

Sonreí

-Y muy hermosa-dije con picardía

-Muy hermosa, tu madre es guapísima cuando la conozcas te darás cuenta -Susurro Kakashi despacio y beso mi vientre que aún no sé notaba mi embarazo.

Nuevamente abrazó mi vientre y poco a poco se quedó dormido. Pero no pasó mucho tiempo hasta que se despertó por un fuerte ruido de la sala de estar. Kakashi, al ver mis intenciones de levantarme, me detuvo y negó con la cabeza.

-De seguro fue nuestro hijo, yo iré con él.

Asentí, intentando no reírme. Sakumo era tan solo un niño de 5 años que volvía loco a su padre, en el buen sentido, por supuesto. Tendía a ser muy energético y travieso.

No pasó mucho tiempo cuando los dos hombres de mi vida entraron a la habitación. Kakashi bajó a nuestro hijo de sus brazos y corrió hasta subirse a la cama.

-¡Mami!

Se abalanzó hacia mí y se arrulló a mi lado, rodeándome con sus pequeños brazos.

-Buenas noches, mi niño. ¿No se suponía que ya debías estar durmiendo?

-Ah sí, yo... Bueno, yo solo me dio hambre -admitió con sus mejillas rojas y con poca vergüenza-. Hice caer unas cosas del refri, mami. Lo siento.

-No te disculpes, la próxima llama a nuestra puerta, ¿vale, campeón? -Kakashi acarició sus cabellos platas con cariño. Se acostó a un lado de Sakumo, apoyó su mano en su mejilla observando a nuestro hijo y a mí.

-Exacto, papá tiene razón -dije y besé su frente.

-Mami, cántame mi canción.

Asentí gustosa y aclaré un poco mi garganta.

Kakashi cerró los ojos con una sonrisa complacida. Cuando terminé de cantar, mi hijo ya se había quedado dormido y Kakashi lo tomó en brazos para acomodarlo de mejor manera en medio de nosotros, juntos como una familia de 4, claro, contando al bebé en camino.

La luz tenue de la lámpara de noche bañaba la habitación, creando una atmósfera cálida y acogedora.

-Crees que Sakumo sienta celos de su nuevo hermanito o Hermanita-Le pregunte a kakashi pero no me contesto - . Kakashi, estoy hablando contigo...

Se giró hacia mí y sonrió avergonzado un poco.

-Perdón, me distraje.

-¿En qué o en quién estabas pensando?

-En ti, y en lo feliz que me haz hecho durante todos estos años.

Me reí y negué. Levanté mi mano y peiné su cabello hacia atrás, pero su cabello rebelde no cedía, volviendo a caer en su frente.

-No lo se, ¿en esa joven ninja que no deja de solicitar que la acompañes en sus misiones?

Mi voz salió en reclamo sin querer, había una ninja que siempre solicitaba ir a misiones con Kakashi pero mi esposo hace misiones solo, o con sus viejos amigos. No me agrada esa insistencia.

-No te pongas así -besó mi frente y empezó a repartir besos en mi rostro hasta robarme unas sonrisas-. ¿Estas celosa, mi amor?

-Mucho -sentenció con convicción.