𝙋𝙖𝙡𝙖𝙗𝙧𝙖𝙨 𝙙𝙪𝙡𝙘𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙚𝙡 𝙫𝙚𝙣𝙚𝙣𝙤

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✧ ˚  ·   . And for you I keep my legs apart
And forget about my tainted heart .˚ · • . ° .

𝟰:𝟯𝟯

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Lo único que se escuchaba en mi casa eran gritos, gritos furiosos que venían de parte mía y de Tsukishima

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Lo único que se escuchaba en mi casa eran gritos, gritos furiosos que venían de parte mía y de Tsukishima.

—¡Solo es un maldito amigo Kei! — Le grito de manera furiosa y mi voz se quiebra un poco.

—Mierda Seiyi, ¿¡cuántas veces te tengo que decir que no quiero que tengas amigos!?, así como yo no tengo amigas mujeres, tú no puedes ser amiga de los hombres — Tsukishima me agarra de los hombros y me zarandea un poco de manera brusca.

—¡Pero lo conozco desde que soy una maldita niña Kei! — Intento zafarme de su agarre, el cual es cada vez más duro, de repente él deja de zarandearme y se queda en completo silencio mientras me mira fijamente.

Lo miro extrañada ante su repentina “calma” y frunzo el ceño.

— ¿Qué? — Lo apunto con la cabeza y pregunto en tono arisco esperando una respuesta, mi ceño está fruncido.

— Solo te estoy pidiendo un favor, ¿por qué te cuesta tanto hacerlo? — Tsukishima me pregunta en tono serio y con una mirada penetrante.

Lo mira seriamente y sin saber bien qué decir, ¿qué se supone que debo contestar?

— Todos tenían razón cuando me decían que eras mala persona y no debía acercarme a ti —

Ya sé lo que quiere lograr, me quiere romper como si de un cristal se tratase, no digo nada, mis palabras no salen de mi boca.

—Eres una fácil Seiyi, estoy seguro de que tu madre estaría muy decepcionada de ti — Apretó los labios en una fina línea sin decir nada, su tono es totalmente frío y bajo, como si no le importara lastimarme con sus palabras.

—Imagínate criar una niña y que luego salga igual que tú, una simple cualquiera que es incapaz de amar por el simple hecho de ser una puta — Una sonrisa socarrona se asoma en sus labios.

Él sabe que sus palabras me lastiman y aun así sonríe, sabe de la relación complicada que tengo con mi madre, me quema en el alma y lo usa en mi contra para obtener lo que quiere.

Tal vez tenga razón, debo alejarme de mi amigo, de todas formas él siempre se mete en mi relación y me dice que hacer.

—Tú no fuiste abusada, tú misma te lanza…– — Antes de que él terminara de decir eso, lo empujo fuertemente haciendo que se caiga.

Las lágrimas caen rápidamente por mis mejillas, una vez Tsukishima se cae al suelo yo me siento en cintura y comienzo a tirar de su camisa de manera violenta, lo zarandeo bruscamente con ira en mis ojos cubiertos de lágrimas.

—¡Cállate, cállate, cállate! No sigas diciendo estupideces Kei — Mi voz se quiebra y mis zarandeos se hacen más bruscos, él aún se encuentra en el piso y de vez en cuando sus codos chocan contra el suelo de mi habitación.

Sus ojos se abren de manera impresionada, logró lo que quería, logró romperme. Una sonrisa se asoma en sus labios, me abraza fuertemente aún en el suelo haciendo que yo deje de llorar y busque consuelo en el abrazo.

—Shh, está bien cariño, esas palabras son las únicas que te pueden hacer en razón — Tsukishima se sienta en el suelo y me pone a ahorcajadas suyo, me abraza fuertemente haciendo que yo esconda mi rostro en pecho mientras lloro y me aferro a él.

Esas palabras suenan tan dulces como una caricia, siento como si me hubiera golpeado para luego acariciarme de la manera más dulce existente.

Esas palabras suenan tan dulces como una caricia, siento como si me hubiera golpeado para luego acariciarme de la manera más dulce existente

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𝗔𝗺𝗼𝗿 𝘃𝗲𝗻𝗲𝗻𝗼𝘀𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora