Me parecía patético perder mi valioso tiempo con Edythe durmiendo, pero seguía siendo humano y era una cosa inevitable. Después de nuestro acuerdo se había mostrado muy feliz y cariñosa por lo que la velada terminó siendo tan agradable como lo había imaginado al principio.
Cuando desperté, la luz entraba por las ventanas y el viento sacudía con fuerza los árboles, de una forma un poco anormal. Edythe me dejó solo un rato para alistarme mientras iba a prepararme el desayuno, podía escucharla tararear una alegre melodía en el piso de abajo, hasta que esta se fue apagando poco a poco. Mala señal.
Cuando bajé la encontré sirviéndome el desayuno con una expresión seria y pensativa. Empecé a comer en silencio, esperando a que ella solita me dijera lo que pasaba por su mente, y no tuve que esperar mucho tiempo.
—Estaba pensando... —hizo una mueca, como si no estuviera segura de seguir hablando.
—¿Te estás arrepintiendo? —pregunté con algo de sorna.
—No —sonrió —. Pero pensaba que, ya que te preocupa casarte a los dieciocho, podríamos esperar a que tengas veinte. Te conviertes en vampiro primero y luego nos casamos, ¿qué te parece?
Bajé el tenedor.
—Fuiste tú quien dijo que daba igual ahora o después, ¿por qué esperar? —levanté una ceja, escéptico.
—Porque... —se rindió, suspirando —, porque prometí una verdadera luna de miel contigo y sigo pensando que te puedo destrozar en un descuido, sería más fácil si ya eres como yo cuando lo intentemos —insistió.
Lo pensé un momento.
—No estoy seguro —murmuré.
—¿Por qué no? —sonaba desilusionada.
—Porque yo también he estado pensando —confesé, ligeramente avergonzado —. No sé cómo voy a ser cuando me convierta, pero sé que seré otra persona. Obsesionado con la sangre y todo eso, y... —dudé si continuar.
—Seguirás siendo tú —me aseguró.
—No lo sé, ¿cómo voy a seguir siendo yo si voy a estar pensando en drenarle la sangre a Charlie? ¿O a Allen y a Becca?
—Eso no dura todo el tiempo, Beau. Se te pasará.
—Pero, al fin y al cabo, eso es lo que voy a desear siempre. Sangre y más sangre —insistí.
—El hecho de que sigas vivo refuta eso —argumentó.
—Porque para ti han pasado muchos años. Mira a Jess, todavía le cuesta controlarse. Sé que de forma racional seré yo mismo después de un tiempo, pero creo que siempre tendré sed de alguna manera, por encima de cualquier otro deseo —Edythe no contestó —. Ahora... —me aclaré la garganta —. Te deseo a ti y no quiero que eso cambie todavía. Por eso me gustaría intentarlo mientras aún sea humano.
—Podría matarte, Beau —susurró.
—No lo creo. Me quieres lo suficiente como para tener el cuidado necesario y no matarme —sonreí con autosuficiencia.
—Bueno, lo primero es cierto, lo segundo, no estoy segura, no funciona así —suspiró con resignación —, pero te prometí que lo intentaría, así que eso haré.
—Con eso me basta. Si no funciona, esperaré hasta ser como tú —prometí en recompensa.
—Y a cambio, debes dejarme comprarte un auto nuevo y pagarte la matrícula de la universidad —agregó, maliciosa.
Abrí la boca para protestar, pero a cambio me metí otro bocado del desayuno en ella.
—Lo que tú quieras —contesté sonriendo de la misma manera. Si iba a jugar sucio, yo también podía.
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Eclipse (Versión Vida y Muerte)
Teen FictionUna serie de misteriosos asesinatos está sembrando el pánico en la ciudad, mientras Beau aún se siente acechado por un vampiro sediento de venganza. Además, tendrá una decisión difícil que tomar: la Vida o la Muerte. ¿Pero cuál es cuál?