Propuesta.

216 25 4
                                        

El día a día de Pedro Pablo podía resumirse en una sola palabra: Monótono. Sus clases en la nocturna y sus actividades diarias consumían su tiempo con totalidad, causando que llegue a casa exhausto. Casi siempre, no había tiempo suficiente para salir con amigos ni un día de descanso total; desconectarse de la sociedad.

Una salida con sus amigos, compañeros de clase, era muy extraña. E incluso, su amigo más cercano se sorprendía y saltaba de la felicidad cuando aceptaba. Pedro Pablo disfruta de sus días libres pintando sus murales -con el objetivo de ganarse una beca para estudiar en el exterior-, y ayudando a su familia en el restaurante, por lo que usa muy poco ese tiempo para sí mismo.

Sin embargo, hoy era ese poco tiempo para relajarse.

-¿En serio? No lo puedo creer, que felicidad -dice su amigo con una enorme sonrisa, rodeando el cuello del rizado con su brazo izquierdo, y luego, llevarlo hacia abajo para acariciarle con algo de brusquedad los mechones de cabello.

-¡Déjame! -exclama fingiendo enfado, pero con una sonrisa hacia el chico de cabello negro y liso, con un lunar bajo su ojo izquierdo y un semblante radiante.

-Será una sesión de karaoke increíble. Yo presto casa y ustedes llevan comida.

Pedro Pablo ensancha sus ojos al escuchar la palabra iniciada por k, y se suelta del agarre con rapidez y agilidad. Da unos cuantos pasos alejándose de su amigo, quien le mira confundido.

-¿Karaoke? -pregunta con la voz un poco temblorosa, alzando sus manos en señal de que se aleje.

-¡Claro que si! Fue lo que acordamos después de que nos rechazaste las demás salidas.

Sin embargo, estaba asustado de haber aceptado precisamente esa salida. No es que fuera malo cantando, incluso podía cantar mal a propósito para pasar el rato, pero, si él llegaba a estar ahí, seguramente los nervios le van a traicionar vilmente.

-Tal vez debería pensarlo mejor.

Admite, para salir corriendo a la salida de la nocturna, donde Fermín lo estaría esperando. Le había pedido el favor de recogerlo, y este aceptó con una sonrisa.

-Espera, ¿qué? -el contrario se alarma con la respuesta, y queda inmóvil. Unos segundos le bastaron para entenderlo, y grita con todas sus fuerzas: - ¡Ya dijiste que si, Pepa! ¡No acepto otro rechazo! ¡Te espero en mi casa el sábado!

Pedro Pablo quería que la tierra lo tragase ahí mismo.

...

La razón de su intento de declinación era sencilla y tenía nombre propio: Bosco Villa de Cortés. Este era un estudiante destacado, que entró a la nocturna semanas después de conocerlo, y que no ha dejado de hacer cosas vergonzosas desde entonces. Todos lo sabían, y, aún así, después de confesarles que le ponía incómodo su presencia en algunas ocasiones, estos insistían en invitarlo a todas las salidas.

¿Qué pecados había cometido Bosco Villa de Cortés para recibir tal desprecio? Ser un testarudo, orgulloso, y, por encima de todo, insistente.

Una propuesta de matrimonio en medio de la cancha durante el receso escolar puede dar una idea clara de lo que es capaz de hacer. Y el anillo, en una cajita negra, tenía un enorme diamante incrustado.

¿Qué le había hecho Pedro Pablo para ser atormentado de esa manera? La respuesta de Bosco era corta: existir en su inmensa hermosura.

-Es tu turno, Pepa.

La piel de Pedro Pablo se eriza y siente unos ojos sobre él. La luz de la tarde se filtra por las enormes ventanas de la sala a su izquierda, y la enorme pantalla en frente espera que se introduzca una canción. Todos le miran con una sonrisa, pero la mirada intensa del joven Villa de Cortés Mansur le influye por completo.

-Ya voy.

Los nervios le recorren todo el cuerpo sin piedad, pero tiene la increíble habilidad de esconder sus emociones al máximo, así que habló y caminó hasta el micrófono en las manos de su amigo con entereza y serenidad, que nadie a su alrededor notó su angustia.

-Yo pongo la canción -dice con una sonrisa maliciosa.

-¡No lo hagas!

Sabe qué canción va a poner, y sus nervios estallan sin importar el panorama exterior.

La canción comienza a escucharse, y su amigo se sienta con rapidez en medio de dos chicas de su clase, mirando con expectativa a su querido Pepa. Este, con la mano temblorosa, la cual sostenía el micrófono, fija su mirada en la pantalla y comienza a cantar. Todos a su alrededor se sorprenden por la canción, alegando que es realmente difícil cantarla bien, pero sabían que sería divertido, porque Pepa los haría reír.

La delicadeza de su voz quedaba perfecto con la canción. El cariño en cada palabra era palpable, y atraía la atención de todos con miradas fijas y sonrisas enormes, y su amigo, más emocionado de lo que pensaba, junta sus manos esperando el momento. Sabía del gran talento de su amigo, y que este debía estar orgulloso de ellos, e incluso conoce su secreto más oscuro.

Luego, obtuvo miradas de asombro al tomarse su número en serio.

Forever and a day.

Su voz sale con fuerza y él está más concentrado que nunca. Su expresión corporal es apasionada, su voz es hermosa y sus esfuerzos son enormes. Pedro Pablo se sentía motivado, conmovido y... enamorado. Se había dejado llevar por la canción de esa manera tan peligrosa.

¿Conocer su nombre antes de conocerlo? La canción le parecía exagerada para su situación, pero decir que las sonrisas en su rostro -cada vez que Bosco hacía sus cosas- eran falsas sería mentir con descaro.

Aprendió a quererlo en lo más profundo de su corazón, y ahora le estaba dedicando una de las canciones más intensas que había cantado en su vida.

Le había tomado por sorpresa aquel sentimiento, pero cantaría con todas sus fuerzas ese enamoramiento con orgullo, así nadie más que su amigo supiera al respecto.

I don't believe in destiny

Estaba por terminar, y en ningún momento dirigió su mirada a Bosco. Sentía tanta vergüenza en ese momento, la cual él debió haber sentido cuando le hacía regalos, cartas y la propuesta.

(I'm yours forever)

Cantó, recibiendo un silencio total al final de la canción.

-¡Eres increíble! Tu arte es increíble. Le diré a mi padre que te patrocine.

-¿Ganaste el primer lugar? ¡Sabía que lo lograrías! Te daré un auto de lujo como regalo.

-Es para ti, y sé que te gustan los chocolates, así que hay algunos dentro -sostiene un chocolate Ferrero Rocher.

-¿Quieres casarte conmigo?

Una sonrisa aparece en su rostro al recordar sus interacciones con Bosco, y el silencio general pasa a aplausos y viroteos con emoción. Bosco también aplaude y grita eufórico, recibiendo una que otra mirada de confusión.

-¡Cásate conmigo, Pedro Pablo!

Otro comentario fuera de lugar le hace sonreír, así como todas las veces que lo ha hecho. Siempre le saca una sonrisa y le hace sentir querido.

Sus días monótonos pensando en Bosco son menos agotadores.

...

Nunca sabremos el nombre del amigo al parecer

Regresando con algo corto porque no puedo abandonar a mis hijos

La cantidad de one-shots en proceso es desastrosa, y ninguno está terminado 🫠

Me tocará trabajar antes de comenzar a tomarme en serio los estudios 😔

Gracias por leer!!
Comenten qué les pareció por favor 🙏❤️

One-shots || BospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora