Capítulo 13. Sólo tal vez

44 6 0
                                    

El teléfono vibró en la mesa y vi la respuesta de Sabrina.

Sabrina: ¡No! ¡No es cierto! No me hagas esto, Dios. Pero, haré una buena obra; por Logan. (Ése maldito me deberá un favor)

Sonreí de medio lado y salí de la habitación; bajé las escaleras dispuesta a tener el peor tema de conversación posible con mi tía.

Claro, además del tema de los chicos.

La vi con la cabeza dentro del refrigerador. Supuestamente así ves más allá que desde afuera.

-Oye- le dije desde atrás-

-Grace, te estaba llamando para comer.

-Si, am. Necesito un favor. Es para una buena causa.

Al oírme un tanto nerviosa, salió del refrigerador y me miró con una ceja alzada.
Tomé aire y suspiré.

-Necesito ropa- dije al fin-

Se quedó muda por un momento. Pero, cuando reaccionó, nunca le había visto tan feliz. Con una sonrira que ocupaba todo su espacio, se abalanzó a mí para darme un estrugante abrazo.

-¡Si! Sabía que cuando te enamoraras, servirían mis consejos.

Si, solamente que en éste caso, me juntaré con unas perras para que una se fije en el chico que me gusta; pero, que él no siente lo mismo.

Cambia un poco el asunto.

Subió las escaleras, tomándome de la muñeca.

Sacó todo de su armario y de sus cajones.

Estaba acostada en la cama con, lo que podría decir, 200 prendas de ropa encima.
Ella fue la que buscó; yo sólo estaba sentada al borde de la cama y asentía con la cabeza a todo lo que mostraba.
Ya eran las 11pm y tenía algunas prendas de ropa para el tiempo que estaría con Lily.

Al día siguiente desperté y me levanté de la cama de un golpe, lo cual no fue buena idea, ya que, me dio una punzada en la cabeza. Aturdida, fui al baño dispuesta a planchar mi cabello.

Estoy dispuesta a cumplir perfectamente mi rol de puta.

Al terminar; unos 45 minutos después, tomé la ropa de la silla y me emprendí en vestirme.
Pasé 20 minutos frente al espejo, mirándome de cuerpo completo.

¿Qué estaba haciendo?

Éste atuendo era todo lo que me rehusaba a ser.
Cada vez que esa pregunta inundaba mis pensamientos, recordaba a Logan. Todo ésto es por él.
Para ver su sonrisa.
Oh, mataría a cualquiera por ver esa sonrisa toda mi vida.

Basta, Grace. Dejate de estupideces.
Tienes una misión, y no hay vuelta atrás.

Desayunaba, cuando el claxon de un auto me sobresaltó. Me levanté rápido de mi asiento y asomé mi cabeza por la ventana.

Logan.

No pude evitar que una sonrisa se formara en mi rostro.
Corrí rápido a la mesa y tomé mi mochila, despidiéndome a gritos de mi tía mientras abría la puerta.
Caminé hacía el auto y pude ver a través de la ventanilla la expresión de Logan. Me evaluaba de pies a cabeza. Mis mejillas se encendieron, pero, sacudí un poco mi cabello como toda una diva para molestarlo.
Abrí la puerta y me subí al auto.
Logan, aún asombrado, seguía viéndome con los ojos tan abiertos que creí, que se saldrían de sus órbitas.

-¿Te gusta?

¿Qué mierda hice?

Él que veía mi falda, mi blusa, mis zapatos y mi cabello, reaccionó y sacudió su cabeza, para luego voltear y verme a los ojos.

-Te ves... Diferente- dijo alzando las cejas-

¿Diferente? ¿En serio es todo lo que vas a decir?
Me estoy vistiendo como una puta para que tú salgas con Lily, ¿Y sales con que sólo me veo diferente?

Sé que le estoy buscando pareja. Pero aún me gusta; y quiero ser elogiada por él.

