Capítulo 3

213 15 4
                                    

Un pedacito de cielo cubierto por la lluvia

Se declaró una noche fría de invierno bajo la fina llovizna. Llevaba en su mano izquierda un ramo de rosas rojas especiales para la ocasión y el corazón en un puño. Sus palabras salieron aterrilladas cubiertas de nerviosismo e inestabilidad mas sus ojos oscuros destilaban toda la sinceridad que no podía ni quería ocultar.

Chanyeol llevaba gustando de aquella joven de apellido Jung desde la noche primaveral dónde sus caminos se cruzaron por primera vez. Él, llevaba una gabardina negra lo suficientemente larga como para cubrir sus pies y el conjunto de Armani más caro cortesía de Sehun para una gala benéfica de su agencia. Ser un manager era beneficioso en ciertos sentidos. Viajar, ir a restaurantes, hoteles de lujo, comidas deliciosas y juegos agradables con un equipo que se convierte en familia. Para su suerte, Sehun era solo un par de años menor que él, por lo que se llevaban como una pareja de hermanos adolescentes.

Sehun le había cedido el lugar pues en pocos días más su prometido tendría a sus mellizos y no deseaba abandonar su hogar por ningún motivo. Afortundamente la agencia había aceptado el cambio y él, se encontró disfrutando de ello. La gala benéfica le aburrió inmensamente a pesar de ser acompañado por dos amigos de su misma profesión y una de las maquillistas. El licor bailó por las mesas como un protagonista más del evento y, no fue hasta que alzó la vista hasta que notó la persistente mirada sobre él. Llevaba lentes de contacto (ningún coreano podía tener los ojos más allá de castaño o negro) pero, encajaban tan bien en su rostro que se preguntó si ella era consciente de este hecho.

No importó, por supuesto.

Antes de darse cuenta, se encontró caminando hacia ella e invitándole una copa de vino que no rechazó. Era algo sobrenatural para él. La primera vez que alguien lo notaba y decidió que, si aquella era la mujer indicada para él, la enamoraría por el resto de sus días.

¡Qué equivocado había estado!

Nunca había dolido tanto un rechazo por alguien que practicamente acababas de conocer pero, él se encontró persiguiendola. Estaba seguro de que lo que sentía era amor. Por eso se decidió a confesarse una vez más. La esperó bajo la lluvia. Le entregó las flores con la esperanza de que esta vez lo tomara en serio. Tomó su mano demostrándole lo fuerte que era y lo segura que podía haberla hecho sentir. Pero, las flores cayeron al charco bajo sus pies, la mano fue arrebatada de las suyas y las palabras más crueles salieron de sus labios rosas.

- ¿Quién querría estar con un segundón como tú?

Abrió los ojos dolido con las lágrimas bañando su rostro y el dolor punzante en su pecho. Sentía que quería morir por el dolor pero, no cayó de rodillas sobre el suelo frío. Limpió las lágrimas de su rostro con el dorso de su mano reuniendo el valor que tenía como persona y las piezas de su corazón roto. Caminó a su auto con un puchero y el dolor punzante presente en su alma. Se sentía roto. Él era un manager pero tenía sentimientos. No era un robot, ni un monigote y mucho menos alguien sin sentimientos.

Llamó a Sehun deseando que le contestara sabiendo que sería algo imposible. El menor estaba con su familia siendo feliz mas deseaba que alguien lo abrazara y le dijera que estaría bien. Sehun cogió el móvil al segundo tono y, al oírle tan roto, le invitó a casa.

Junmyeon le abrazó fuerte al verle y Sehun le ofreció un té para alejar el frío de su pecho y evitar que se resfriara. Ellos eran una familia sí, y Chanyeol era el amigo que venía a molestar.

- Chanyeol -Junmyeon le observó con una sonrisa calmante – Aunque tú no lo creas eres parte de esta familia. Taeyeon y Taeyong están encantados de tenerte como su tío y sé que amarás estar con nosotros todo ese tiempo.

- No eres un forastero amigo mío – confirmó su amigo - Nunca jamás digas eso. Yo soy tu hermano.

Y lloró. En silencio para no despertar a las criaturas en la habitación contigua pacifícamente dormidas. Poco a poco el tiempo curó las heridas de su corazón pero, no alejó el miedo y la inseguridad de no ser suficiente. Pocos meses más tarde, Sehun y Junmyeon se mudaron oficialmente a Jejudo y él, se quedó en Seúl. Consideró tomar a otro artista bajo su ala hasta que Sehun cortó todas sus ilusiones.

- Estás atrapado conmigo quieras o no, grandulón – gruñó el menor con el ceño fruncido – Qué tenga familia no significa que dejaré de joderte la vida.

- Sehun, tu eres el hombre más tranquilo que conozco – rodó los ojos enfilándo el auto en la carretera – Por cierto, ¿a dónde vamos?

- Vamos a ver al Dr. Byun – respondió en voz baja – Junmyeon quiere que vaya al cumpleaños de los gemelos y ahí planeamos darle la noticia.

- Te dije que debías protegerte a los pocos meses, Oh – replicó el manager – Ahora tendrán las manos más que llenas.

- Aún no me dijiste como sabes eso.

- ¿Cómo crees que nací un año después de mi hermana? ¿Por amor al arte? - chasqueó la lengua – No. Fui el accidente después de Yoora porque mi papá no podía dejar de tocar a mi mamá el tiempo suficiente.

- Aún así te quieren, hyung. Espero que los gemelos no se sientan mal por ello.

- No lo harán – aseguró – Mientras uno de ustedes siempre los mime, estará bien.

La llegada al hospital de Seúl fue tan rápida que hasta el mismo casi se salta el parqueo autorizado. Subió con Sehun y esperó fuera para darles privacidad. Suspiró viendo a una pareja abrazar a su pequeño con fuerza y se preguntó si algún día alguien vería lo que él tenía para ofrecer. La puerta del consultorio se abrió y Sehun salió acompañado de un hombre apuesto. Chanyeol intentó no ser indiscreto pero, el famoso Dr. Byun era imposible de no mirar.

Los ojos castaños se posaron en los suyos extendiendo una mano a modo de saludo. Correspondió el gesto con soltura y envió una cálida sonrisa en su dirección que le puso nervioso. Byun le llegaba al hombro y llevaba los lentes redondos más adorables que él había visto. Se preguntó si aquel doctor causaba la misma sensación de tranquilidad en los que le conocían. Sehun golpeó su hombro y él dejó ir la mano del médico yendo delante del actor.

Había sentido algo raro. Colocó la mano en su corazón tratando de calmarse y alejó la nula posibilidad. No. Chanyeol no quería saber del amor en un largo tiempo. El doloroso sentimiento le hacía sentir como un perdedor y él, no tendría nada que ofrecerle al médico.

- Estás callado – señaló Sehun observándolo por el espejo retrovisor – Inusualmente callado después de ver al Dr. Byun.

- Sehun, no.

- ¿Sentiste algo? - su voz sonba curiosa e impresionada – Porque tienes las orejas sonrojadas y no he dicho nada.

- Ciertamente es atractivo pero, ya está – respondió con la voz ligera – Déjalo estar.

- Junmyeon va a tener un día de campo con esto – rió en voz baja – Llévanos al puerto. Tomaremos el ferry a la isla.

- Negativo. Irás al aeropuerto como una persona normal y dejarás que tenga una noche de sueño común – replicó Chanyeol para su consternación – Y no traje nada para ir contigo a la isla.

- Ah, no hace falta – hizo un gesto con la mano – Junmyeon se encargó de eso.

- Sehun...

- Si no quieres que le cuente a Junmyeon que te gusta el Dr. Byun y que haga de cupido irás a la isla conmigo sin chistar – chantajeó el actor con una sonrisa malvada – Además de que hace un mes que no ves a tus ahijados.

Chanyeol gruñó al menor y condujo al aeropuerto con mala cara. Sabía que Sehun le contaría a su pareja lo que había visto, fuera él a Jeju o no. Prefirió verlo como unas mini vacaciones ver a sus sobrinos y dar la vuelta. Quizás el aire pacífico de la isla aclarase su mente y un poco de sol alejara el frío que lo envolvía últimamente.

Sweet Like Cherries (ChanBaek) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora