Querido diario: hable con mi mamá.

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Querido diario.

Hoy es un día de emociones encontradas. Después de un mes de mi ausencia, mi madre finalmente se dignó a venir a verme. Me sentí abandonada por un momento, aunque sé que tengo a Morgan, Elizabeth y Zack, pero... Ella es mi madre. ¿Cómo puedo dejar pasar tanto tiempo sin siquiera preocuparse por mí?

Al verla por esa puerta, sentí una oleada de ira mezclada con alivio. ¿Cómo se atreve a aparecer ahora como si nada hubiera pasado? Pero a medida que hablamos, poco a poco, fui dejando de lado mi resentimiento. La vi llorar, lloró como nunca antes lo había hecho. Escuché sus disculpas sinceras y supe que era el momento de dejar ir el rencor con ella.

Hablamos sobre todo lo que había estado sucediendo, el como yo me había sentido y ella me explico que su orgullo era más grande. Que pensaba que mi enfermedad era su culpa por no cuidarse y... Y también me contó que por un momento pensó que el suicidio era la mejor decisión. A pesar del enojo inicial, me di cuenta que era importante para ambas intentar resolver nuestras diferencias antes de que sea demasiado tarde.

Ahora, mientras escribí estás líneas, siento un peso quitarse de mis hombros. Aunque el tiempo es limitado, creo que ya es tiempo de perdonar y reconstruir una relación entre las dos. Porque incluso en medio de esta enfermedad necesito a mi mamá a mi lado más que nunca, así como ella a mí.

Estoy aprendiendo a perdonar.

Estoy aprendiendo a curar.

Y también sanar.

Con amor
Zoé Williams.

NOTA DE LA AUTORA: Hola, lectores.

No tengo mucho que decir, pero quería mostrarles esto.

Atte,

Bela.

hasta las lágrimas se secan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora