Guardé el teléfono en mi bolso y entré a la sala. Todos los chicos hablaban, pero justamente en el momento que avancé para ir a sentarme, todas las miradas se condujeron hacía mi, acompañado de un rotundo silencio. Me quedé parada allí mirando algunos ojos por algunos segundos hasta que terminé mi recorrido y me senté en un lugar en el fondo apartado de todos (Aún creen que soy muy emo, ¿No?, pues encuetrense en una situación como esa). Después de que me sentara las miradas se desviaron de mí para ver a sus compañeros y hablar en murmullos. Claro, obviamente no estaban hablando de la chica nueva, no.
En un momento, ya cansada de miradas fugaces hacía mi y aún más susurros y murmullos, llegó el profesor. Nunca había estado tan feliz de que un profesor llegase a la sala. Se incorporó y dejó sus cosas en el escritorio; recostándose sobre él, mirándonos fijamente.
Posaba sus ojos en cada estudiante hasta que en un momento tomaron los míos, vi en su mirada algo de emoción.Oh no.
Siguió así hasta que todos se callaron y sentaron.
¿Qué es esto? ¡¿Un colegio militar?!
-Muy bien, ahora que todos están callados empecemos. Acabo de darme cuenta de unos nuevos ojos.
A no ser de que hubiera un estudiante nuevo de intercambio, hablaba de mi.
-Tú -me señaló desde el escritorio hasta el último rincón de la sala- ¿Cómo te llamas?
Todos voltearon a verme.
Oh, fantástico, soy el centro de atención de nuevo, ¡Hurra!-Soy Grace Evans.
-¿Grace?... Evans- dijo como si estuviese complacido con mi apellido- Ven aquí.
No, profesor gracias, pero, estoy bien aquí.
Es lo que quise decir pero mi educación me dominó.
Me levanté de mi asiento y fui directo al profesor, sin voltear a ver a nadie; pero aún las miradas estaban en mí ¿No tienen otra cosa qué hacer?-Grace Evans- dijo él mirándome- ¿Podrías presentarte a la case? Por favor.
No.
-Si.
Me giré para que todos me vieran, como si ya no fuese suficiente.
-Mi nombre es Grace, tengo 15 años y vengo de Minnesota.
- Y ¿Qué se siente California?
-Caluroso.
- ¿Te gusta la playa?- dijo acercándose a mí-
¿Qué está pensando?
-Nunca fui muy amiga de la playa.
Un chico carraspeo la garganta atrayendo la atención del profesor.
-Ya... Ya puedes sentarte.
Asenti y fui a mi lugar. Al instante, el mismo chico que me había sacado de esa situación tomó sus cosas, se levantó y se instaló a mi lado, lo vi por el rabillo del ojo; pero nadie en ese lugar conoce el significado de "disimulación", ya que todos voltearon a verle estilo el exorcista.
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Invierno en California
Teen FictionEs la típica historia, de una chica perfecta que conoce a un chico futbolista, se enamoran y viven felices para siempre... No, no es cierto. Ésta es la historia de una chica fría y seria de Minnesota, que se muda por asuntos de trabajo a Californi...