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Esto está muy mal. Minho se repetía una y otra vez, su consciencia era consciente de sus actos, pero sus hormonas no, estaban alborotadas y necesitadas de placer, de los besos de Han y sus caricias.

— Ah —dejó escapar un gemido placentero. Su mano se movia al mismo ritmo que la de Jisung, ambas, empapadas de pre semen: pegajosas que se movían sobre un pedazo de carne, sensible y perceptible de las caricias.

—Min —la voz de Jisung, la cual tenía un tono ligeramente grueso y carrasposo, le avisaba que el menor ya estaba a punto de correrse, más fuerte.

Minho obedeció, movió su mano alrededor del miembro de Jisung, con un poco más de fuerza y velocidad que antes. Gimió y casi lloró cuando Jisung también lo hizo con el suyo, insistiendo en llevarlo al orgasmo al mismo tiempo. Y así fue.

Luego de unos minutos, ambos descansaban y superaban sus propios orgasmos. El cuerpo pesado de Jisung estaba encima de el de Minho y el mayor, no hizo ningún esfuerzo por alejarlo, sintiéndose debilucho y necesitado de calor y cariño.

—Sigo pensando que esto está mal —dijo suavemente al menor. Jisung lo miró con los ojos interrogantes, como si no supiera el por qué, ni la razón de sus palabras.

—Somos novios, no está mal —mencionó como si fuera obvio.

Minho se molestó al oír sus palabras. Su mente y corazón estaban demasiado sensibles para escuchar la estupideces de Han.

—No somos novios, bueno sí, pero de mentiras. Y no soy gay, tu tampoco.

Esta vez Jisung lo miró seriamente.

—Tampoco somos completamente heteros, de todos modos, ¿A quien le importa?. ¿Cuál es el problema si nos sentimos bien tocándonos? —Jisung pasó sus manos por su cabello  arreglándolo un poco. —Lo hemos hecho varias veces desde que empezamos. A veces eres tú el que inicia, como hoy.

Minho recordó como ambos estaban haciendo la tarea en la sala del comedor. Uno enfrente del otro, apoyándose y consultando sus dudas. Todo iba bien, hasta que Minho movió su pie y lo colocó encima de una pierna de Jisung, provocando un sobresalto por parte de Han. Sonriendo de forma maliciosa, movió su pie hasta tocar el miembro de Jisung, que dejo escapar un gemido de excitación pura.

—Mierda Hyung.

Minho por su parte empezó a mover su pie sobre aquella zona, a la que conocia como peligrosa, enorgulleciéndose cuando logro conseguir una erección de Jisung. No tardó mucho para que ambos decidieran que era mejor terminar en la habitación. Lee meditó sus acciones, por dios, estaba perdido. Estaba perdido por Han Jisung y no podía dejar de estarlo, pero no debían, porque ellos eran mejores amigos.

¿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗯𝗲𝘀𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora