End Of November | Minsung

31

— Han Jisung —

Mierda...

Sentía rabia y enojo, el piso frío debajo mío, los espasmos, todo me hacia recordar que no estaba en posición de poder ir a a ayudar a Jeongin. Si Changbin es capaz de mataralo, si el enserio es un traidor, el porqué lo hizo, todas esas preguntas rondaban por mi cabeza...

Esucchaba disparos a lo lejos, gritos, la voz de mi novio, la de Jungkook, Christopher, la de Seungmin y Jackson, además de la de Yunseok. Pero todos ellos estaban ocupados y yo no podía hacer nada, las lagrimas comenzaron a caer, mis balas no están en lugares críticos, pero son tres y la perdida de sangre me haría caer en cualquier momento.

— Jisung, quédate donde estás amor, llegó una camioneta más con siete hombres —

Escuché la voz agitada de Minho y golpeé el suelo, no me iba a quedar aquí, no cuando Jeongin puede estar sufriendo casi la muerte. Con toda la fuerza que pude, comencé a arrastrarme, habían dicho que estaban por aquí escondidos y deben estar cerca.

Tomé mi arma larga y con todo lo que pude comencé a aguantarme de las máquinas para moverme hasta por debajo de ellas, quedé debajo de una mesa y vi una imagen que me dejó paralizado...

El cuerpo se mi mejor amigo, ya sía en un charco de sangre, su cabello blanco estaba pintado de rojo gracias a eso y las lágrimas cayeron por mi mejilla. Entonces, miré al hombre sobre él presionando en algún lado mientras los quejidos de Jeongin se hacían más fuertes, era Changbin. Justo antes de pensar, mandé un tiro a su mano haciendolo soltar un grito, su cuerpo cayó al suelo adolorido y tembloroso, reuní todas las fuerzas que puede para levantarme y correr hasta el cuerpo del de ojos de zorro...

— J-Jeongin — patee el arma de Chamgbin bastante lejos y tomé el rostro de mi mejor amigo entre mis manos.

— J-Ji... — respondió débilmente.

— Aguant-ta p-por favor. —

Mis manos temblaban, pero aún así lo agarré fuerte y miré todo su cuerpo para notar una bala en el abdomen, había perdido mucha sangre. Rompí un pedazo de su camisa y la amarre fuertemente con que lo hizo soltar un quejido ronco.

— S-Sung-gie, v-vet-

Antes de que el dijera cualquier cosa yo tomé mi arma, apunté a la cabeza de Changbin con rabia y dolor. Tapé los ojos del peliblanco porque aún cuando el pelinegro le disparó, él estaba peleando y llorando porque no lo matara entre gritos.

Por mi parte, odie cada segundo en el que confié en él, se suponía que solo era un chófer, ¿como era que sabía disparar tan bien?, fui tonto y nunca me fijé. Siquiera en los más mínimos detalles, nunca se metió en temas serios con nosotros y como por arte de magia sabía de todo sobre defensa, estrategias, municiones y armas...

Las sospechas de Jeongin eran ciertas, pero no del todo, lo estaba engañando, pero a todos más bien.

— ¿Vas a matarme? —

— Quiero que me digas p-porque lo hiciste, quiero que me digas si todo fue f-fingido. — hablé con dificultad mientras apretaba la herida de Jeongin.

— Todo fue fingido, pero c-confiaron tanto en mi que n-nunca se dieron cuenta de nada... — habló mirando al suelo y yo mordí mi lengua con rabia.

De repente, comencé a toser fuertemente y vi un pequeño carco de sangre comenzar a formarse frente a mi con la sangre que salía de mi boca. Entonces volví a levantar el arma mientras me limpiaba y disparé a su pierna haciendolo gritar. No tenía la valentía para matarlo, pero al menos no se levantaría, entonces tomé el cuerpo de Jeongin escuchando sus quejidos y lo cargué en mi espalda como pude.