Capítulo #11 Nuestra historia de amor❀

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Y si de él dependiera ya no estarían susurrando palabras, sino estarían follando como locos, desenfrenados como perros en celo, idiotizados como dos locos liberados del manicomio en busca de fantasía en la realidad.



Se asemejaba a una ruda víbora los movimientos sobre su cuerpo, como quien se refriega sobre un colchón de algodón o alguna nube pasajera. Una ruta peligrosa, una oruga carnosa que desfilaba sobre la misma tentación, debía ser detenida, frenada cual sea la razón.



-No, no podemos Nanamin- murmuro Gojo con pesar.



La saliva le sabia acida en estos momentos, como si un corte seguro y eficaz hubiera tajado todo ambiente creado por la lluvia que golpeaba la ciudad. Parecía haber despertado de la fantasía que lo apartaba de la realidad, donde lo mostraba a él montado arriba de un Gojo confuso con la vista fija en la puerta como si ésta se tratará de un circo que llamase su atención.



-Tú no quieres hacer esto Kento, son solo... hormonas- sentenció cabizbajo sin mirar siquiera el rostro del rubio que parecía haber visto un fantasma.



La ausencia de sonido que siguió a esas palabras solo aumentó el shock de Nanami. Comprendía los síntomas que arrastraba el embarazo y todo lo que conlleva con ello, entre sus rápidas conclusiones no había razón alguna para que el estuviera encima de su amigo, era evidente, para Gojo lo suyo no era más que una simple amistad y claro un niño o niña que los unía sin embargo esas no eran razones para que Gojo lo mirara como algo más.



-Lo siento yo...- pronunciaba torpemente mientras se colocaba a lado de Gojo, en el colchón de espaldas por la vergüenza que sentía correr por todo su cuerpo terminando de ocultar su rostro. Jugaba con sus propias manos entrelazadas, sin moverse de su posición, tratando de no realizar un solo movimiento.


En esa habitación solo se escuchaba el sonido de la lluvia mitigando poco a poco, ambos permanecían en silencio completamente absortos en sus pensamientos propios.


Satoru Gojo no supo cómo, ni cuando cambio exactamente de pensar, siempre había visto a Kento Nanami como su mejor amigo, ese chico serio, petulante y engreído que le gustaba regañarlo, que le obligaba a estudiar para los exámenes, que le daba de su almuerzo, era quien corría a la farmacia a comprarle medicamento para la gripe cuando enfermaba.


También, Kento Nanami fue ese chico que sujeto sus manos y limpio sus lágrimas, fue quien acepto recibirlo en su departamento cuando su "apreciada" familia lo corrió de la casa por llevar un novio "hombre" y no la chica aburrida que esperaban como pareja del gran heredero de los Gojo.


Dejando de lado cualquier comentario gracioso, su mente se concentró en la responsabilidad de lo que implica este momento. Podrían desbordar de confianza, un claro ejemplo de ello fue que ambos tendrían un bebé juntos sin querer, pero lo tendrían, sin embargo, arruinar tantos años de amistad sería traspasar una línea muy fina, pero ¿acaso no habían roto aquel puente en el instante en que se habían pasado de copas y despertado juntos?, Para empezar, ¿de verdad se arrepentía de dormir con Kento?


No.


La respuesta fue automática y lo abrumo la verdad de esas simples dos letras. Gojo había cometido errores muy graves en su vida, pero la verdad en su corazón es que no se arrepentía de haber dormido con Kento, de todas sus parejas sexuales de las que ni siquiera recordaba sus rostros, el único quien no solo permaneció e incluso le dio amor fue su amigo Kento Nanami.

GoNana - El Heredero del Clan Gojo ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora