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Hyukjae







-Entonces, ¿qué? ¿van a mantenerme encerrado aquí para siempre?-dijo Jeongin-. ¿Un cautivo en mi propia casa?- Desde que Zhoumi lo había traído a casa hace dos noches, habíamos estado muy atentos a nuestro hermano menor y ya mostraba síntomas de abstinencia. Movimientos erráticos, transpiración y dedos temblorosos. Debía haber estado tomando esa mierda por más tiempo del que nadie esperaba.

-Te quedarás aquí hasta que estemos seguros que estás limpio -dije con calma.

Jeongin me fulminó con la mirada.

-¿Por qué al menos no puedo quedarme en mi habitación?

-Porque no hay barras frente a tu ventana y no queremos tener que instalarlas.

Jeongin sacudió la cabeza, mirando alrededor de la habitación en el ala de Christopher. Era donde Christopher solía mantener a Hyunjin.

-Esto es ridículo. No pueden tratarme así.

Christopher se abalanzó a él y lo enfrentó.

-Sabes muy bien lo que le haría a cualquier otro soldado que usa drogas y no me dice dónde las consiguió, así que tal vez deberías cerrar la puta boca.

-Si nos dices quién te dio las drogas, facilitaría las cosas.

-¿Para quién? -Jeongin se cruzó de brazos con una sonrisa amarga.

Christopher soltó un fuerte suspiro y luego su sonrisa se volvió peligrosa.

-Muy bien, entonces no nos digas. Simplemente hablaremos con C.J. y le preguntaremos. Pasaste mucho tiempo con el. Supongo que el sabe bastante.

Jeongin palideció.

-No, déjalo fuera de esto.

La sonrisa de Christopher se amplió aún más.

-No puedo hacer eso. Teniendo en cuenta que soy su Capo, debería haberme
contado todo pero no lo hizo. Eso es traición.

-¡No! -gritó Jeongin y se arrojó sobre Christopher, apuntándole con un puñetazo.
Christopher lo bloqueó, retorció su brazo y lo arrojó de cara al suelo, después se arrodilló sobre su espalda.

-Nunca más levantes tu puño contra mí.

-Jódete- gruñó Jeongin, su cara poniéndose roja.

-Jeongin -dije en un tono implorante a medida que me agachaba ante él - Tienes que parar esto. Las drogas te están destruyendo. Christopher y yo solo queremos ayudarte.

-No lastimen a C.J., lastímenme a mí.

-Tengo el presentimiento de que lastimarte no nos acercará más a la verdad, ¿cierto? -murmuré.- El dolor no te hará hablar más.

-Jamás lo intentaste. Simplemente hazlo.

Christopher lo soltó y se levantó con un gruñido.

-Cállate. Sabes que no te torturaremos.

-¿Por qué no pueden dejarme tomar mis propias decisiones? Si quiero arruinar mi vida con drogas, entonces déjenme.

Christopher lo fulminó con la mirada.

-No te dejaré, nunca. Torturaré a cualquiera para obtener información sobre esos cabrones que te vendieron esa mierda. Quiero que vuelvas a ser quien eras.

-No lo haré- dijo Jeongin en voz baja, rodando sobre su espalda-. No hay
nada que puedan hacer al respecto. Ya no soy él, tal vez nunca lo fui.

Christopher tragó con fuerza, su boca apretándose en una línea dura. Se inclinó
sobre Jeongin, agarrando su antebrazo con las quemaduras.

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