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Donghae


Jungsu dejó a Junhan en la
mansión de camino al trabajo.
Era la segunda vez que venía
de visita en estas cuatro
semanas desde que me mudé a
Jeju. Aunque, de vez en cuando,
intercambiábamos textos.

Esperé en la puerta mientras
besaba a Jungsu dentro de su
mercedes antes de que saliera, y
él se marchó con un breve saludo
hacia mí.

Junhan estaba vestido con
pantalones cortos de jean y una
camiseta sin mangas. Ya hacía un
calor insoportable afuera.

-Bonita camisa-dijo con una
sonrisa a medida que me
abrazaba.

-Gracias. Me encantan tus
pantalones cortos.

Junhan miró detrás de mí.

-¿Quién está de guardia?
Resoplé.

-Jeongin. Después de todo, es
fin de semana.

-Los hombres de la mafia son
protectores.

-Espero que algún día pueda
protegerme yo mismo. He tenido
otra lección de tiro con Hyukjae.
Estoy mejorando.

-Jungsu ha estado intentando
mejorar mis habilidades de
defensa personal durante
meses, pero es un proceso muy
lento. Y la mayoría de las
veces terminamos besándonos.
- Se calló, ruborizándose-. Lo
siento. Demasiada información.

Sonreí.

-No te preocupes. No me importa.
-Lo llevé al patio. Una
sombrilla grande sombreaba los
muebles de la estancia, asi no
sufriríamos un golpe de calor en
el sol del mediodía- Podríamos
pedir sushi, ¿no crees?

-Oh, sí, -Levantó su mochila- ,
Traje un bañador. Va a hacer
mucho calor. Pensé que podriamos
nadar en la piscina más tarde.

Treinta minutos después, nos
acomodábamos en los sillones,
con platos de sushi tendidos en
la mesa frente a nosotros.

-¿Cuándo supiste que querías
estar con Jungsu? -pregunté,
recogiendo un pedazo de maki de
aguacate.

Junhan consideró la pregunta,
masticando pensativamente.

- ¿Quieres decir en un sentido
físico o en una relación?

- Ambos, supongo.

-Fue un proceso gradual. Me
sentí atraido por él desde el
principio, pero también me
preocupaba acercarme a él.
Con el tiempo, mi corazón y
mi cuerpo le ganaron a mi
racionalidad.-Se echó a reir.

-A veces me pregunto cómo se
sentiría estar con Hyuk -solté.

Junhan dejó caer el pedazo de
Sushi que estaba a punto de
meterse en la boca y parpadeó.

-¿No has estado con Hyuk
todavia?

Me sonrojé. ¿Deberia haberlo
mantenido en secreto? Tal vez
Hyukjae no quería que los demás
supieran que él no era un
monstruo; no, que no actuaba
como el monstruo que era. Pero
necesitaba hablar con alguien
al respecto, y Heechul ya no era
una opción porque ahora formaba
parte de la Camorra y él formaba
parte de la Famiglia. Tregua o
no, las familias eran enemigas.
Nuestras llamadas telefónicas
habían sido una tarea difícil,
contarle sobre mi vida diaria
Sin al mismo tiempo revelarle
ninguna información importante,
y podía decir que a él le
sucedía lo mismo.

-No, me asusté en nuestra noche
de bodas, y no ha intentado nada
desde entonces.

Junhan parpadeó hacia mí.

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