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Lee Minho tocaba sus labios con sus dedos, de forma suave, aún mantenía ese pequeño cosquilleo que había dejado Jisung cuando lo beso esa tarde en la casa de los Han.

Cuando su amigo le propuso que fingiera ser novio, supo que sería un desastre. Todas las posibilidades eran las indicadas para que se cumpliera el dicho: una receta para el desastre. Los ingredientes estaban ahí, sólo faltaba que fueran utilizados.

Sin embargo, dentro de ese desastre, nunca pensó que le gustaría un beso de su mejor amigo, definitivamente había algo mal ahi con él. Muchas veces, sus compañeros de escuela le dijeron que era un acomplejado respecto a Jisung: nunca podía decirle que no, siempre estaba pegado a el menor, como perrito faldero, como un chicle, como uña y mugre. Él era la mugre.

— No estuvo tan mal después de todo, pero estoy seguro que ella sigue sin creernos.

En todo caso, para Minho, su amigo era un ejemplo a seguir. El tipo de chico o persona en general, que le gustaría ser. Genial y brillante.

Han, sin tapujo ni pena, siempre estaba haciendo lo que quería, metiéndose en problemas a propósito. También era, jodidamente guapo e inteligente. Jisung es simplemente genial, precioso y brillante.

—Soy el ejemplo perfecto de idiota.

Se dijo asi mismo, si Sooyoung, su hermana menor lo hubiera escuchado, estaría de acuerdo con él.

A Minho le gustaba estar rodeado de personas geniales. Como por ejemplo, Bangchan, su compañero de salón, el chico todos los días componía música en el taller de canto, y las grababa para venderlas a precios mediocres, pero sabía que poco a poco se haría famoso. Además también era bueno rapeando y de vez en cuando lo llevaba a eventos. Igual de genial estaba Kim Seungmin, quien a su corta edad, ya se encontraba dirigiendo varios asuntos de la empresa de electrónicos de su familia.

—Lee Minho, ¿por qué eres tan tonto?

Se tiró en la cama y rodó por ella varias veces. Se detuvo, sólo para abrazar una almohada, como si se tratara de un oso. Tal vez se había equivocado al aceptar la propuesta de Jisung, no quería involucrarse con él, en el sentido de noviazgo. Sabía que todo iba a salir mal, en prime lugar, los amigos no se besan en la boca, por muy cercanos que sean.

—Espero que podamos ser amigos siempre.

Una vez cruzada esa línea, no había forma de que terminara bien. Lo sabía y aún mantenía la esperanza. No quería dejar de ser amigo de Jisung.

¿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗯𝗲𝘀𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora