Capítulo 7. Sabrina

53 7 0
                                    

No sólo es una chica, ¡Era perfecta! Alta, cabello marrón con amarillo, delgada, con cuerpo, bonceada, ojos verdes y con ropa de chica.
¡Era todo lo opuesto a mí! Soy una tabla pálida y vestida como chico al lado de ella.

Sabía que era lo mismo para Logan, ¿Ella? Ella sí era diferente.
Pero, dejando de lado sus perfecciones. Me armé de valor y fui a saludar; me acerqué a Logan y él me miró emocionado.

-¡Grace!- dijo abrazandome-

Me abrazó. Un momento... ¿Me abrazó? ¡Si! ¡Me abrazó!
¡Besalo, besalo! Él lo quiere, lo quieres.
¡Callate!

Me soltó y la chica me miró emocionada. Hasta que Logan se devolvió a ella, muy alegre.

Maldita puta.

-Grace, ella es Sabrina- se giró hacía ella- Sabrina, ella es Grace.

Ella dejó de mirarlo alegre y con las cejas alzadas, su mirada se dirigió a mí, se abalanzó sobre mí para darme un abrazo y gritar.

-¡Hola!- dijo apachurrandome y girandome con ella-

No me gustan los abrazos. Y menos de putas perfectas.

-Hola- dije en voz baja y mirando a Logan sorprendida e incómoda-

Él se veía muy feliz. Yo no.

Cuando finalmente se separó de mí, tenía esa alegría en su cara, además de entusiasmo.

-Bueno, Grace; ella es la novia de Chris.

Abrí mis ojos, alce las cejas y abrí un poco los labios con una sonrisa amplia.

Ya me cae mejor.

-Ah, encantada de conocerte.

-Yo igual- nunca abandonando esas sonrisitas-

-Nos conocimos en una fiesta de cumpleaños de Chad, ya que, es su prima.

-Si, una alocada fiesta de un niño de 7 años- empezó a reír-

Sonó la campana y todos empezaron a alborotarse para llegar a su sala.

-Bien, tengo que irme. Pero ustedes tienen en la misma clase, creo...

-¡Si!- dijo ella de un brinco y cruzó su brazo con el mio, enganchandolos-

-Nos vemos luego- miré a Logan-

-Adiós.

Ella y yo volteamos para empezar a caminar y ella comenzó a hablar sobre de dónde venía y qué era de mi vida.

****

-¿Y qué tal de tus amigas?

Ella bajó la mirada y empezó a mover el lápiz de lado a lado.

-La verdad, no tengo. Solamente la paso con los chicos. Las chicas son muy dramáticas, en otras palabras, zorras.

Me reí a carcajadas y el profesor se volteó a mirarme, cerré mi boca pero no dejaba de reír.

-Si, pensamos igual. Sin ofender, pero, pareces el tipo de chica porrista y súper femenina.

Ella rió y el profesor volvió a llamarnos la atención.

-Mas bien, soy del equipo de football americano.

-¿En serio?- me quedé boquiabierta- Yo jugaba hockey, mientras todas patinaban con esos vestidos brillantes.

-Creo que seremos grandes amigas- sonrió maliciosamente-

Le di un pequeño golpe en el brazo y empezamos a reír.
Sonó la campana y salimos sin escuchar lo más mínimo que decía el profesor.
Caminamos hasta la cafetería criticando a todo aquel que pasaba (En voz baja, claro) hasta que estuvimos en la entrada de la cafetería riendo, pero la emoción se esfumó cuando todos callaron para vernos. Ya era normal, soy nueva y extraña; imaginense la cosa que veían de mí, era un monstruo para ellos. Como sea. Les miré a todos y negué con la cabeza con una ceja alzada. Volteé a ver a Sabrina que tenía una mirada de pánico.

-Son unos imbéciles- le sonreí de medio lado-

Ella volteó la cabeza y me miró confundida hasta que caímos en carcajadas.

El mundo era imbécil, y nos daba gracia eso.

Invierno en CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora