Leyendas

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Por un momento me permití sentirme como en los viejos tiempos. Sólo las chicas de la manada, la fogata, la playa y yo. Sin vampiros locos por venganza persiguiéndome, aunque en los viejos tiempos también tenía esa amenaza sobre mí. Simplemente el ambiente me hacía pensar que todo estaba bien.

Además de las chicas, también estaba lo que suponía llamaban "El Consejo", conformado por Bonnie, la abuela Ateara sentada junto a Quil, Saul Clearwater, seguramente en representación de Holly, y sus hijos Lee y Sarah. Me pregunté qué hacían ellos dos aquí y si sabían el secreto de la tribu.

Había una gran canasta con salchichas que iba mermando rápidamente, según las chicas las iban tomando sin parar. También se pasaban grandes bolsas de papas tostadas y latas de refresco. Todas reían y hablaban al mismo tiempo y definitivamente me alegré de haber podido venir.

Ya era tarde, estaba todo oscuro y sólo la gran fogata iluminaba a los presentes. Un tronco resbaló y saltaron chispas naranjas de él, del mismo tono que el atardecer que había presenciado hace un rato. No me preocupaba la hora, supuse que Charlie me permitiría llegar al día siguiente con el desayuno con tal de que pasara la noche en la reserva y no en la casa de los Cullen o cualquier otro lugar.

Me había preocupado más cómo podían reaccionar las chicas a mi presencia, sobre todo porque sabía que Sam estaba enojada conmigo por haber perdonado a los Cullen en vez de mandarlos al demonio, como ella esperaba. Se lo comenté a Julie mientras dejábamos la moto en el garaje, pero estaba más concentrada en admirar mi chaqueta que en poner atención. Admitió que lo del casco había sido una gran idea y lamentó que no se le ocurriera a ella primero. Cuando insistí en que podía arruinar la fiesta asistiendo, sólo sacudió la cabeza sonriendo y quitándole importancia.

Al final ella tenía razón.

—¡Hola, chico vampiro! —me saludó Embry alegremente al llegar. Jade me saludó con una palmada en el brazo, y Emerson me saludó de lejos con la mano y palmeó el suelo indicándome que me podía sentar a su lado, cosa que hice. Incluso Paula me sonrió mientras bromeaba pidiéndome que no me sentara a favor del viento por lo del olor a helado echado a perder. Me sentía en casa.

Después de un rato de observar a las chicas bromear entre ellas y pasarse salchichas, me fijé en Lee. Debía ser duro para él estar sentado en el círculo junto a Emerson que mantenía un brazo sobre los hombros de Sam, pero se mantuvo serio y estoico todo el tiempo sin apartar su mirada de las llamas. Me pregunté qué pensaría de las cicatrices que atravesaban el rostro de Emerson y si lo consideraría una especie de justicia ahora que parecía saber la verdad sobre ellas.

La pequeña Sarah, en cambio, parecía estar pasando la mejor noche de su vida. Daba vueltas alrededor de todas y se reía con cada cosa que decían. Me alegré de verla así, perder a su madre a tan corta edad debía haber sido muy duro para ella. Seguía siendo baja de estatura así que asumí que aún no había pasado por la conversión, aunque el hecho de que estuviera en la fiesta significaba que el Consejo pensaba que podía pasar y que merecía ser parte del círculo del secreto.

Quil llegó poco después acompañada de un muchacho. Me puse de pie para saludarla y ella me abrazó y se puso de puntillas para darme un beso en la mejilla antes de presentarme a Keith, quien para mi sorpresa, parecía ser un chico tranquilo, tímido y agradable en vez de la tempestad que había imaginado como compañero de Quil.

Poco a poco el ambiente comenzó a cambiar. Las chicas bajaron el volumen de sus charlas y sus risas hasta que cada una tomó su lugar en el círculo y por un momento no se escuchó más que el crepitar del fuego. Julie se sentó a mi lado y me susurró al oído.

—¿Sabes qué es en realidad esta fiesta?

Negué con la cabeza.

—Es una reunión del Consejo, técnicamente. Hoy es la noche de las historias. Es la primera vez de Quil... bueno, la primera vez que las escucha sabiendo que son ciertas. Así prestará más atención. También será la primera vez de Keith, Lee y Sarah.

Eclipse (Versión Vida y Muerte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora