Adiestrando Al Enemigo (EN PAUSA)

Acusaciones falsas

Una turbia noticia sacude a la sociedad de Hawái, según la noche anterior, la hija del secretario de estado, «Melanie Richard», fue víctima de un intento de abuso sexual, pero lo más sorprendente es que el agresor se trata del cuarto heredero de los Kelley; Donovan Kelley.

Presuntamente, él la llevó con engaños a su habitación de hotel, fue allí donde la drogó e intentó forzarla a mantener relaciones sexuales. Los videos de las cámaras de seguridad, de ella saliendo de prisa y llorando de la habituación, y sobre todo el antidoping que constata que efectivamente fue drogada, dejan sin duda que él quiso abusar de ella.

Las redes y portales de noticias están llenos de declaraciones de la misma, culpando a Donovan, la mayoría de los internautas comentan mensajes de apoyo a ella. Por supuesto, su padre, el secretario de estado, está furioso, indignado por lo que ese hijo de puta le quiso hacer a su princesa, utilizará todo su poder para hacerlo pagar, sin embargo, se enfrenta a una de las familias más importantes del país, los Kelley.

Y aún así, siendo una de las familias más importantes del país, los Kelley no pueden evitar verse afectados por esa acusación tan delicada. Fuera de su hotel surge una manifestación vulnerando el prestigio del mismo.

Algunas parcantas tienen escritos mensajes como: «Yo te creo» «Aquí estamos las feministas» «Castigo para Donovan Kepler» «¡No es no, lo demás es violación!» «Tú abusador, estás en nuestra lista (agregada con una foto de Donovan)».

Donovan, al enterarse casi le da un colapso mental ¡Cómo era posible que Melanie se atreviera a inventar una cosa tan grave!

Las llamadas a su celular y habitación no paran de sonar. Sin dudarlo sale del hotel a toda prisa, por supuesto que no enfrentará a su familia. Su asesor trata de persuadirlo, pero es inútil. Piensa que lo mejor es huir de la isla y solo esconderse en algún lugar recóndito de la tierra mientras esto se calme.

Y sin tanto problema sale de la isla en su jet privado, pero al pasar los días tiene persecuciones de hombres que lo quieren cazar. Se ha quedado sin escoltas que lo protejan. El pánico hace que se esconda en el armario. Y sin otra opción su asesor y él se alistan para volver a Oahu, le suplicará clemencia a su familia.

Estando camino al hotel se percatan que unas misteriosas camionetas van detrás de ellos. De nuevo los siguen, su asesor es la única persona que le queda ahora, a pesar de eso él no es alguien que lo pueda proteger.

Las camionetas los acorralan en una intercesión y los obligan a que bajen, allí Donovan queda frente a frente con los hombres armados, es su fin. Cierra los ojos con fuerza y se encorva esperando para ser llevado y posiblemente torturado, los segundos pasan, pero no pasa nada. Solo se escucha que...

Al abrir los ojos, se encuentra con la chica que envío a prisión, de la existencia que solo se acordó hasta que apareció en su habitación. Ella sin dificultad enfrenta a los hombres y los derriba. Impresionado, porque la persona que principalmente lo quería muerto, ahora paradójicamente es quien lo está salvando. Su rostro está seco, sin expresión, solo permanece con los ojos muy abiertos.

Al terminar la pelea, ella con una postura imponente le grita a Donovan y al asesor que suban al auto, Koa maneja sin freno hasta el hotel.

Al llegar, Donovan y el asesor bajan del auto con las piernas temblando. Y Koa, ella baja sin afectación, solo conserva su ceño fruncido y sus comisuras curvadas abajo, sobre todo cuida de mantener distancia con él. Sin duda odia a Donovan.

—Por tu expresión, deduzco que me sigues odiando.

—Más allá de la muerte, tenlo por seguro.

—Pudiste dejar que me mataran sin tener que ensuciarte las manos, quiero entender por qué me salvaste.