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~¿Por qué está tan oscuro cuando no estás aquí...?

Yunjin no sabía que Chaewon era tan buena con la boca.

Jadeó al sentir la cavidad húmeda de la chica rodeando su miembro, y bajó la vista, chocando con los ojos dispares de la menor, que lamía toda su longitud con una lasciva, enorme sonrisa.

Estaba acostada en su cama, la muchacha entre sus piernas, totalmente desnuda, y Chaewon volvió a meter la polla en su boca con un aguado sonido morboso.

Otra vez jadeó cuando la mano de la omega subió y bajó junto con su boca.

—Cha-Chaewon... —gimió, la omega alejándose, con la saliva escurriendo por su barbilla.

—¿No te gusta, Jinnie? —ronroneó, ahora sólo lamiendo la punta de su miembro, sin dejar de mirarla, sus ojos nublados por el placer.

La de cabello anaranjado mordió su labio inferior, respirando aceleradamente, y notó que Chaewon estaba penetrándose con sus dedos, con sus mejillas ruborizadas y haciendo bajos sonidos obscenos.

Mierda. Mierda. ¿Desde cuándo Chaewon podía ser tan caliente?

—Date... vuelta... —gruñó, y la sonrisa de la omega se acentuó más, obedeciendo con rapidez para satisfacer a su alfa.

Aquel pensamiento la calentó más de lo que ya estaba.

Su alfa. Mía. Mi omega.

Notó que Chaewon se giró sin quitar la mano de su interior y Yunjin gruñó en advertencia. La menor simplemente soltó una risilla, quitando sus dedos y volviendo a atender el miembro de Yunjin con su boca. La alfa no lo dudó ni un poco: la penetró ahora ella con dos dígitos, que se deslizaron fuertemente en el interior de Chaewon, y la chica movió sus caderas en señal de querer más.

Cuando la iba a tirar sobre la cama para marcarla, despertó.

Abrió los ojos, jadeando, sudada, con un serio problema en su pantalón.

Tragó saliva, completamente incrédula y sin poder comprender un poco lo que estaba pasando. Qué significaba lo que acababa de ocurrir, el por qué Chaewon estuvo en su sueño.

Por qué se excitó como si tuviera quince años.

Se puso de pie, tambaleante, tratando de no hacer ruido alguno, y fue al baño para humedecer su rostro. Se forzó a buscar alguna solución para ese problema allí abajo.

Mojó su cara, mirando el reflejo en el espejo, y su mente la traicionó por completo.

Volvió a imaginarse a Chaewon de rodillas frente a ella, usando su boca, gimoteando en voz baja.

Esa erección no iba a desaparecer así como así, lo sabía.

Maldiciendo por lo bajo, volvió a su cama mientras se quitaba los pantalones del pijama.

Iba a tener que apurarse pronto con esa maldita apuesta o, muy probablemente, seguiría teniendo sueños como ese. Acostarse con Chaewon o descargarse con algun beta. No, tenía que ser Chaewon. Lo sabía muy bien.

Tomando aire, comenzó a mover su mano para arreglar su problema entre las piernas.

***

Chaewon estaba sentada en el suelo, mirando la televisión, ignorando los morbosos sonidos que hacía su mamá al besar a Dongyul, y trató de ignorar también ese molestoso pie que golpeaba su espalda constantemente.

Recordándole quién tenía el poder allí.

Abrazó sus piernas, queriendo huir a su habitación, pero no quería parecer grosera.

monocromía; hot summerzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora