Capítulo #4 Aquel que no debe ser nombrado ❀

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Capítulo 4 Aquel que no debe ser nombrado ❀


Fatigado y lleno de trabajo, así se encontraba casi sumergido entre papeles en su oficina. Los días que había estado libre los paso en cama, en vano intento por digerir la horrenda comida de Gojo, estaba claro que su garrapata era experta en desastres estomacales, cada porción que por insistencia tragaba, había sido botado al sanitario, en alguna veterinaria comería mejor que de la mano de su amigo.

Su segundo lugar favorito por su cuerpo, el sanitario, perdió la noción del tiempo que había estado en el aquel bendito lugar, llegó a la conclusión que su vejiga con el paso del tiempo redujo su tamaño al de un maní, desde que despertaba hasta que conciliaba el sueño su estadía en el excusado era permanente superando los récords que tenía marcados del día anterior. Prefería supervisar los últimos archivos de una campaña importante en el sanitario que volver a la oficina y tener que correr todo el trayecto bajándose los pantalones.

Una catástrofe había sido el día anterior, en cuanto puso un pie en su apartamento pudo olfatear un olor nauseabundo, lo cual hizo que abonara las macetas fuera de la entrada con su vomito del día, al terminar fue a paso firme hacia la cocina, destapo una cacerola y volvió a retomar su rutina vomitiva, en ella había rastros de ramen pasados, obra de Gojo, no llego a contar las estrellas cuando volvía a sentir nauseas.

Los días que se mantuvo en cama bajo el cuidado de Gojo transcurrieron en calma entre charlas, como solían hacerlo durante la universidad, dejaron en claro que el desliz que sucedió por parte de ambos en aquella exagerada borrachera, no fue más que una situación de ebrios, a pesar de que el mayor recitaba cientos de veces "lo siento", él también lo hizo, y así decidieron borrar esa página que no servía en su libro de amigos.



Conducía a casa del rubio para ver si aún se sentía mal y por rutina, cuando recibió una llamada de un número desconocido, no se quiso detener en plena avenida, por lo que siguió el trayecto y se detuvo a unas dos cuadras antes de llegar al edificio de departamentos. Observo su celular tratando de sacarse la incógnita de quien podría haberlo llamado, y como si fuera un brujo, sonó su móvil.

-¿Si?-

-¡Dulzura!-

Como si un rayo lo atravesara de punta a punta, sintió hasta su columna vertebral retorcer, sus ojos usualmente brillantes estaban casi salidos de sus orbitas, mientras la garganta tragaba en seco, ¿cómo?, ¿de quién obtuvo su número celular el innombrable?, los cuestionamientos mentales podrían seguir por horas, pero del otro lado de la línea, esperaban por su respuesta.

-¿Quién te ha dado mi número?- sentenció con rudeza. La mano que sujetaba el volante del auto comenzó a temblar.

-Tus padres, me encuentro en la ciudad por un tiempo y ellos me llamaron, dicen que me extrañas y quieres verme de nuevo ya que por fin te mudaste a un departamento para ti solo, quiero que nos veamos, ¿está mal? - inquirió la voz risueña.

Parecía que sus padres aún no tenían en claro la cuestión de borrar de sus vidas al "perfecto" Suguru.

Habían pasado años desde que aquella persona se había desaparecido de su vida, ahora con gusto llega a interrumpir su momento de paz, bueno, no es que estuviera muy en paz, pero la vida que había hecho con su Nanamin era mil veces mejor.

Debía de tener una cuenta muy grande que saldar con alguna divinidad para que lo castigaran de esta forma. No solo le habían puesto cuernos como venado, no con uno ni con dos, sino con cuatro hombres a los cuales conocía de nombre y apellido, destrozándole la autoestima, la seguridad y la confianza de volver a enamorarse y seguir su vida. Dejándolo irreconocible del Gojo que fue en su juventud.

GoNana - El Heredero del Clan Gojo ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora