Ambos pasaron largos minutos en silencio en medio del pasillo. Gojo lo miraba con la boca abierta con una expresión que en otros momentos seria muy graciosa. Nanami había dicho todo sin siquiera parpadear.
En shock, el aire había sido arrebatado de sus pulmones al ver esas pequeñas cajas que podrían cambiar tu vida en cinco minutos.
Ya había pasado por esa experiencia, no exactamente de traer un hijo al mundo, sino que más de una vez había visto a su ex con ese tipo de pruebas donde para su suerte todas indicaban negativo, pero estas que tenía Kento en sus manos parecían indicar otra cosa por la fina lágrima que adornaba el rostro de éste y el leve temblor de su labio inferior.
Estaba seguro que se desmayaría con abrir la puerta, no fue así, sin embargo, después de ver el rostro de Gojo, decidió seguir su paso derecho hacia su habitación, no volteando atrás intento cerrar la puerta, sin contar que un medio cuerpo lo estaba deteniendo.Gojo se quitó los lentes oscuros mostrando sus poderosos ojos azules brillantes, la debilidad de Nanami. -Debemos hablar- afirmo el más alto viendo como su amigo se tiraba en la cama de costado, dándole la espalda.
-No estoy preparado para esto ahora Gojo... tenía el maldito cliché incorporado en mí, donde encontraría la persona indicada y tendría una bella familia, no así, ¡no de esta manera! - recalcó en grito y reproche.
- ¿Es mío? ¿solo ha pasado conmigo? - inquirió.
-¡No he estado con nadie más idiota!- sentenció ofendido el rubio desde su cama.
-¿Y ese tal Haibara? tu compañero de trabajo- cuestionó Gojo.
-¿Por quién me tomas?, vino a traerme el trabajo a casa aquel día que lo viste hasta pensé estúpidamente que podría ser él mi persona indicada, ¡que estúpido!- bufo.
-Nanamin... ¿Qué haremos? - cuestionó con temblor en sus palabras.
-No sé qué haré Gojo, necesito estar solo-
-¡Ya basta! ambos tenemos responsabilidad de esto, ¡deja de tratarme como a un maldito crío como mis padres porque no lo soy!- chilló furioso.
-¡Vete a la mierda y déjame solo!- tirándole una almohada de forma violenta.
Así lo hizo, di un golpe contra esa fría puerta de la habitación y salió pateando paredes a su paso.
Tenía que enfriar la mente y meditar en la responsabilidad que estaba a punto de asumir, por más que Nanami quiera llevar solo el asunto, también esa responsabilidad le pertenecía, no dejaría atrás su obligación solo porque el mayor creía que era un niño sin noción de las gravedades de la vida, no abandonaría a Nanami, porque los niños se hacen de a dos, se necesitan dos personas que se unan, en este caso fueron ellos.
Jamás imagino ser padre, las decepciones amorosas que había experimentado fueron suficiente para amargarle los sueños, no cayó ante el cliché de la familia perfecta después de su última pareja. Los pañales y biberones no congeniaban con su ser, y pensar que ahora las cosas cambiarían tanto, solo podía pensar en imágenes de niños llorando por todos lados y volvía a maldecir al alcohol y al maldito condón que había utilizado con anterioridad y no permaneció en su billetera para cuidar a él, y de su Nanamin.
Entro a su apartamento, parecía todo derrumbarse ante él en un solo día, como si de la noche a la mañana cientos de cosas inimaginables llegaran para darle la bienvenida.
Dormiría hasta el otro día, o mejor toda la semana se decía, para no pensar en la realidad que lo azotaba. Entre tantos pensamientos y discusiones con su almohada, se preguntó que será, ¿niño o niña?, hacía algunas horas supo de la noticia y ahora pensaba en el género, tan solo tenía curiosidad. ¿Tendrá sus ojos?, el mismo Gojo era un milagro, su padre es rubio, su madre de cabello oscuro, pero el cabello blanco era hereditario de su bisabuelo, incluso sus ojos no se habían visto en más de 4 generaciones de Gojo's, sus familiares solían decirle que el tener esos rasgos afirman la pureza de su sangre y lo criaron para ser el heredero de la familia,
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GoNana - El Heredero del Clan Gojo ~
FanfictieEsta es la triste (no, realmente no es triste) historia (más que historia parece novela) de como dos amigos pueden enredar sus vidas hasta un punto sin retorno por una noche de copas, sin embargo, a veces el alcohol nos da el valor de actuar, nos li...