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Minho saltó rápidamente de la cama, apresurado y al mismo tiempo asustado, se puso de pie y se alejó del agarre de Jisung. No tenía que encender las luces de la habitación para darse cuenta que su amigo tenía razón y que estaba duro. Se había exitado por Jisung y eso estaba jodidamente mal. Justo lo que sabía, no debía pasar, sería malo para su amistad.

— Deja de molestarme —advirtió, pero tono de voz que utilizó fue nervioso y tímido. —¿Por qué me tocaste? —preguntó, no pudiendo ocultar su enojo.

Jisung estaba sobrepasando la línea de lo insano. No queria involucrarse, aún mas, de lo que ya estaba, sabia que iba a terminar llorando.

—Lo siento —Han se disculpo —, lo siento Minho. No queria hacerte sentir mal, sólo, no sé que me pasó, regresa a la cama por favor, es noche.

—No, me iré a casa —el mayor se movió por la habitación para encender la luz, sin embargo, antes de que pudiera darse cuenta, Jisung tomó el brazo de Minho y jaló de él.

—No la enciendas.

—Suéltame Jisung, he dicho que me iré a casa —trató de alejarse de su mejor amigo, pero el menor tomó la otra mano de Lee con fuerza e hizo que la palma de su mano tocara su entrepierna. Entonces Minho se dio cuenta de que no era el único exitado.

—También lo estoy. No es nada del otro mundo, es completamente natural, no me avergüenzo de tener una erección, eso demuestra que estoy completamente sano —sonrió de forma descarada, como si hablara de una cosa sin importancia.

Minho dejó pasar saliva por su garganta y empezó a mover su mano sobre la tela que cubría la erección de Jisung, de forma instintiva.

—Eso se siente bien —susurro Han —. También lo haré por ti.

—Regresemos a la cama —pidió el mayor en un susurro. Siendo consiente de que estaba a punto de arruinar su amistad.

—¿Minho, puedo darte un beso?

—Ya me has besado varías veces, ¿en serio vas a preguntar?

—Treinta y nueve.

—¿Treinta y nueve?

—Ya nos besamos treinta y nueve veces, Min.

No pudo evitar un sonrojo en el rostro. Las palabras de Han, el simple hecho de que contara sus besos, eran demasiado para procesar. Ambos volvieron a la cama y se besaron muchas más veces de lo que habían hecho antes.

Cuando Minho se levantó de la cama, Jisung seguía durmiendo, se preguntó qué rayos les pasaba a ambos para comportarse como lo habían hecho a media noche.

Tocar el pene del otro hasta que se corrieran, definitivamente no estaba en el acuerdo verbal que habían tenido. Los besos eran una cosa, meramente pasable y no tan grave, pero lo que habían hecho esa noche podía considerarse como sexo.

En ese momento no habia pensado detenidamente. Lee se había dejado llevar por el momento, la excitación y el placer que el causaban las manos de Jisung en su cuerpo. Aún recuerda la sensación de caer en la cama con el cuerpo de Jisung encima, ambos calientes y tocandose por todas partes, su novio de mentiras, incluso había lamido su pecho mientras él no podía dejar de gemir. Tampoco habían dejado de besarse. Había sido intenso y al mismo tiempo, prohibido.

¿𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗯𝗲𝘀𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗷𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora