Capitulo 06: tres deseos.

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ZACK

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ZACK.

Su pecho sube y baja con calma, sus manos abrazan una almohada que ella misma se acomodó a su lado mientras todo su cuerpo se encuentra relajado.

Después de llegar al hospital nuevamente ayer le volvió a dar otro ataque de tos más fuerte, dejando que la sangre saliera por su boca mientras ella se llevaba una de sus manos a su pecho intentando calmar el ardor que aquella enfermedad le causaba.

El cáncer de pulmón es el cáncer más agresivo y rápido. El que haya tenido un parecido "ataque al corazón" fue por ello, no fue porque haya regresado su síndrome.

Este cáncer puede crecer y propagarse rápidamente por todo el cuerpo. Por lo que vi en sus estudios y hablé con su madre, Zoé ya había estado aquí por este mismo caso. Entro a quimioterapias y a pesar de todo, salió victoriosa. Logró salir de acá viva.

Hasta una nueva recaída.

Solo que esta vez ataco más rápido.

Cuando vimos que su tos no se controlaba estuvimos a punto de decir que era mejor ponerle un sedante y entubarla porque por cómo estaba iba a ser complicado que pueda respirar con normalidad. Zoé, entre tos y sangre nos suplicó que no lo hiciéramos, que ella no quería tener un tubo en su garganta.

Respetamos su decisión. Ella es mayor de edad, por ende, no podemos meternos en eso, simplemente le volvimos a dar su máscara de oxígeno en el momento en el que se calmó y pudo respirar. Su pecho subía con agresividad, como si estuviera a punto de romperse, su piel había agarrado un aspecto pálido, sus manos estaban secas.

Al principio, no entendía las visitas seguidas que hacía a la sala de quimioterapias, donde muchas veces se sentaba a hablar con una señora de tez morena quien siempre estaba tejiendo, hasta que Elizabeth me contó.

Cuando ella estuvo acá y en quimioterapias sufrió un pequeño "trauma", vio cómo su mejor amiga, o al menos la que había hecho mientras las dos iban ahí, se moría lentamente en ese lugar. Elizabeth me contó que a pesar de que podría traerle malos recuerdo a Zoé, también podría tener los recuerdo que habían construido ella y su mejor amiga.

Zoé me sorprende, a pesar de ser una mujer que sabe que está en el borde de la muerte y la vida, ella sigue sonriendo y sigue alegrando los corazones de la gente, o al menos eso me comentó la señora Emma me dijo.

Decido salir de su habitación y dejarla descansar, camino por los pasillos del hospital para ir a sala de urgencia y ver qué tipo de urgencias nos encontramos hoy.

Solo hay tres personas.

Hay una mujer con un bebé de seis meses, los dos se encuentran sentados, la mujer está cabeceando mientras que el bebé no para de llorar entre sus brazos.

A la otra esquina hay un hombre el cual tiene una pañalera a su lado por lo que me imagino que viene por algún parto.

Y, por último, el mismo señor de siempre.

hasta las lágrimas se secan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora