Pasos indecisos.

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La siguiente historia contiene temas sensibles. Se recomienda discreción.

...

En el jardín de la casa Villa de Cortés, se estaba llevando a cabo un acontecimiento increíble. Gala y Eder, incluido su padre, su yaya y los invitados, sonreían felices al ver a la novia caminar hacia el altar. El flash de las cámaras de algunos periodistas cegaban a la novia, quien no se detuvo en ningún momento hasta llegar junto a su prometido.

Bosco Villa de Cortés recibe a la novia, toma su mano y ambos voltean de manera coordinada hacia el juez. Giovanna sonríe, Bosco mantiene una expresión seria y el juez comienza, dando inicio a la ceremonia.

...

Hace tres semanas, la vida de Bosco Villa de Cortés era completamente diferente. Casarse nunca había estado en sus planes, y menos con Giovanna, con quien había tenido desacuerdos leves en el pasado.

Él estaba enamorado de Pedro Pablo Roble, por increíble que pareciera.

—No me convence el color de la flor, ¿qué te parece? —pregunta el chico de cabello rizado, volviendo a Bosco, quien lo miraba atentamente continuando con su mural—. Si tuviera que cambiarlo, sería por un amarillo o naranja.

—Creo que ambos colores quedarían bien.

—¡Pero elige uno!

Bosco no era capaz de pensar con claridad cuando se trataba de él. Le gustaba admirarlo cuando hacía sus murales, disfrutar de sus rabietas y verlo sonreír. Él sonreía de vuelta, sintiéndose bien a su lado.

—Me gusta el amarillo.

—Listo.

Concluye Pedro Pablo con entusiasmo, tomando sus pinturas para proceder a cambiar el color de la flor.

Ambos se gustaban mucho y desde hace mucho tiempo, pero ninguno de los dos era lo suficientemente valiente para dar el siguiente paso. El rechazo les aterraba.

—¿Seguirás haciendo murales en España?

—Pues, no estoy seguro. Tal vez no sea legal —admite Pepa con una sonrisa.

—Si quieres hacer uno y te forman problemas, me llamas. Siempre estaré listo para defenderte.

Pedro Pablo ríe ante las palabras de Bosco.

—Te voy a extrañar —admite en un susurro, uno que Bosco logró escuchar.

—Yo también —responde de inmediato con un leve sonrojo en su rostro. Pepa ensancha sus ojos, regresando su mirada al mural y fingiendo continuar con el mismo. Estaba tan enamorado que podría morir.

...

—¡Feliz cumpleaños!

Todos los presentes, sus hermanos, su padre, la familia Roble y Pedro Pablo, estaban presentes, cantando las mañanitas a Bosco, quien finalmente cumple sus 18 años.

—Muchas gracias a todos —dice con una sonrisa, para luego inclinarse un poco y soplar las velas en el pastel.

Todos aplauden, y uno por uno, van a abrazar al cumpleañero. Finalmente, Pepa es el siguiente, y abraza a Bosco con algo de timidez.

—Feliz cumpleaños —susurra Pepa en su oído.

—Gracias. Me alegra que estés aquí.

Se quedaron de esa forma unos segundos más, sintiéndose cómodos con el tacto del otro.

—Pero despéguense, que sigo yo —exclama Salomón con una sonrisa, haciendo a los demás presentes reír. Todos lo sabían, menos entre ellos.

Salomón se gana una mirada molesta de Bosco, pero se abrazan de todas formas.

One-shots || BospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora