𝘽𝙤𝙙𝙮 𝙨𝙝𝙖𝙢𝙞𝙣𝙜

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✧ ˚  ·   .And for you I keep my legs apart.
And forget about my tainted heart.˚ · • . ° .

𝟰:𝟯𝟯


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Estamos con Tsukishima acostados en mi cama

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Estamos con Tsukishima acostados en mi cama. Es aproximadamente la una y media de la madrugada y ambos estamos vestidos solamente con ropa interior luego de haber tenido un encuentro íntimo y pasional.

Estoy recostada en su pecho mientras siento sus suaves caricias en mi cabello rubio acaramelado.

Puedo escuchar los latidos de su corazón y su suave respiración mientras yo trazo algunos círculos invisibles y desordenados en su abdomen.

Tsukishima baja la mirada y yo bajo la mirada también para prestar atención a lo que tanto mira.

Está mirando mi abdomen.

— Sei, ¿engordaste? — Tsukishima pregunta de repente sin siquiera dudarlo un segundo.

Frunzo el ceño ante sus palabras mientras siento como empieza a acariciar mi abdomen que últimamente está más abultado debido a que gané algo de peso.

Siempre fui alguien demasiado delgada, pero si soy sincera este invierno gané algo así como tres kilos e inclusive tres y medio.

— Sí, subí algo de peso este invierno — Respondo en un tono bajo.

Nunca fui alguien que subiera o bajara demasiado de peso, pero este año fue en el que gane más peso.

Sinceramente, tenía la esperanza de que no se notará, pero al parecer no fue así.

— Se nota, ¿estuviste comiendo mal? —Pregunta con un tono bajo y un disgusto casi imperceptible.

Con cierta pena y suavidad alejo su mano de mi abdomen haciendo que deje de darme caricias suaves que de repente se empezaron incómodas y astilladas.

— Sí… mi madre está trayendo muchos dulces — Respondo con un tono avergonzado y bajo.

El rubio coloca la mano con la que me acariciaba el abdomen en la cintura y la aprieta suavemente.

—Tendrías que dejar de comer tantas porquerías o hacer más ejercicio porque perderás tu forma, Seiyi — Me advierte.

—Ya lo sé… —

— Mira, si toco aquí puedo notar como subiste de peso — Me habla de manera calmada y acerca su mano nuevamente a mi abdomen para intentar apretar, pero yo detengo su mano antes de que me toque.

— No hace falta que me muestres, tengo espejo y todos los días noto que subí de peso — Respondo a la defensiva, pero sin subir el tono de voz.

— Bien, si tienes espejos y puedes ver cuanto engordaste deberías empezar a cuidarte nuevamente, ¿no crees? — Murmura en tono serio.

Al escuchar sus palabras suspiro y me acomodo un poco más para que mi cabeza esté más centrada en su pecho.

— Sí… bueno, no vengo teniendo ganas de hacer nada — Explicó.

— ¿Cuánto subiste? — Pregunta de repente.

Su pregunta me molesta y de manera inconsciente apretó la mandíbula.

— No sé — Miento, sin querer decirle realmente cuánto peso gané y que está conversación se termine de una buena vez.

— Bueno… ¿Quieres que traiga la balanza de mi casa la próxima vez? — Pregunta tranquilamente.

— No, Kei, no me interesa saber cuantos kilos estoy pesando — Respondo molesta.

Me separo del pecho de Kei y me acuesto a su lado, manteniendo algo de distancia. Tapo mi abdomen con una manta más gruesa que la que ya nos cubría, con cierta vergüenza a pesar de que la manta anterior de por sí no dejaba ver mucho a no ser que la quites o bajes un poco.

— ¿Segura? Tal vez eso te ayude a la hora de saber cuántos tienes que bajar, además… — Antes de que termine su frase lo interrumpo.

— Sí, estoy segura, ¿podemos dejar de hablar de esto? — Respondo con molestia en mi voz.

— Que me estés remarcando mi peso luego de un momento tan íntimo no creo que sea oportuno y solamente me estás haciendo sentir incómoda — Me quejo con molestia e irritación.

— Sí, pero yo solamente te lo digo porque no es saludable y… — Antes de que termine de hablar colocó una almohada en su rostro para que se calle.

Ahogo a Kei durante algunos segundos con la almohada mientras él batalla por alejarla de su rostro y poder respirar de nuevo y luego dejo de hacer presión, pero sin quitar la almohada de su rostro.

Me doy la vuelta y le doy la espalda, escucho como él tira la almohada al suelo y su respiración está totalmente agitada.

— Maldita seas, encima que me preocupo… — Murmura con fastidio y luego se da vuelta también.

Ambos quedamos de espalda.

Luego de algunos minutos empiezo a soltar algunas lágrimas de vergüenza y pena.

Ya sé que engorde, no necesito que nadie me diga esto solamente para avergonzarme.

Ya sé que engorde, no necesito que nadie me diga esto solamente para avergonzarme

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aviso importante

estoy planeando una semana completa de actualizaciones, solamente pido apoyo de su parte cuando la haga, porque la verdad no dan ni ganas de seguir actualizando sino (mentira, pero me desanima bastante)
la semana de actualización será dentro de poco o eso voy a intentar y será para compensar lo poco que vengo actualizando:')

como habran notado (o no) cambie los separadores y el gif que estaba al comienzo, me gusta mucho cómo luce ahora ;) y estoy intentando cambiar la portada, pero se me da muuuuy mal las portadas, por eso tengo una tan simple :c

últimamente pienso mucho en borrar la historia porque no me gustan muchos de los capítulos aghhhh

𝗔𝗺𝗼𝗿 𝘃𝗲𝗻𝗲𝗻𝗼𝘀𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora