SABR

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SAMIRA & ADAM
❤️‍🩹



Samira perspective

Samira despertó con una sensación de cansancio que pesaba en cada fibra de su ser

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Samira despertó con una sensación de cansancio que pesaba en cada fibra de su ser. Se sentía abrumada por la incertidumbre del día que le esperaba. Después de una noche de sueño intranquilo, buscó consuelo en la oración, dejando que sus plegarias llenaran la habitación con una sensación de paz.

Vistiendo un Khimar azul pastel, uno de sus favoritos que siempre le traía un poco de alegría, Samira se preparó para enfrentar el día. A pesar del agotamiento que la consumía, se armó con determinación y salió de casa a las diez y cuarto,lista para su cita en el hospital.

Con el corazón latiendo con ansiedad, llegó al hospital a las once en punto,el horario acordado. Al entrar en la sala de espera, sus ojos se encontraron con los del Dr. Adam, quien la estaba esperando con una expresión de preocupación en su rostro.

-buenos días- la sonrió el doctor y ella le devolvió el saludo. -¿lista?- la preguntó el Dr.Adam y ella negó -no la verdad, tengo mucho miedo- dijo sonriendo nerviosa y el la miro con pena, pasaron a la sala, y empezaron a hacerla muchos TACS y análisis, radiografías y cosas para el corazón. A la una y media terminaron todo y el la invito a pasar a su despacho.

-sientate, ya tenemos todos las pruebas- dijo el suspirando y ella sentía que se le iba a salir el corazón del pecho.-bismillah- dijo ella antes de que el pudiera decir nada y el imitó su acción.

-las pruebas indican que, realmente tu enfermedades más grave de lo que nos pensábamos, realmente está muy avanzada-dijo el Dr.Adam y ella asintió, con los ojos llenos de lágrimas.

-no te pongas triste, yo voy a intentar ayudarte, enserio, el tratamiento lo empezaremos desde hoy, inshallah (si dios quiere) y con sabr (paciencia) ya verás que vas a salir de esta- le dijo el a ella y ella suspiro.

-¿para que tanto esfuerzo? Si al final mi destino está escrito- dijo Samira con lágrimas en los ojos y el Doctor frunció el ceño sin entender.

-Que no voy a empezar ningún tratamiento, lo único que consigo con el tratamiento es alargar mi destino, y si mi destino es la muerte, ¿que más me da alargarlo que acortarlo?- dijo ella y el doctor frunció el ceño aún más.

-¿Pero como puedes pensar eso? Y
Al final todos acabamos igual, todos vamos a acabar muriendo, pero todos queremos vivir antes de morir, pensar eso es súper egoísta por tu parte, ¿por que no te das cuenta que a lo mejor tú destino es vivir un poco más? A lo mejor Allah es lo que quiere- dijo el molesto.

Samira se había quedado sin palabras y frunció el ceño, pues no compartía la misma idea que el, sujeto el bolso para salir por la puerta,pero no sin antes murmurar un "lo siento".

Bajo a su coche y condujo hasta un prado, se bajo y tomó aire, pero le duró poco el intento de relajarse por que rompió a llorar, preguntándose, ¿por que ella?

De repente algo hizo ruido detrás suya y se giró asustada para encontrarse con unos ojos color avellana mirándola fijamente, unos ojos en los que se podía ver la pena a través de ellos.

-¿Que haces aquí?-dijo Samira levantándose de su sitio para ponerse en frente del Dr.Adam.

-¿Que crees que hago aquí? ¡Intentar salvar tu vida!-dijo molesto y Samira se molestó el doble.

-¡Si no me conoces de nada, déjame en paz!-dijo gritando y el doctor se tocó el puente de la nariz molesto.

-Puedes tener la oportunidad de vivir, aún que te parezca una tontería, si me hicieras caso en el tratamiento, te podríamos hacer el transplante, te lo pido por favor, confía en mi, por favor- dijo el mirándola fijamente, Samira podía descifrar en sus ojos mucha sinceridad, la dio mucha pena y al final, terminó accediendo.

Al final volvieron al hospital, fueron al despacho del doctor y el la empezó a explicar todo muy detalladamente, detalle por detalle, estaba todo muy claro, pero todavía le costaba confiar que ella la hiciera caso.

Suspiro-vale, tomate estas pastillas cada 6 horas-dijo el y sonrió cansado, ella intento imitar su acción pero le salió una mueca extraña. Le dio las gracias y se fue a casa.

Samira volvió a su casa y rezó, hizo el rezo del istikhara, se duchó y se fue a dormir, sin saber si se iba a despertar al día siguiente, pero con el corazón a mil, pero no sabe si por el doctor, o por el tratamiento y el miedo que este le daba

Samira volvió a su casa y rezó, hizo el rezo del istikhara, se duchó y se fue a dormir, sin saber si se iba a despertar al día siguiente, pero con el corazón a mil, pero no sabe si por el doctor, o por el tratamiento y el miedo que este le daba

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Holaa, perdón por tardar pero no estaba en casa, quiero intentar subir un capítulo por dia:)

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