SENTIMIENTOS NUEVOS

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SAMIRA & ADAM

Samira perspective

Samira se levantó de la cama con una mezcla de curiosidad y nerviosismo

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Samira se levantó de la cama con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. Al revisar su teléfono, notó un mensaje de un remitente desconocido. Con cierta cautela, abrió el mensaje y se sorprendió al descubrir que era de Adam, citándola para hablar en una cafetería en dos horas.

A pesar de su sorpresa, Samira aceptó la invitación y se apresuró a prepararse. Después de una rápida ducha y un vistazo al espejo, notó con tristeza que seguía perdiendo peso inexplicablemente. Suspiró con pesar y buscó consuelo en la oración antes de vestirse.

Optó por un khimar gris que contrastaba con su estado de ánimo, combinado con un chaleco blanco y sus zapatillas Air Force blancas. Se miró en el espejo una última vez antes de dirigirse al coche.

Mientras conducía hacia la ubicación indicada por Adam, Samira luchaba consigo misma para convencerse de que esta reunión era para su propio bien. Se repetía a sí misma que debía mantener la mente abierta y estar dispuesta a escuchar lo que Adam tenía que decir.

Al llegar a la cafetería, se estacionó y entró con paso decidido. Sus ojos escanearon la sala hasta que finalmente avistó a Adam en un rincón. Con el corazón latiendo con fuerza, se acercó a él, lista para enfrentar lo que sea que este encuentro pudiera traer esta conversación.

-Salam doctor-dijo Samira sentándose delante suya y el carcajeó.

-tutéame Samira, vamos a ser marido y mujer no sigas llamándome doctor, llámame Adam o amor de mi vida- dijo bromeando y ella se puso roja.

-bueno, ¿qué debemos hacer?-pregunto Samira.

-Pues mira, mañana o pasado, vamos a la mezquita y nos casamos para que sea halal, después vamos y nos casamos a lo civil para que quede que estamos casados en los papeles, y ya está.

-Vale, ¿pues vamos mañana entonces a la mezquita no?- preguntó Samira y Adam asintió.

-¿Tendremos que vivir juntos lo sabes no?- dijo Adam y Samira abrió los ojos como platos. -¿Qué?- dijo ella y el carcajeó por su reacción.

-Seremos marido y mujer, tu piso ciérralo, si algún día quieres pasar por ahí pasa, pero vente conmigo a mi casa, así me encargo de que te tomes tus pastillas y todo, lo único que...-dijo Adam rascándose la frente y Samira ya no podía escuchar más- ¿Qué?-dijo cansada- que tendremos que dormir juntos- dijo Adam sonriendo nervioso-¿Perdona?- Samira se tapó la cara con ambas manos, suspiró y murmuró un "Alhamdellah" y susurró un "vale" casi inaudible.

Adam sonrió, realmente aún que no lo pareciera estaba contento, pues había sentimientos nuevos encontrados hacia Samira.

Adam pagó todo y volvió a dirigirse a ella, -mañana paso por ti a las nueve y media, ponte formal para ir a la mezquita, después de la mezquita iremos a formalizarlo a lo civil y ya después vamos a por tus cosas para que te instales en mi casa- dijo el y ella asintió, salieron y sus caminos se separaron, ella se dirigió a su casa pero algo la hizo parar en el camino, paró en su prado favorito y empezó a llorar mientras se sentaba en el suelo y abrazaba sus rodillas.

Las lágrimas no cesaban mientras ella miraba al cielo-todo esto lo hago por ti Tita, Allah yerhamek-dijo mientras lloraba y lloraba sin parar, empezó a temblar del frío y es cuando decidió levantarse, se levantó decidida para irse a casa cuando vio un coche aparcado justo detrás del suyo, además de una silueta apoyada en el coche.

Ella al acercarse se dio cuenta de que era Adam. Ella estaba realmente confundida, no entendía nada.

-¿Qué haces aquí?- dijo ella con el ceño fruncido. -cuidarte, se que estás mal pero no te iba a dejar sola en medio de la nada, así que por eso te he estado vigilando, no me he acercado para darte tu espacio- dijo y Samira frunció aún más el ceño. -Mira Adam, me da igual que tú quieras ser el mediador de todo y el que lo arregle todo, pero conmigo no es así ¿entendido?, me caso contigo por la promesa de mi tía, no por ti- dijo Samira gritando sin ningún tipo de paciencia y Adam experimentó un cambio drástico en su rostro mientras sus ojos perdían brillo, el murmuró un simple "vale" y se metió al coche y se fue.

Samira suspiró y gritó un grito de frustración, se sentía mal pero ya no iba a ir detrás, su orgullo no se lo permitía. Así que simplemente se dirigió a su casa a descansar.

Al día siguiente se despertó, rezó y se puso un khimar blanco y se maquillo levemente, cuando terminó escuchó un claxon sonar así que supuso que era Adam, bajo y se puso detrás, murmuró un hola para recibir la misma respuesta de Adam

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Al día siguiente se despertó, rezó y se puso un khimar blanco y se maquillo levemente, cuando terminó escuchó un claxon sonar así que supuso que era Adam, bajo y se puso detrás, murmuró un hola para recibir la misma respuesta de Adam.

El condujo hasta la mezquita en un silencio incómodo, pues el estaba molesto con ella, y ella lo sabía perfectamente, pero decidió ignorarlo, su orgullo era mayor que su arrepentimiento por hablarle mal, así que cuando llegaron, esperaron y entraron a la mezquita.

El iman les casó y fueron a hacerlo civil, cuando ya lo hicieron volvieron al coche, a todo esto sin dirigirse la palabra, solo algunas sonrisas fingidas para las fotos que les hicieron.

Estaban en el coche yendo a casa de Samira-¿lo tienes todo?-pregunto seco Adam y ella asintió-¿te ayudo a bajar algo?-pregunto y ella negó con la cabeza, ella bajo con una caja y dos maletas, y se dirigieron a casa de Adam, no estaba muy lejos, cuando llegaron se fijó que tenía un chalet no muy grande pero pequeña no era, con piscina y gimnasio privado.

El la ayudo a bajar las cosas y la enseñó su armario para que pudiera colgar todos sus khimars, ella agradeció y el desapareció, cogió el coche y desapareció. Ella se sentía mal por que sabe que esto era culpa suya así que bajo a la cocina, he hizo un pastel, que tardo dos horas en terminarlo, pero Adam no llego, así que ella lo decoró y le puso un "lo siento" encima.

Adam llegó después de cuatro horas y subió a la habitación sin decir nada, se cambió y bajo, Samira todavía no se había ni cambiado ni quitado el khimar blanco.

Ella fue con el pastel hasta donde estaba sentado Adam y se puso enfrente suya sonriente.

-lo siento...-dijo ella en voz baja, pues le estaba costando bastante pedir perdón.

-no es nada, realmente tenías razón.-dijo borde y a Samira la dieron ganas de llorar, pero de repente se levantó Adam para ir a su habitación y sin querer le dio un empujón al pastel, el cual cayó al suelo destrozándose por completo.

-me había costado hacerlo- murmuró Samira triste con las lagrimas amenazando con salir mientras iba a por la escoba y el recogedor. -lo siento...-dijo Adam mientras Samira barrió todo y lo tiró a la basura. Samira negó con la cabeza y con lágrimas en los ojos se fue a ducharse, pues todavía eran las nueve de la tarde. Se duchó y se secó el pelo, realmente la daba vergüenza que Adam se lo viese pero no le importó, ella estaba triste.

Se puso un pantalón de pijama de Disney y una camiseta de manga corta blanca, pues hacía calor en la casa gracias a la calefacción, bajo abajo y noto esa mirada penetrante sobre ella, la ignoro y fue a por agua.

Se dirigió a las escaleras pero no sin antes desearle las buenas noches, y se fue a dormir, reventada.

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HOLAAA, BUENO GRACIAS POR VUESTRO APOYO NIÑAS y bueno quería preguntaros que de quien preferís que sea la perspectiva, Adam o samira?

LATIDOS SINCRÓNIZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora