Invierno en California

Capítulo 2. Finn

Finn es mi mejor amigo desde que le metí un puñetazo en la cara al chico que le estaba molestando... Si, fui ruda desde segundo grado. Toda mi vida lo he defendido, siempre fui más alta que él hasta que llegamos a segundo año de preparatoria. En fin, sonreí al ver la pantalla de mi celular.

Finn: ¡Hola, Pie Grande! ¿Qué tal todo en California? Ya el ambiente se siente tétrico y hay aires de desesperación sin ti:(.
Cualquier cosa si alguien se mete contigo, no dudes en partirle la cara y después llamarme para reír juntos.

¿Qué? Claro que no me gusta Finn, ¿Por qué piensan eso?
Yo, yo... Ok, si me gusta; pero ha de verlo, no simplemente es simpático, también es es muy considerado y atento conmigo, no sólo porque no permití que le partieran el culo, desde ese momento fuimos inseparables. Siempre lo traté como mi esclavo, ya que, era más bajo y débil que yo. Hasta que me di cuenta en sexto grado que me gustaba... Me da asco pronunciar esa frase. Pero es la verdad. Nunca me gustó el amor porque eso refleja debilidad, y Grace Evans nunca es débil.
Debo admitir que todos estos años he tratado de darle celos para que se fijara en mi. Me rendí después de tres años enteros tratando de que sintiera algo por mí, pero, nada, absolutamente nada funcionó para que surgiera afecto de su parte hacía mi persona.
Obviamente a él le gusta alguien, se llama Danielle. Es la típica puta perfecta del instituto: Es alta (Incluso más que yo), rubia, ojos verdes esmeralda, súper-increíblemente-atrozmente anoréxica (Con ello me refiero a delgada), de buenas curvas y... Bueno, imagínense a la perfecta puta y es ella.
Todos babean por tenerla: Mayores, de primer año, de tercero, ¡Incluso los de primaria!
Si creen que son celos... Si, lo son.

Escuchaba It's my life cuándo la campana que anunciaba las clases empezó a sonar sacandome de mis pensamientos. Sacudí mi cabeza, bajé la mirada a mi teléfono y vi otro mensaje.

Finn: Bien, ¿No quieres responderme? Seguro ya me olvidaste y conseguiste nuevos amigos -.- Igual, ya ni te necesitaba, conseguiré mis nuevos amigos también... ¿A quién engaño? Nunca podría olvidarme de ti:(. Primero vendería mis riñones a dejarte ir:(.

Que forma tan extraña de demostrar cariño.
Una media sonrisa se formó en mi cara.

Grace: Claro, en realidad te vería capaz de dejarme ir tan rápido, a pesar de todas las golpisas de que te salvé. Sólo me ves como un escudo anti-golpes:'(.

Me levanté de mi asiento y me dirigí al salón 402. Que traducido era mi salón de química.
Caminando hacía allí, el teléfono vibró en mi bolsillo y un nuevo mensaje llegó.

Finn: ¿Cómo te atreves a pensar eso de mí? ¿Tantos años de amistad y sólo piensas eso de nosotros? -Sentí un golpe en el pecho al leer "nosotros"- No ya, dejemosnos de actitudes telenovelicas y hablame ¿Qué tal todo? ¿Ya viste a alguien bueno por ahí? (͡° ͜ʖ ͡°)

Estúpidos emoticones.

Grace: Ya ya, y no, no hay nadie decente en éste lugar- Tal vez porque no has levantado la cara de tu celular, Grace-, además debo irme; ya empiezan mis clases. Te escribo luego.