Capítulo 9

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Baekhyun parpadeó sorprendido. Estaban en el medio del parking con Chanyeol delante suyo haciendo aquella petición y aún así, dió un suave asentimiento. Chanyeol cerró la distancia que los separaba y él envolvió sus brazos en el cuello pegándose descaradamente a él. Si iba a ir al cielo iría bien.

Juntaron sus labios en un beso abrasador. Movieron sus labios en pura sincronización deleitándose en su suavidad y en la forma tan deliciosa en la que se amoldó a él. Abrió la boca ofreciendo una invitación que fue tomada completa. Chanyeol jugó con su lengua, deslizó sus manos por sus brazos y apretó su cintura deseando fundirse más en él. Nunca lo habían besado con tanto deseo de consumirlo y nunca había deseado tanto que alguien lo marcara con pasión. Fue Chanyeol quién rompió el beso y juntó sus frentes. Fue Chanyeol quien suspiró entre sus labios mirando con satisfacción el desastre que hizo de él. Fue Chanyeol quien hizo a su corazón volver a latir descarriado con algo parecido a la esperanza plantandose en su alma y corazón.

- ¿Baekhyun? - hizo un sonido de garganta para que continuase - ¿Estás bien?

- Eufórico – contestó riendo acariciando su nariz con la contraria – En el cielo.

Chanyeol rió. Baekhyun estaba sonrojado y sonreía como un adolescente al que le acaban de dar el primer beso. Un beso que le tomó por sorpresa pero fue el mejor del mundo en un tiempo. Chanyeol tomó su mano y la puso encima de su corazón para que sintiera su emoción y le sonrio dulcemente. Se preguntaba que tenía aquel hombre para hacer que su cuerpo entero hormigueara.

- Te llevaré a casa – susurró Baekhyun con las mejillas sonrojadas - ¿O prefieres ir a ver a Jihoon?

- ¿Estás seguro de que quieres estar a solas conmigo todo el trayecto? - bromeó el alto – Quiero besarte otra vez.

- ¿Eh?

- Pero, si te beso ahora no saldremos nunca de este estacionamiento – sonrió de lado dando dos pasos alejándose un poco – Tú conduces.

Baekhyun parpadeó y suspiró profundamente enfocando su mente en la carretera. Abrió el auto estirando su cuello y poniéndose el cinturón. Chanyeol tomó asiento a su lado e hizo lo mismo mientras Baekhyun encendía el auto y los encaminaba hacia su casa. Su hombro dolía un poco pero era soportable, sin embargo, estaba tan concentrado en el hombre a su lado que olvidó que su cuerpo tenía una medicina circulando en él.

- ¿Cuándo decidiste ser médico? - le preguntó curioso - ¿Eres de esas personas que no pueden conducir si le hablan?

- Tengo dos hijos y uno de ellos hace más preguntas que cualquier infante que alguna vez haya conocido – respondió riendo suavemente – Y, respondiendo a tu pregunta inicial, siempre lo supe. Mi tía era enfermera de niños y en algún punto de mi vida supe que ayudar a las mujeres, donceles y otros era algo que me encantaba. Ser testigo de como la vida crece y como las personas se preparan para recibirlos es una experiencia religiosa.

- ¿Tú también ayudaste a tus hijos a nacer?

- Lamentablemente, no – sonrió – Mi tutor lo hizo por las políticas del hospital y esas cosas pero, les vi nacer y como ya era médico residente en el hospital pude sostenerlos por primera vez.

- Debió ser lindo... - suspiró el alto - ¿Puedo preguntarte algo más personal?

- Estoy divorciado, Chanyeol – contestó a sabiendas de que le preguntaría sobre ello – Soltero y divorciado.

- Bueno saberlo... Yo también, si te lo preguntas – aclaró con las orejas rojas mirandole aprovechando que la luz había cambiado a roja – No he tenido una relación larga en años así que, estoy un poco falta de práctica.

- Nunca he salido con nadie después de mi divorcio así que, considera que estamos igualados en el marcador – el auto se detuvo en un complejo de apartamentos bastante lujoso – Hemos llegado.

Baekhyun vivía en uno de los apartamentos más lujosos de la zona. La zona se veía bastante pacífica y tenía un parque infantil bastante cerca. Y la casa del doctor no tenía palabras para describirse. Las voces infantiles se escuchaban desde la puerta de entrada y Chanyeol rió. Debía sentirse genial llegar a casa y ser recibido por la calidez de un hogar y de las personas a tu alrededor.

Baekhyun abrió la puerta de su casa y el aroma a comida recién hecha los recibió. Dejaron los zapatos en el recibidor y el doctor le hizo esperar unos cinco minutos.

- ¡Jihoon! - vociferó en voz alta - ¡Te traje un regalo!

Dos segundos después las pisadas familiares se apresuraron hacia ellos y un grito de pura felicidad pintó el ambiente. Chanyeol se agachó abriendo los brazos y recibió el pequeño cuerpo infantil entre sus brazos en un abrazo impresionantemente fuerte.

- ¡Papá!

Era extraño aún que aquel pequeño ángelito hubiese reclamado una paternidad que no le pertenecía pero, a su vez, era gratificante ser testigo de ello. Jihoon llenaba su corazón y curaba con una sonrisa alegre todo el daño que alguna vez le hicieron. Hami asomó su cabeza por la pared y le sonrió saludando con su manita.

- Hola Hami – saludó Chanyeol emocionado de verle también – Me alegro de verte.

- Hola, tío Chanyeol.

- ¿Terminaron sus tareas ya? - preguntó Baekhyun saludando a la señora en la cocina - ¿Cómo se portaron hoy?

- Muy bien Sr. Byun, y sus tareas están listas para ser revisadas – asintió la mujer con una sonrisa – Les dejé la comida de la semana ya preparada pues, me iré por unos días a visitar a mis nietos en Busan.

- ¡Muchas gracias! Espero que disfrute sus merecidas vacaciones y la veré pronto – baekhyun agradeció y señaló al alto – Este es Chanyeol, un amigo cercano.

- ¡Oh! - la señora le sonrió con picardia y saludó con una reverencia suave – Mucho gusto, Chanyeol. Soy Yoojung, ama de llaves y niñera de estas criaturas.

- Un placer, Sra Yoojung – respondió el alto en una corta reverencia – Espero estes bien.

- ¡Los veré pronto! - se despidió de los pequeños y cerró la puerta tras de sí con una sonrisa brillante dejando a los adultos solos.

- Jihoon y Hami – llamó Baekhyun señalando el piso de arriba – A lavarse las manos que es hora de comer.

Jihoon pidió ser bajado por su papá alto y corrió escaleras arriba seguido de Hami. Baekhyun tomó a Chanyeol del brazo entrandolo a su casa mas el alto aprovechó que los niños no estarían a la vista por unos pocos minutos y pegó a Baekhyun a su cuerpo. Acarició su nariz a la contraria y le robó un beso suave. No podía ni quería resistirse a sus bonitos labios una vez más. Baekyun era perfecto y con tan solo una probada ya estaba completamente adicto a él.

- ¿Te quedas a comer? – susurró el doctor acariciando su rostro disfrutando del hechizo de los ojos oscuros en su persona – Puedes quedarte a dormir si quieres.

- Pediré un taxi, mon chéri – respondió el más alto – No puedo asegurar lo que haré si me quedo solo contigo toda la noche.

- ¿Estás seguro de que quieres navegar en esta locura? Soy medio adicto al trabajo, tengo dos hijos y a veces no tendré tiempo ni para darte un beso.

- Me gustas, Baekhyun, con hijos y todo – declaró el alto – Tenemos tiempo para conocernos y saber si a largo plazo somos adecuados el uno para el otro.

Baekhyun se alzó dejando un pequeño pico en sus labios y le guiñó un ojo. Se alejó un poco escuchando a su hijo acercarse a pasitos rápidos. Se sentía bien estar en los brazos del alto pero debían ir despacio. Conocerse, salir, conversar y quizás luego de ello podrían aceptar el hecho de que estar juntos y ser una familia era su regalo del destino.

Sweet Like Cherries (ChanBaek) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora