Promesas

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Daba vueltas de un lado a otro en la habitación de Archie, incapaz de quedarme quieto.

—Cálmate, Beau —me pidió —. Estará bien, no es para tanto.

—Eso no te consta —lo contradije —. Quiero ir a La Push.

Después de que los Vulturis se fueron por fin, todo el mundo entró en acción. Jessamine volvió a ubicarse al lado de Bran, Edythe llamó a Sam para preguntar por Julie, y Carine llamó a los Denali para saber si les podía enviar a Bran un tiempo, al menos mientras se acostumbraba al "vegetarianismo". Mejor en Alaska que en Forks, sobre todo si yo me la pasaba rondando por la casa.

Los Denali aceptaron así que Royal, Eleanor y Jessamine partieron hacia Alaska escoltando a Bran. A pie, por supuesto, no podían subirlo en un avión en ese estado. Yo me quedé con Earnest y Archie mientras que Carine se llevó a Edythe a La Push a ver a Julie. Yo quería ir con ellas, pero Charlie seguía en casa de Bonnie y no me podía ver en el estado en el que me encontraba, alucinado y lleno de mi propia sangre. Tuve que volver a casa de los Cullen a espaldas de Archie, donde me duché, me cambié de ropa y dejé que Archie me vendara la herida del brazo, mientras Earnest echaba mi ropa a la lavadora, incluyendo la chaqueta gris que tanto le gustaba a Julie.

—Nada vas a hacer allá, Julie sigue inconsciente —me recordó —. Carine y Edythe están con ella, te avisarán cuando despierte. De todos modos, tienes que pasar primero a casa de Charlie y dejar que te vea. Estaba en casa de Bonnie cuando la llevaron y ya vio que regresaron de la excursión. Hay que mantener la farsa.

Ya tenía mi historia memorizada.

—Quisiera estar ahí cuando despierte —insistí.

—No te puedo ayudar con eso, sabes que no puedo ver cuando despertará, lo siento. Pero ahora tienes que pensar en Charlie. Tiene que seguir en la ignorancia si quieres que se mantenga a salvo, ya viste a los Vulturis hoy, no se andan con jueguitos. Interpreta tu papel primero y luego puedes hacer lo que quieras. Parte de ser un Cullen es ser responsable. Meticulosamente responsable.

—Todavía no soy un Cullen —refuté.

—Prácticamente lo eres desde que pusiste un pie en esta casa, Beau. Hace dos noches hablaron de casarse, ¿no? —levantó una ceja.

No contesté. Me contenté con hacerle mala cara. Era obvio que estaba en lo cierto. Tenía que ser responsable y hacer lo que se esperaba de mí, pero lo único en lo que podía pensar ahora era en Julie.

—Ella está bien —añadió en tono comprensivo, como si pudiera leer mis pensamientos —. Carine tuvo que meterle una cantidad considerable de morfina porque su cuerpo la quema rapidísimo con esa temperatura. Va a estar fuera de combate un tiempo.

Asentí, preocupado. Al menos no sentía ningún dolor. No todavía.

—¿Hay algo de lo que quieras hablar antes de irte? —preguntó bajando la voz, precavido.

Supuse que pensaba que quería preguntarle sobre Victor. ¿Dónde estaba? ¿Lo atraparía Damaris? Pero yo tenía otra pregunta en mente.

—¿Me pareceré a él? —su rostro desesperado no lo había podido olvidar —. ¿Seré como Bran?

Archie frunció los labios, pensativo.

—Cada uno es distinto, pero podrías parecerte, sí —admitió —. Se pasa. No dura para siempre.

—¿Cuánto tiempo?

Se encogió de hombros.

—Unos pocos años, quizás incluso menos. Podría ser diferente en tu caso. Nunca he visto a nadie que se convierta en vampiro voluntariamente así que podría afectarte de manera diferente. No te tomará por sorpresa como a los demás.

Eclipse (Versión Vida y Muerte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora