Sintió el fuerte olor de la tierra mojada, y su tacto rugoso contra su cara. Abrió los ojos y analizó el entorno, parecía un claro en un bosque, conociendo a su adversario podía ser cualquier otro lugar. Agudizó el resto de sus sentidos buscando algo más de información sobre su ubicación real, pensando encontrar algo parecido a la música del baile o el murmullo de la multitud, pero solo pudo captar el trino incesante de los pájaros en las ramas de los árboles que le rodeaban.
Se incorporó atento a cualquier amenaza. Intentó levantarse, pero volvió a caer, preso por unas cadenas atadas a sus tobillos y enganchadas también a unos guantes de hierro que cubrían sus manos, impidiendo el uso de sus poderes.
"Pobres ilusos",pensó.
Entonces se concentró en las cadenas. Poco a poco, la pequeña sombra que proyectaban fue aumentando en tamaño y magnitud, hasta estallar en una maraña de afiladas púas que destrozaron todo a su paso.
Todo salvo las cadenas, que simplemente se habían disipado en el aire para volver a su forma original momentos después.
"¿Más ilusiones?" pensó. Notó como la inquietud empezaba a apoderarse de él. Repitió la operación una vez tras otra, a cada intento fallido su temor iba aumentando, hasta llevarle a la locura.
Gritó desesperado y causó una gran explosión a su alrededor, sin importar las consecuencias que podría tener.
Las cadenas seguían allí, quemando su piel por su inquebrantable presencia.
Él estaba agotado, todavía no había terminado de recuperarse del todo, y no debería haberse permitido aquél desperdicio de energía. Se arrastró como pudo a un árbol cercano y se dejó caer contra su tronco, aunque acabó en el suelo, víctima de otro engaño. No tenía fuerzas para más, así que se quedó inmóvil en esa posición, esperando algo o a alguien.Katherine estaba desesperada, habían buscado por todas partes, salvo en la planta superior. Había algo que hacía que no quisiera subir, pero sabía que tendría que hacerlo tarde o temprano, así que se dirigió hacia allí cuando no le quedaban otras opciones.
No sabía lo que le estaba ocurriendo a Elric, pero esperaba que estuviera bien. Aunque en realidad sabía que eso era poco probable, conociéndolo se habría metido en cualquier lío.
Zack estaba a su lado en silencio, no hacía falta que dijera nada, los dos estaban pensando lo mismo.
Había que darse prisa.Llegaron a la imponente escalera de mármol que tanta desconfianza les producía. Ésta ascendía para mostrar las maravillas ocultas de la segunda planta, y puede que algo más. Ahora que la veía desde abajo pensaba que había que ser idiota para temer a una escalera, mucho más a una tan normal como aquella.
Sin embargo, seguía estando intranquila y los pensamientos negativos se agolpaban en su cabeza.
Ella suspiró y se dispuso a subir, apartando todas sus dudas.
Se acercó con pasos vacilantes y alzó su pie, solo para que después atravesara limpiamente el primer escalón.
No se lo esperaba, tropezó por la ausencia de apoyo y cayó hacia delante.
Ella gritó, cerró los ojos y se cubrió la cara con los brazos, esperando chocar con los duros filos de la escalera, aunque el golpe tardó más en llegar y fue menos doloroso de lo que pensaba.
Katherine abrió los ojos y se sorprendió al ver donde había caído. Se encontraba en el mismo sitio, solo que era diferente. Estaba más oscuro que antes, parecía que hubiera algo que lo ensombreciera.
Abrió los ojos al comprenderlo. Estaba dentro de la escalera.
Escuchó a Zack gritar su nombre varias veces.---¡Cállate antes de que venga alguien! ---le ordenó entre susurros.
---¿Dónde estás? ---preguntó él del mismo modo.
---En la escalera, es un espejismo o algo así. Tú corre hacia aquí y sigue recto. No te molestes en intentar subirla, no podrás.
El chico se acercó receloso, pero acabó haciéndole caso. Llegó a la escalera e intentó tocarla, aunque no logró nada.
---¿Estás segura de que es por aquí? ---preguntó indeciso.
---No lo sé, pero es sospechoso ---contestó ella. Le agarró del brazo y tiró de él hacia dentro.--- Esto es imposible, ¿cómo han podido hacer algo así? ¿Para qué habrían de hacerlo? ¿Para ocultar algo? ---continuó para sí misma, dándole la espalda.
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Las sombras de Alicia
AcakAl principio las sombras eran sólo eso, sombras. Burdas imitaciones de algo que nunca podrían ser. Destinadas a ser pisadas, intangibles, olvidadas... Ahora tienen lo que querían, los cuerpos que siempre les habían quedado vedados. Cuerpos oscuros p...