💤 Rhya 💤

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Rhya es el tipo de novio que. . . su cita perfecta sería dormir juntos.

Después de muchas (en verdad, muchas) insistencias, finalmente habías conseguido que tu novio accediera a tener una cita.

Sí, eran novios, las citas deberían ser normales, es decir, deberían darse por sentado. Sin embargo, con Rhya nada era normal. Si no se lo recordabas, él olvidaba completamente que tenía una novia a la que atender.

Así pues, después de haber casi colocado un letrero afuera de su casa pidiéndole que tuviese una cita, él finalmente accedió a que la tuvieran, solamente que él decidiría dónde y qué harían.

Estabas sumamente emocionada. Dejaste volar tu imaginación e ideaste cientos de escenarios posibles; un picnic a las orillas del lago, una caminata por el bosque encantado, una visita al campo de margaritas, ¡Había tantas posibilidades!

Pero, cuando al fin llegaste al lugar del punto de encuentro, tu emoción de a poco comenzó a menguar.

Cinco minutos tarde. Está bien, quizás se habría retrasado un poco.

Quince minutos tarde. Tal vez le habría surgido un inconveniente.

Media hora tarde, ¿acaso ese maldito holgazán planeaba realmente aparecer?

Justo cuando estabas por ir a buscarlo hecha una furia. . .

─ Hola─ escuchaste detrás de ti. Volteaste y ahí estaba Rhya, con el cabello desaliñado como de costumbre y la mirada cansada, pero aún así sonriendo despreocupadamente como si no hubiese llegado media hora después de lo acordado─ ¿Llevas mucho tiempo esperando?

Tuviste un tic en el ojo.

─ ¡Dijiste que a las doce en punto! Son las doce y media─ reclamaste, señalando al sol.

El elfo siguió tu dedo.

─ ¿En serio? Una disculpa, estaba muy ocupado haciendo algo muy importante─ claro, aún tenía el almohazado en el rostro. Sin embargo, antes de abrir la boca para objetar, él se adelanto: ─ Como sea, ya estoy aquí y es lo que importa, ¿no crees?

Lo miraste durante unos segundos en silencio, pero finalmente dejaste escapar un suspiro de resignación.

Al menos ahora estaba aquí, y ciertamente es lo que importaba. No permitirías que ese ligero inconveniente echará a perder lo demás.

─ Sí, supongo que así es. . . ¿Y bien? ¿Dónde será la cita?─ preguntaste, pero antes de darle oportunidad de responder, dejaste volar tu imaginación─ No me digas, ¿en el lago? ¿junto a los arbustos de mora? ¿tal vez en el jardín de rosas?─ tu voz delata tu creciente emoción.

─ Aún mejor.

Tu rostro enrojeció del entusiasmo, hasta que observaste cómo tu novio se acostaba en el césped.

─ ¿Eh?

─ Ah, que cómodo se está aquí─ pronunció mientras se acomodaba en posición de dormir─ Ven, recuestate─ dio unas palmaditas al suelo.

─ No. . . no entiendo, ¿y la cita?

─ Está es la cita; dormiremos el resto de la tarde, ¿a qué es el mejor plan, no te parece?

Parpadeaste varias veces, incrédula.

¿Estaba hablando en serio? ¿Esa era la cita: dormir durante el resto del día?

─ Eres un. . . ¡holgazán, eso es lo que eres! No puedo creer que confíe en ti.

Comenzaste a hacer una "rabieta"; lanzando palabras al aire, recriminandole al elfo por su falta de seriedad y romanticismo, diciéndole que debería de aprender de Licht, él sí trataba a Tetia como a una princesa. . . bueno, en realidad Tetia sí era una princesa humana, ¡pero ese no era el caso!

Así pasaste un buen rato, aunque Rhya ni siquiera se inmutó con tus palabras. Hasta que finalmente te cansaste, y te sentaste derrotada en el césped, cruzándote de brazos y de espaldas a tu pareja.

─ Oye, será mejor si te acuestas─ mencionó él, cosa que te sorprendió, ya que pensaste que estaría en su quinto sueño.

─ No, gracias, así estoy bien─ respondiste molesta, sin embargo, unos segundos después sentiste unos brazos rodearte la cintura y tirarte suavemente al césped─ ¡Oye! Te dije que así estaba bien. Suéltame ahora, holgazán.

Escuchaste una risita escapar de sus labios.

─ ¿Holgazán? Hieres mis sentimientos, ¿lo sabías?─ el chico se acomodó de manera que estaba encima de ti, podía ver su sonrisa triunfante en el rostro─ No, no te voy a dejar ir─ ibas a reprocharle, pero antes de hacerlo él se dejó caer suavemente sobre ti, acomodando su cabeza en tu pecho─ Aquí se está cómodo.

Tus mejillas se sonrojaron tenuemente.

Te había desarmado.

Bufaste con falsa frustración.

─ Bien, tú ganas, dormiremos hasta que salga la luna─ respondiste─ Pero a la próxima yo elegiré el lugar de la cita.

Sentiste cómo sonreía contra su cuerpo.

─ Por mí está bien.

Rhya se abrazó con más fuerza a tu cuerpo. Y tú, por tu parte, llevaste tus manos hacía su cabello blanco para acariciarlo.

No era la cita perfecta que habías imaginado, pero mientras él estuviera a tu lado, el lugar era lo de menos.

─ Por cierto, tus pechos son muy suaves.

─ ¡Pervertido!

~•~•~•~•

Demorada pero aquí al finaaal.
AAAA, mil disculpas, les juro que no sé cómo se pasa el tiempo tan rápido, encima todo se me olvida jsksjs.
pero al fin tengo este pedido, ¡que lo disfruten!

ꕥ꧁༺TI͚P͚O͚S͚ D͚E͚ N͚O͚V͚I͚O͚S͚ E͚N͚ BL͚A͚C͚K͚ CL͚O͚V͚E͚R͚༻꧂ꕥDonde viven las historias. Descúbrelo ahora