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Minho se dejó caer en su cama, recordando las duras palabras de Jisung.

"Tú y yo ya no podemos ser amigos"

Y el sólo hecho de recordarlo, hizo que las lágrimas salieran con fuerza de sus ojos sin oportunidad de detenerlas. Para el chico Lee, Han Jisung era un egoista, quien lo había convencido de fingir ser novios, lo había besado y persuadido de sobrepasar la línea de la amistad una y otra vez de todas las formas posibles que se podia imaginar y ahora aseguraba que ya no podían ser amigos.

Tenia que ser una jodida broma de mal gusto, ni siquiera se digno a responder cuando Minho, pregunto:

"— ¿Por qué ya no podemos ser amigos?"

"—Ya deberias saberlo." Habia respondido y se había dado la vuelta sin decir nada más, alejándose de Minho mientras le daba la fría espalda.

Cuando más tarde, Jisung llamó después de la conversación, Minho no contestó. Si Han era desconsiderado con él, entonces le pagaría con la misma moneda. Tampoco tenía muchas ganas de enfrentarlo pues aún se encontraba muy confundido.

Peor aún, seguramente Han no le llamaba para preguntar cómo se encontraba o porque de verdad deseara hablar con él, lo más probable es que quisiera convencerlo para que se presentará en la dichosa cena de compromiso que estaba organizando Yoonah. Una cena a la que no queria ir, sería el fin. El plan de Jisung era loco y estúpido, Minho no lo rechazaría para que se fuera a otro país y se olvidara de él y de que hubo un tiempo en el que eran mejores amigos.

Recordó con nostalgia las veces que vieron películas de terror juntos, jugaron videojuegos, hicieron equipo para los trabajos escolares y eran pareja para hacer los ejercicios de educación Fisica. Tantas cosas insignificantes que eran apreciadas por él, Jisung era la única persona con la que se sentia seguro y bien.

Finalmente se limpio la cara, quitando el rastro de lagrimas, no era su intención llorar hasta deshidratarse y en ese momento su madre entró sin tocar la puerta. Ella parecía indignada.

—Escuché que la madre de Jisung está planeando una cena de compromiso, le diré que cancele esa estupidez, ustedes son muy jóvenes para casarse —dijo inmediatamente pero cuando vio los ojos rojos de su hijo, se detuvo y se acercó a la cama hasta sentarse
—. ¿Por qué lloras?

Pasó una mano por el cabello lacio de Minho, síntiéndose la madre más cruel del mundo. Nunca estaba para sus hijos, su tiempo y dedicación la mayor parte de su vida ha estado dedicada a la actuación, al trabajo y sus ganas por ser cada vez más exitosa. Creía erróneamente que sus hijos se habían convertido en personas que realmente no parecían necesitarla, sobre todo su hijo mayor, Minho siempre había sido tan responsable y tranquilo, responsable en la escuela y en los deberes del hogar. Pero incluso Lee Minho podía llorar de forma desconsolada.

Ella limpió algunas lágrimas y le dio un beso en la frente.

—No quiero perder a Jisung —Minho dijo en un susurro.

—Oh, cariño, no vas a perderlo, pero sigo creyendo que son muy jóvenes para casarse. Al menos espera hasta que terminen la universidad y laboren por algunos años.

Minho negó.

—No quiero estar lejos de Jisung.

¿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗯𝗲𝘀𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora