Capítulo #7 Somos un equipo, equipo Gojo-Nanamin ~❀

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Cálidos rayos del sol llenaban toda la habitación, se removía como un gusano dentro de una manzana mientras entreabría sus ojos. Enfoco su vista hacía el costado percatándose de que Nanami seguía durmiendo. El más bajo solía madrugar, sin embargo, seguía en su mundo de sueños sin interrupciones.



La parte superior del pijama se había subido un poco dejando al descubierto una pequeña porción de su abdomen. Sentía curiosidad, ¿que se sentiría? ¿ya podría sentirse algo de su bebe?, esa y varias cuestiones habían rondado en ese instante por la mente de Satoru Gojo.


El chico de cabello rubio seguía en dormido, por un momento se sintió tentado de tocarlo, aún no estaba seguro si debía o no, pero las ganas eran intensas. Con sumo cuidado sin moverse demasiado acerco su mano a la piel de Nanami, una leve acaricia por el estómago, Gojo suspiro contento, su amigo parecía tener piel de algodón en esa zona. Con renovado entusiasmo volvió a tocarlo con más presión, una caricia en círculos y dejándose llevar por los latidos acelerados de su corazón bajo mas la mano hasta meterla por debajo del pijama, acercándose peligrosamente al pene ajeno sintiendo como su boca salivaba.



-¿Qué haces pervertido?- susurro Nanami sin abrir sus ojos ni siquiera moverse.



Dio un salto quitando su mano rápidamente, sorprendido de que el otro estuviera todo ese tiempo despierto con los ojos aún cerrados.



-¡Nanamin! me asustaste, buenos días - sentenció.



-Pervertido ¿me tocaste por la noche? - inquirió divertido Nanami obteniendo como respuesta una mueca de desagrado por parte del otro. Decidió ignorar a Gojo (aunque una parte de si estaba muy feliz por verlo de nuevo en su departamento) y se fue al baño por una ducha tibia, trato de ordenar sus pensamientos y lo que haría con su vida ahora que un nuevo integrante se sumaría en ella hasta el final. Salió de la tina con cientos preguntas donde no hallaba alguna respuesta. Seco su cuerpo con cuidado observando su vientre plano que pronto estaría inflado como una pelota, el solo pensar e imaginarse así lo hacía sonreír, por un lado, se sentía bastante contento, por el otro aún era confuso.



En la sala, de forma trágica se encontraba Gojo peleándose con dos naranjas para quitarles el jugo, era sabido que el arte de la cocina no era lo suyo, aun así intento hacer un desayuno decente para su amigo, si bien era la primera vez que preparaba la comida matutina del rubio, sentía que debía hacerlo, Nanami tendría mucha más hambre de lo normal sumado a la charla que debían entablar por el tercero en cuestión, era mejor mantenerlo contento o podría perder sus más amados tesoros que colgaban entre sus piernas.



Nanami se encamino hacia la sala abriendo los ojos con auténtica sorpresa, en la mesa había mermelada, algo parecido a un té o infusión caliente, algunos panes, una fuente pequeña con frutas groseramente cortadas y un Gojo luchando contra una naranja. Miraba asombrado al otro por tal acción, sin más se acomodó frente a éste y tomo el pan con mermelada, un desayuno bastante fácil pero nutritivo.


Tomo aire llenando hasta el último espacio de su pulmón para lo que vendría.


-Nanamin... ¿vas a tenerlo? - pregunto dirigiendo sus ojos azules libres de los lentes a Nanami, mirándolo fijamente.


-¡Claro que sí!, que no haya sido deseado no quiere decir que no lo tendré, por supuesto que lo haré. Por la tarde debo ir al doctor y.... quiero saber si me acompañarás- sentenció el rubio.


La mitad de su cuerpo estaba como paralizado, aunque no podía evitar que toda la situación le generara un poco de pánico en realidad tenía muchas ganas con querer tocar el vientre del Nanami y acompañarlo en el viaje cual sea que recorran por el niño o niña en cuestión.

GoNana - El Heredero del Clan Gojo ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora