[Cap. 4] Avances

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Sanji rellenó los papeles que le dieron con toda su información personal. La amable secretaría le informó sobre qué día empezaban las clases extraordinarias: en dos días. Estaba entusiasmado.

Una vez fuera del edificio pudo divisar a lo lejos a un enérgico Luffy con el brazo alzado indicándole que le estaba esperando. Cuando estaba relativamente cerca de él, notó un brazo encima de sus hombros.

- ¿Qué tal el primer día? - Era Law, mirándole fijamente. Su piel era tan blanquecina que hacía que resaltaran sus profundos ojos... Espera, ¿desde cuándo él de daba cuenta de ese tipo de cosas?

- Nada mal, la verdad. Me he apuntado a artes marciales. - Sonrió, mientras se daba cuenta de lo cómodo que estaba con su contacto físico.

- Bueno, tendremos que ir a verte practicar entonces. - Law seguía manteniendo su cuerpo cerca de él. Le impresionaba que considerándose una persona fría le saliera hacer ese tipo de muestras de forma involuntaria.

Luffy los miraba y se reía. Parece que sabía más de lo que ninguno se imaginaba.

🔸️

Los días pasaron volando. La universidad le gustaba y cada vez tenía más confianza con sus compañeros de clase, y ni qué decir sobre sus compañeros de piso. Le encantaba esta nueva etapa de su vida. Lo único por lo que se podía quejar era porque tuvieron que retrasar el comienzo de sus clases de artes marciales... Con la ilusión que le hacía.
Parecía ser que el profesor que tenía que empezar el curso fue padre antes de lo programado y tuvieron que retrasar el inicio. Avisaron de que podría ser un retraso de semanas, o incluso meses. Todo dependía de si encontraban un nuevo maestro.

Pero bueno, no pasaba nada. No se iba a desanimar por nimiedades.

Sanji se levantó de la cama y comenzó su rutina: Vestirse, asearse y peinarse. Cuando estaba a punto de disponerse a salir de su habitación, escuchó unos toques en la puerta, mientras ésta se abría con cuidado.

- Sanji-ya, te he traído tu café. Se te estaba enfriando. - Era Law, sujetando una taza humeante y con bastante buen olor dejándose ver levemente tras la puerta para respetar la privacidad del rubio.

- ¡Muchas gracias! Pero no hacía falta. - No podía evitar sonreír, no estaba acostumbrado a este tipo de mimos. - ¡Pasa! No te quedes ahí, ya hay confianza como para entrar cuando te plazca. - El rubio cogió la taza de café cuando el pelinegro terminó de abrir la puerta, rozando sus dedos, esta vez a propósito. Cada día que pasaba sentía cómo crecía la necesidad de tocar cada vez más su piel.

El más alto no pudo evitar sonrojarse. No entendía cómo su cuerpo podía reaccionar tan infantilmente con tan solo estar cerca del rubio.

- Avísame... Es decir, avísanos cuando estés listo. Si no salimos en 5 minutos llegaremos tarde. - Dijo y se fue. No podía dejar que Sanji notara lo que le hacía sentir un mísero contacto, uno al que debería estar ya más que acostumbrado.

Una vez fuera de su habitación, recorrió el pasillo en busca de sus compañeros. Cogieron las cosas necesarias para el día y salieron dirección a la universidad.

🔸️

Cuando era casi la hora de salida, un profesor entró al aula de Sanji avisando de que habían encontrado un nuevo profesor de artes marciales, y que sus clases empezarían mañana. No podía esperar.


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¡Hola! Espero que os esté gustando la historia. Acepto críticas constructivas e ideas. 😊

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