-Un cambio no hace daño- le di media sonrisa-

-Bueno, si. Te ves preciosa- me sonrió-

Oh, no. No, no, no; mejillas vuelvan a su tono original.

-Ah, por cierto- continuó, estirando una mano hacía los asientos de atrás- no pude darte ésto el día del trabajo, pero... Mejor tarde que nunca.

Y sacó su brazo de allí, sosteniendo un ramo de rosas; justo como lo pedí el día que se arrodilló en la sala de química.

Deja de hacerme ésto.
Vas a conseguir que no pueda avanzar con el plan.
¡Pues, no lo hagas!
Sé que tú eres el lado de mí, que está locamente enamorado de Logan, pero, gana el sentido común. Que es, no lo hagas sufrir.
Nunca me prestas atención a .
Porque nunca dices buenos consejos.

Logan, eres un maldito imbécil... Del que me enamoré.

Mis ojos no se apartaban de las rosas.
¿Sorprendida? Si.
¿Indesiza? También.
Mi mirada se posó en Logan, que estaba satisfecho con mi exprersion.
Sin saber que decirle, le sonreí y tomé el ramo.

-Logan, son hermosas- estaba actuando demasiado cursi-

-Una flor para otra aún más hermosa.

Sentí como si mi corazón hubiese explotado dentro de mi pecho. Esparciéndose por todo mi cuerpo haciendo que se erizara mi piel.

Nadie había hecho un gesto tan lindo.
Aún con mi emoción comiendo cada parte se mi cuerpo, salió mi mente a la defensiva. Pensando qué pasaba con Logan.
Tal vez, me estaba usando para olvidar a Lily, ó alguna otra cosa que pasa en la retorcida mente de los chicos.
Lo que sea que tuviera que pasar, pasaría. Si me estaba usando para reemplazar sus sentimientos hacía Lily, al final, él y ella saldrían y serían felices por siempre.

Le miraba confundida, tratando de reemplazar la rabia que me había creado yo misma. Borré la sonrisa que inundaba mi rostro. La suya también desapareció y fruncio el ceño.

-¿Estás bien?- me dijo, profundizando más sus ojos en los míos-

Asenti con la cabeza y sonreí, para que no se preocupara.

-Sólo pienso- debería dejar de hacerlo si sólo hace daño. Miré fugazmente al reloj-. Ya se nos hace tarde, es mejor irnos.

Asintió y puso en marcha el vehículo.

Llegamos al instituto con el tiempo pisándonos los talones, bajé rápido del auto y dejé las flores dentro, iba a correr cuando sentí que me tomaban del hombro.

-Grace- dijo muy serio-, sabes que puedes confiar en mí, siempre voy a estar a tu lado apoyándote.

Sentí como esas palabras me querían hacer llorar, sintiendo que no lo decía porque me ama, sino que, abarca sus sentimientos por Lily.
No podía demostrar que le amaba, porque todas esas palabras caerían al vacío.

Le sonreí, asentí y le abracé por los hombros. Al ver mi acción, no tardó en responder, envolviéndome con sus brazos por la cintura.
No quería separarme de él, quería que toda mi vida pasara de esa manera. De él acogiéndome en sus brazos.

Pero acabó más rápido de lo que me hubiese gustado. A los pocos segundos de que él estaba cómodo recostado en mi cabello, sonó la campana.
Me separé de él rápido, pero aún sostenía mi cintura, y le di una mirada de alarma.

Que en otras palabras es: corre.

Entendiendo mi expresión, tomó rápido se mi mano (Lo cual, no me esperaba) y salimos corriendo del aparcamiento a la entrada del instituto.

Tal vez no debería hacerle caso a mis pensamientos negativos sobre la actitud de Logan. Siempre hay que tener una gota de esperanza.

Que tal vez, sólo tal vez. Yo también le guste.

Invierno en CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora