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Donghae










Tuve que ahogar un jadeo cuando vi a Jeongin. Algunos soldados lo llevaron a la mansión y Jungsu soportó su peso mientras entraba
cojeando a la sala de juegos. Su hombro estaba enyesado y su antebrazo cubierto de vendas. Su rostro estaba hinchado y magullado, y la vista envió una punzada de preocupación a través de mí, pero nada, absolutamente nada,
me preparó para la mirada en sus ojos. Siempre habían sido cálidos, suaves, pero
ahora lucían atormentados, oscuros, ásperos, y una vez más no pude evitar fijarme
en lo parecido que Jeongin se veia a Christopher en ese momento.

-No necesito tu ayuda -murmuró Jeongin y se liberó del abrazo de Jungsu.

-No seas estúpido. Estás jodidamente mal.- Jungsu intentó alcanzar a Jeongin de nuevo, pero arremetió con su brazo ileso.

-¡No!- rugió, tropezando y cayendo de rodillas, jadeando dolorido.

Di un paso hacia Jeongin pero Jungsu levantó la mano, con la palma hacia afuera, sacudiendo la cabeza.

Junhan se asomó en la puerta, y la expresión de sorpresa en su rostro podría haber sido mía. Este no era el Jeongin que conocíamos.

-Innie...- susurré.

Levantó la vista lentamente y por un momento pensé que estaba llorando, pero sus ojos lucían casi febriles con angustia.

-¿Quieres saber qué es lo que está realmente mal? ¡Que estoy aquí y Chris está en sus putas manos! Nunca debió haberse intercambiado por mí. Debiste haberlo detenido.

-No se puede detener a Chris. Haría cualquier cosa por ti y tus hermanos. Absolutamente todo. Con mucho gusto sacrificará su vida si eso significa que tú puedes vivir.

Jeongin rio sombríamente, todavía arroillado frente a nosotros.

-No solo lo van a matar. Van a destrozarlo.-
Comenzó a rasgar sus vendajes, empujando a Jungsu hacia atrás, cuando intentó detenerlo, y finalmente su antebrazo apareció a la vista. La mitad del tatuaje de la Camorra estaba
quemado-.¡Van a enviarlo al infierno, y solo estamos aquí esperando que ocurra!

El pecho de Jungsu se agitó a medida que veía a Jeongin.

-Hyuk y Mimi pensarán en algo.

-Será demasiado tarde entonces. Será jodidamente tarde- gruñó Jeongin-
Si matan a Chris, volveré y los mataré.

Envolví mi cintura con mis brazos, dándome cuenta de que acababa de presenciar a Jeongin perdiendo su inocencia. Tal vez estaba obligado a suceder. No sonaba como un adolescente enojado pronunciando amenazas vacías, sonaba como un hombre con una misión, y eso más que nada me asustó.

Jungsu tomó el hombro de Jeongin.

-Si matan a Chris...- Tragó con fuerza, su boca en una línea dura- Si matan a Chris, lo cual no harán, entraremos juntos al territorio de la Organización y mataremos hasta el último hombre responsable de esto.

Jeongin sonrió sombríamente.

-Podríamos destruir a la Organización, y podrías convertirte en lugarteniente de Daegu bajo el gobierno de la Camorra.

Jungsu pareció como si Jeongin hubiera perdido por completo la razón.

Agarró su brazo bueno y lo alzó.

-Ven. Te llevaremos a la cama. Estás agotado.

Jeongin no se resistió y los vi dirigirse hacia el ala de Jeongin.

Tragando con fuerza, cerré los ojos. Un toque suave me hizo abrirlos nuevamente.

-Dios mío -susurró Junhan-. Lo que sea que sucedió con la Organización... lo rompió.

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