♡¦capítulo 2

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Jimin miraba hacía la ventana, el cantar de los pájaros se escuchaba tan celestial para él, el sol cálido filtrandosé por las cortinas blancas del Hospital.

Quería levantarse, mirar el cielo azul y las nubes, sentir el sol y el aire fresco de los árboles.

Pero desgraciadamente el dolor en su herida no lo dejaba, ya no dolía como el día de ayer, pero era incómodo, y se le dificultaba levantarse. Pero aún así, lo intento, sintiendo un tirón de la herida, se quejo un poco y logro su cometido, sus pies tocaron el piso helado.

Eso no importa, llego su mano a la herida, y a pasos pequeños se dirigió a la ventana, cuando lo hizo abrió las cortinas y una sonrisa instantánea se formó en su rostro.

Se miraban árboles, las nubes tenían un blanco tan perfecto, el sol pegó a su rostro y cerró su ojos.

Se sentía cálido, como pequeñas caricias, ni el dolor físico fue capaz de opacar ese momento. Jimin sentía la brisa suave, sentía libertad en su cuerpo. Se sentía diferente. Vivir cuatro años en puro encierro no fue nada fácil.

Cada día añoraba mirar el sol y las nubes, y, en cada noche poder ver la luna y las estrellas.

Pero desgraciadamente solo podía ver cuatro paredes de aspecto horrible, cada día que pasaba sentía que estas se encogian, que lo apresarían y sería su fin.

Por lo que estar en ese cuadro de habitación en el Hospital a Jimin no le gustaba. Los lugares pequeños le causaban ansiedad.

La puerta siendo abierta lo alertó, se giro a ella y había un enfermero, este al verlo se encaminó rápidamente a él.

—¿Qué está haciendo?. Tiene que estar en la cama, su herida aun está abierta.

Intento tomarlo de la mano, pero Jimin se alejo. Su corazón empezó a ir rápido y su omega sentía miedo.

—Paciente Jimin, por favor, regrese a su cama.

Jimin se alejaba más cuando el enfermero intentaba tomarlo de la mano y ayudarle a llegar a la cama.
Hasta que lo agarro.

—N-no me toque... —Musito.

Empezó a forzejarse, aunque el enfermero intentará calmarlo, no podía, Jimin no quería ser tocado, no quería estar cerca de algún alfa.

Su omega empezó a lamentarse y él también, sus lágrimas se hicieron presentes y por la fuerza que ejercía su herida comenzaba a doler y empezó a sangrar. El enfermero al ver eso se preocupó más.

—Solo quiero llevarlo a su cama.

Pero Jimin se negó, pidiendo que no lo tocará más.
De repente la puerta se abrió una vez más, ambos individuos miraron al doctor Jeon.

—¿Que esta pasando?

El enfermero no soltó a Jimin.
—El paciente Park estaba de pie en la ventana, intentó llevarlo a su cama pero se niega doctor.

Jungkook miró el aspecto del omega, estaba asustado y su alfa salió a la defensiva.

Jungkook se acerco.

—Suéltalo.

—¿Qué?

—Qué lo sueltes. Lo estás alterando más.

El enfermero lo hizo, soltó a Jimin y este se alejó unos pasos más.

Jungkook se dirigió a Jimin esta vez, dándole una dulce sonrisa y sin acercarse tanto a él.

—Jimin, tranquilo. Todo está bien. Nadie te hará daño.

Dijo Jungkook, Jimin sintió a su omega levantar sus orejas y queriendo ver al alfa con esa dulce voz.

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