Capítulo 23

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Jungkook corría por toda la casa buscando las cosas para el cachorro, que ya estaba en camino. Ya viene, se dijo a sí mismo. Subió, a toda prisa, por las escaleras, con sus pasos resonando fuertemente hacia la habitación que compartían con Jimin, tomó el bolso, de color verde agua con figuras de ositos, grande que tenía dentro todo lo necesario.

Un par de días antes se habían puesto ambos a prepararlo por las dudas que el bebé decidiera venir a la madrugada y no tuvieran nada listo. Así que ahí estaba el alfa, revisando por última vez. Pañales de recién nacido, ropita y mantas, cambiador, algodón, talco y cremas. Verificó que hubiera también cambio de ropas para Jimin una vez que estuviera en la habitación solo, y no tuviera que usar de esas batas de hospital porque sabía que no le gustaba en absoluto.

—Me he mojado t-todo, alfa —contuvo un sollozo, sosteniendo todavía su vientre.

Estaba paradito, junto con Chaewon, la ama de llaves, que intentaba calmarlo, pero sólo lo hizo cuando su alfa apareció por la puerta.

—Sh, amor... está bien ¿Quieres que te traiga ropa para cambiarte? —susurró Jungkook, una vez al lado suyo, dejando el gigante bolso sobre la encimera. Jimin asintió.

—Si, alfa...p-por favor —un par de lágrimas corrieron por su mejilla, no sabía si lloraba de miedo o de alegría por al fin ver a su cachorro. Jungkook lo besó en la frente, y rápidamente fue hasta el tendedero que estaba más cerca que la habitación, y buscó ropa interior y un pantalón seco de omega.

—Aquí, bebé —dijo cuando llegó a su lado—. ¿Chaewon, puedes avisar a Joseph para que conduzca? No creo poder hacerlo con Jimin así —Chaewon asintió, y salió disparada a buscar al alfa encargado de conducir el auto de la familia, dejándolos solos—. A ver amor, te voy a ayudar a cambiar ¿Si? Agárrate de mi, Jimin —le indicó, y Jimin lo hizo.

Con cuidado, Jungkook le sacó la ropa húmeda. Lo secó con una toalla, le colocó un boxer que le quedaba flojo y unos jogging que usualmente usaba para dormir.

—¿Kook, Daehyun va a estar bien? —preguntó, con miedo en la voz el omega. Jungkook lo estaba llevando ya hacia el auto que iba a llevarlos al hospital.

—Por supuesto, amor. Todo va a estar bien con Daehyun —lo tranquilizó, aunque, ciertamente, calma era lo menos que el alfa sentía en ese preciso momento pero debía intentar calmar a su pareja—. Vas a ver, muy pronto vas a tenerlo en tus brazos, todo chiquito y hermoso. Como tú, omega —lo sostuvo más contra su cuerpo.

—Me da miedo, porque... porque todavía faltaba para las treinta y ocho semanas —divagó. Jungkook le cubrió la cabeza para que no se golpeara al entrar al auto. Lo ayudó a acomodarse, y Jimin tendió la cabeza hacia atrás cuando le llegó una contracción.

Lo hizo casi llorar, arrugó su rostro y se sostuvo la panza. Dió un pequeño grito que alteró a Jungkook y a Joseph que ya estaba sentado en su lugar. El alfa ojiazul se apuró a entrar, dejando a un costado el bolso y concentrándose en el doloroso omega.

—Tranquilo, amor —la voz del alfa era temblorosa. El auto se comenzó a mover casi al instante, después de otro sollozo del chico—. Ya vamos a llegar, estamos yendo Jimin. Aguanta bebé, aguanta —susurró el mayor, rogándole a ambos.

—Kook, Kook. Me duele, me duele —suspiraba y apretaba la manos del alfa, clavando sus uñas pero al castaño no le importaba en absoluto. Con la mano libre, le frotaba el vientre y le susurraba palabras para tranquilizarlo.

Jimin se calmó, cuando la contracción se relajó y pudo respirar con mayor tranquilidad. Sus ojos estaban llorosos y su cabello hecho un desastre. Jungkook estaba pegado a su lado, mientras el otro alfa conducía hacia el hospital.

burdel 𐙚 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora