Capítulo 8

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Clarissa nunca había creído que pudiera existir una chica al que detestara más que a Dudley y Amanda, pero eso era antes de haber conocido a Cassiopeia Malfoy.

Tenía que verle la cara todo el tiempo es un martirio que debe de sobrevivir y que lamenta con toda su vida.

Cosa, que durante todas esas semanas, piensa que esa chica sólo existe para decir palabras sin sentido en contra de Juliett y la cicatriz de Clarissa, obteniendo el apoyo de la gran mayoría de su casa, cosa que le disgusta demasiado, pero que puede tolerar.

Otra cosa que noto, es que todo el mundo mantiene su margen con ella y con Juliett. Siempre existen las miradas cargadas de sisaña y maldad, como los comentarios hacia ellas, pero nunca se atrevían a subirlo de tono. Creen que si se atreverían a algo, terminarían con la cabeza azul como Malfoy terminó cuando ella se burló de Juliett en el comedor. Clarissa y la pelirroja nunca se habían reído tanto como aquel momento, incluso noto que John, reía por lo bajo.

Aunque Dorian se acercó a pedirle con amabilidad que deje de hacer eso, Clarissa tuvo que mantenerse al margen diciendo que no conoce a los responsables y Dorian no insistió más.

Tener al prefecto de su lado, ayudo a Clarissa en todo aspecto, incluso cree que eso ha hecho que muchos no se atrevan a molestar a Clarissa. Dorian puede dar algo de miedo cuando esta molesto.

Esa misma tarde, apareció una noticia en la sala común de Slytherin, que los hizo protestar a todos.

Las lecciones de vuelo comenzarían el jueves... y Gryffindor y Slytherin aprenderían juntos.

—Perfecto —dijo en tono burlesco Malfoy—. Es el momento perfecto para ver al tonto de Longbottom hacer el ridículo.

Sus amigas se rieron ante el chiste sin gracia. Juliett no dudo en bufar por lo bajo.

—¿Tienes algún problema? —pregunto Malfoy con su rostro fruncido—. Parece que te disgusta que hablemos mal de tu novio.

Juliett solo rio, encogiendo los hombros.

—Parece que es más tuyo que mío —rio Juliett—, hablas mucho de Neville, Malfoy, cambia de tema, ¿quieres?

Clarissa tosió ocultando su risa y sacó su varita con cuidado cuando vio a Goyle y a Crabbe sacar sus varitas. Las chicas parecían guardaespaldas.

—Parece que te recuperaste, ¿eh Weasley? —pregunto Malfoy de forma despectiva—. Parecías a punto de morirte. Hubiera sido mejor antes que desprestiguies esta casa.

—Que lindo tu preocupación —sonrió Juliett con gracia, yendo al sillón vacío a recostarse—. Pero preocúpate por manejar una escoba y hacer un papelón, que seré la primera en reírme.

Las mejillas de Malfoy se colorearon pero eso no fue suficiente para hacer que esa sonrisa disminuyera.

—Como si tu familia tuviera el dinero suficiente para comprar una escoba —rio Malfoy en compañía—. Ya quiero verlo.

Malfoy se fue dejando a Juliett totalmente enrojecida de la rabia. Clarissa le pidió un espacio en el sillón y trato de tranquilizarla.

—No le hagas caso, cada que mete a tu familia y la sangre significa que no sabe que más decir —explicó Clarissa sacando de su chaqueta un cubo—. ¿Quieres?

Juliett volvió a fruncir su rostro.

—Prefiero reventarme la cabeza intentando trasformar un cerillo en una aguja que armar esa cosa.

Clarissa la miró mal.

—Lo que te pierdes —refunfuño—. Deberías de dejar de tomarlo importancia a Malfoy y solo enfocarte en una próxima broma. Es efectivo.

Hey Jude² | Wizarding World Donde viven las historias. Descúbrelo ahora