MI MUJER

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SAMIRA & ADAM
❤️‍🩹

Samira perspective

Samira abrió lentamente los ojos, sintiéndose confundida por un momento al darse cuenta de que estaba abrazando el torso de Adam

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Samira abrió lentamente los ojos, sintiéndose confundida por un momento al darse cuenta de que estaba abrazando el torso de Adam. Se ruborizó instantáneamente al percatarse de la situación y se separó de él con cuidado, tratando de no despertarlo. Miró el reloj en la mesita de noche y vio que eran las 6 de la mañana.

Con un suspiro aliviado por el hecho de que Adam aún estaba dormido, Samira se levantó de la cama con cuidado para no hacer ruido. Se estiró con delicadeza antes de dirigirse al baño para hacer wudu y realizar su oración matutina. El rezo le brindó una sensación de calma y serenidad en medio del tumulto de emociones que la envolvían.

Una vez terminada su oración, Samira se vistió con un chándal gris, optando por la comodidad en lugar de la elegancia en esa mañana tranquila. Decidió bajar a la cocina y ocuparse de algunas tareas domésticas mientras esperaba que Adam despertara.

Mientras limpiaba la cocina, los recuerdos de la noche anterior se agolparon en su mente. No estaba segura a qué hora había llegado Adam, pero recordaba claramente el momento en que lo encontró en la sala de estar. Aunque aún se sentía incómoda por la situación, se esforzó por concentrarse en la tarea que tenía entre manos, encontrando consuelo en la familiaridad de la rutina diaria.

Cuando acabó de limpiar, hizo el desayuno, unos pancakes con sirope de chocolate, ni ella sabía cómo le habían salido tan bien.

Escuchó unos pasos detrás suya y se giró para saludar a Adam.

-Buenos días- dijo ella sonriendo-Buenos días- dijo el imitando su acción, Samira se dio cuenta que el ya llevaba la bata del hospital lista.

-Te he preparado el desayuno, siéntate- dijo ella ilusionada por que pruebe sus pancakes.
-Lo siento, he quedado para desayunar con una compañera de trabajo- dijo el y a Samira se le borró la sonrisa al instante
-¿compañera? - dijo ella frunciendo el ceño y el asintió. -Vale, adiós- le dijo ella metiéndose en la cocina para después escuchar la puerta cerrarse, ella suspiró y se puso bastante triste, no sabía si era por que le iba a bajar la regla en unos días o por que le entristecía que Adam fuese a quedar con otra mujer y no halla probado sus pancakes.

Con las lágrimas a punto de caer por sus ojos, fue a su bolso y cogió su libreta, y comenzó a escribir.

"Querido diario, por qué si, ahora eres mi diario, Adam se ha ido a desayunar con otra MUJER, y se que realmente nos hemos casado por el transplante de mi corazón, pero puede ser que esté empezando a sentir cosas por el, su increíble olor, que se mete por tus fosas nasales y se queda incrustado en tu nariz, o su precioso y sedoso pelo, o hasta sus bíceps tan bien desarrollados, todo me tiene loca, y se que no se lo puedo decir por qué no es recíproco, pero también se que las cosas están muy tensas entre nosotros desde que dije que no quería que se preocupara por mi, pero realmente si me gusta, me encanta, por qué en mi vida nadie se ha preocupado tanto por mi, como el y mi tía, no se, yo ahora voy a que me hagan mis pruebas y cuando las termine a ver si quiere ir a comer fuera"

Ella se desahogó como si estuviera hablando realmente con alguien. Pero se sentía muchísimo mejor, no se quitó el chándal pero se puso su hijab blanco y salió de casa, hacia el hospital.

Cuando llegó fue a recepción. -¿Perdona, el Dr. Adam?- preguntó ella y la recepcionista la sonrió -está en la cafetería, en su descanso- Samira la agradeció y se fue a la cafetería, y se quedó blanca cuando vio que estaba Adam riéndose con una mujer, joven, muy guapa y con muy buen cuerpo, riéndose, pero parecía que estaban tonteando.

Las lágrimas amenazaban con salir pero ella sabía que no le podía reclamar nada, así que se fue a la sala de espera de su despacho a esperarle.

Se pensó que le iba a estar esperando mucho tiempo pero a los diez minutos subió Adam y la chica esa.

-¿Samira? ¿que haces aquí?- dijo Adam frunciendo el ceño - Pues a las pruebas- respondió ella sonriendo de lado.

-Mira Andrea, ella es Samira mi mujer - dijo Adam y la chica esa frunció el ceño, Samira sonrió y dándola la mano pero la chica la miró mal y se la dio asqueada.

-Hay amor, ¿no tienes calor con eso que llevas puesto?- dijo la chica con su voz  chillona y Samira la miró mal. -No , Gracias por preocuparte, pero deberías taparte un poco, no te vayas a resfriar y eso- la sonrió Samira  y entró al despacho de Adam.

Hicieron las pruebas y terminaron como siempre a las tres.
-¿Quieres que comamos juntos?- preguntó Samira y Adam hizo una mueca rara.

-Lo siento, ya he quedado para comer con Andrea, te veo en casa igual- dijo y Samira asintió triste y se fue a casa.

Cuando llegó se quitó el hijab y del calor que tenía se puso un short negro un unos tirantes del mismo color, no tenía hambre así que no comió , se tumbó en el sofá a ver la tele y se quedó dormida.

Dos horas después se despertó y Adam todavía no había llegado.

Vio que le llegó a su móvil un mensaje y fotos de un número desconocido, lo abrió.

Número desconocido

para que veas que está más feliz
conmigo, que estoy buenísima
Y soy perfecta para el, que contigo
Que estás gorda.

"Abrir 5 fotos"

Las abrió y si, se les veía riéndose y pasándoselo genial, pero aún que eso la dolía, había algo que la dolía más.

"Que estás gorda" no paraba de resonar en su cabeza, se fue a mirarse al espejo, y así estuvo diez minutos, aún que nadie lo sabía, ella de pequeña no era delgada, y se reían de ella por eso.

Bajo al gimnasio y empezó a hacer cardio, una hora corriendo en la máquina,cuando paró y bebió agua, una voz la hizo sobresaltar.

-¿No estás cansada?- le dijo esa voz que a ella tanto la gustaba -No- respondió ella borde y volvió a correr en la máquina, cuando Adam se la desenchufó.

-¿Qué haces?- le dijo ella frunciendo el ceño
-Llevas una hora corriendo, es malo hacer tanto deporte, llego mirando las cámaras del gimnasio una hora y no habías parado ni para beber agua- dijo y ella cogió la toalla para secarse la frente.

-te he traído kebab, ve a cenar que debes estar muerta de hambre- dijo y ella negó.

-no tengo hambre, me voy a ducharme y a dormir- respondió Samira saliendo del gimnasio, y tal como dijo, eso hizo, se ducho y se fue a dormir.

Se despertó por un cuerpo que se posó a su lado pero no abrió los ojos y escuchó como Adam murmuraba "no creo que lo consiga."
Mientras el la acariciaba el pelo, y cogió Adam de la cintura a Samira y la abrazó.

Esto iba a ser difícil para los dos, por qué no saben que es recíproco.

/////////////////////////////////////////TENGO TANTAS GANAS DE OTRO CAPÍTULO QUE CREO QUE VOY A ESCRIBIRLO YA MISMO

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TENGO TANTAS GANAS DE OTRO CAPÍTULO QUE CREO QUE VOY A ESCRIBIRLO YA MISMO

LATIDOS SINCRÓNIZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora